OPINIÓN. Bomberos en lucha. Por Encierro Bomberos de Málaga @EncierroBombMlg

04/04/19. Opinión. Los Bomberos de Málaga, en huelga desde febrero de 2017, hace más de dos años ya, exponen en su colaboración semanal para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com cómo las medidas contra el colectivo que ha tomado el alcalde Paco de la Torre, el concejal de Seguridad, Mario Cortés, el director de Personal y Seguridad, Carlos Gómez-Cambronero o el jefe de Bomberos...

...José Cruz Romero Angulo, afectan al ciudadano negativamente. “Cambios continuos en el puesto o lugar de trabajo, sanciones disciplinarias, denuncias al juzgado, una obra de reforma integral de un parque con los bomberos trabajando dentro, así como otras brillantes ideas, ponen en entredicho la capacidad de gestión de los responsables de un servicio tan importante como el de Bomberos”, indican desde Encierro Bomberos.

Cómo afecta al ciudadano la represión contra los Bomberos (1ª parte)

SI hay algo que está destacando en el conflicto de los bomberos, por encima incluso de la actitud de responsabilidad del personal en huelga o las deficiencias que se vienen denunciando y las situaciones de riesgo que se están viviendo, ha sido la reacción ante esta situación del propio Ayuntamiento de Málaga (el alcalde, Francisco de la Torre, el concejal de Seguridad, Mario Cortés y el director de Seguridad/Personal, Carlos Gómez-Cambronero) y de la Jefatura de Bomberos (personal de bomberos no operativo, de gestión administrativa básicamente).


Y es que ante la problemática a la que se enfrentaban tenían dos opciones: dialogar para buscar soluciones a los problemas que habían conducido a un conflicto laboral, o si no, matar al mensajero. Por desgracia para todos –nosotros, vosotros y ellos-, eligieron la segunda opción.

A diferencia de otras empresas públicas o privadas, al ser el Servicio de Bomberos un servicio básico que se presta directamente al ciudadano, las represiones hacia el trabajador tienen consecuencias también directas al ciudadano.

ENTRE las diferentes medidas de represión que han tomado contra los bomberos, haremos una breve relación de aquellas que, con su aplicación, perjudican directamente al ciudadano, intentado exponer desde nuestra perspectiva el porqué es así.

CAMBIOS continuos en el puesto o lugar de trabajo, sanciones disciplinarias, denuncias al juzgado, obra de reforma integral de un parque con los bomberos trabajando dentro, así como otras brillantes ideas, ponen en entredicho la capacidad de gestión de los responsables de un servicio tan importante como el de Bomberos.

1. Cambios del puesto de trabajo

UNA de las primeras medidas de castigo que se tomaron fue cambiar a determinados bomberos que llevaban muchos años destinados en la Sala 080 (puesto de gestión de llamadas y coordinación de servicios de emergencias) a puestos operativos de intervención directa en la calle, lo que se viene a denominar “salida a incendios”.

ESTO, que a priori puede entenderse como algo normal, hay que verlo dentro de un contexto donde el jefe de Bomberos, José Cruz Romero Angulo, llevaba años amenazando con querer desmantelar dicho Servicio y privatizarlo. También conociendo que algunos bomberos allí destinados llevaban ejerciendo dicha función más de 15 años, con una edad cercana a la jubilación, y que contaban con la formación específica para dicho puesto (cursos de telecomunicaciones, de coordinación y de gestión de emergencias, etc.) pero carecían de la formación específica que se nos obligaba a realizar al resto de la plantilla destinada en salidas a incendios, a donde ahora habían sido destinados.


EN el lado opuesto tenemos también como víctima al bombero que ahora ponen para ocupar ese lugar, que ha estado hasta ese día apagando incendios, y que, de un día para otro, lo mandan a gestionar llamadas y coordinar servicios de emergencias.

ESTA acción tuvo como consecuencia que el resto de la plantilla, en un acto solidario, comenzara un encierro indefinido en el parque de bomberos de Martiricos (parque Central). La reacción a esta acción por parte del subinspector del Servicio, Rafael Rueda Jiménez, no fue otra que cambiar ahora a toda la plantilla, echarle la culpa al encierro y también a los sindicatos.


