Mientras De la Torre alardea de
transparencia informativa, el gerente de Promálaga, José Estrada, no habla
y Javier Ferrer y Maldonado no conceden
entrevistas
22/12/05 MÁLAGA. Decir que en las
empresas municipales de Málaga hay un alto grado de información y transparencia
pública es poco menos que reírse de quien escuche semejante afirmación, pues
nada es más alejado de la realidad. Esto, sin embargo, es lo que dijo sin ningún
tipo de pudor anteayer 20 de diciembre el alcalde de la ciudad, Francisco de la
Torre, cuando declaró lo siguiente a la agencia EFE sobre las acusaciones de la
Cámara de Cuentas de Andalucía acerca de las "debilidades" de la empresa Emasa:
"Me encantaría que la Junta practicara en sus empresas el grado de información y
transparencia que tenemos en las empresas
municipales". EL
OBSERVADOR lleva casi un mes intentando que alguien en el Ayuntamiento de
Málaga responda a cuestiones sobre el dinero que Salomón Castiel ha recibido de
manera irregular por dirigir el Festival de Cine Español de Málaga en ediciones
anteriores. Hasta ahora éste es el resultado: ninguno, con más de 50 llamadas
telefónicas hechas a dependencias municipales; el gerente de Promálaga se niega
a hablar; las peticiones de entrevistas con Diego