POR cierto, el 1 de enero de este año 2019 se cumplió la amenaza y les quitaron a los bomberos la gestión de las llamadas y coordinación de los servicios de emergencias, haciéndola ahora una empresa privada, perdiéndose la valiosa experiencia de un bombero en dicho puesto, el conocimiento del funcionamiento de las dotaciones, protocolos de actuación, etc.

2. Cambios de destino (lugar de trabajo)

OTRA medida fue la de cambiar a todo el personal de la zona/parque de bomberos en la que estaba destinado desde hacía muchos años.

SI bien es cierto que el bombero lo es de toda Málaga y le pueden destinar a cualquier parque de bomberos, hasta la fecha del inicio del conflicto, y al igual que hacen la mayoría de restos de parques de bomberos de España, la distribución del personal, además de haber sido consensuada con la plantilla, por operatividad se establecía por zonas o parques, manteniendo al trabajador, salvo necesidades del servicio, siempre en una misma zona de trabajo.

ESTO se hace así porque beneficia a la intervención, principalmente porque reduce los tiempos de respuesta. Estando en una misma zona el bombero conoce mejor todo el entorno, y no solo nos referimos a saber la ubicación de una determinada calle, establecimiento o negocio, sino muchas otras variables que, por ejemplo un GPS no es capaz de aportar.

Y es que a veces la forma más rápida de llegar a un incendio no es el camino más corto, porque hay variables a tener en cuenta como: obras itinerantes que pueden estar cortando una vía o limitando el paso a nuestros vehículos, calles estrechas que por su construcción o por la doble fila también nos limitan o impiden el acceso, las entradas y salidas de los colegios con aglomeración de padres y niños en el entorno a determinadas horas, mercadillos de barrio, etc. Todo esto solo se llega a conocer al nivel que requiere nuestro singular trabajo estando siempre en una misma zona o distrito.


PERO como tener que cambiar de parque significa que el bombero tiene que movilizar todo su equipo de trabajo, su ropa personal, de aseo, útiles de cocina, etc., y eso genera incomodidad, pues prevalece esto a la seguridad de los ciudadanos y de los propios bomberos.

PARA más inri, los GPS que incorporan los camiones están sin actualizar desde el año 2002 y en muchas ocasiones las direcciones no existen, por lo tanto, cuando el personal cambia a una zona nueva, puede no contar con esta herramienta de apoyo.

ES cierto que recientemente han comprado nuevos GPS, en vez de actualizar el “software” en los ya existentes, pero además dando un paso atrás, ya que estos nuevos no son manejables remotamente por la Sala de Emergencias del 080 y tiene que programarlo el conductor o cabo de la dotación (tengamos en cuenta que el conductor lleva el camión, y el mando de la dotación, por ejemplo si se acude a un incendio en vivienda, tiene que equiparse con el equipo de fuego, guantes, casco, botella… además de ir recabando y transmitiendo información recibida a la dotación).

AHORA, cada tres meses, todos los bomberos tienen que “hacer las maletas y partir de viaje”. Esto supone cientos de equipos de bomberos valorados en miles de euros esparcidos por los diferentes parques a la espera de su traslado, ya que está prohibido hacerlo en los vehículos particulares, al contener los trajes sustancias cancerígenas. Y es tal el caos de mochilas y bolsas, que en cada rotación se producen retrasos o errores en la distribución de estos equipos que hacen que no estén disponibles el día de incorporación del bombero al nuevo parque, y en consecuencia, no estén estos operativos hasta su aparición.


EN muchas ocasiones los bomberos a los que no les ha llegado su equipo tienen que coger un camión o coche de bomberos y pasearse durante parte de la mañana por todos los parques en su búsqueda hasta localizarlos.

EN la segunda parte de este artículo continuaremos exponiendo otras medidas tomadas contra el colectivo que afectan al ciudadano negativamente tal como se ha expuesto en los casos anteriores.

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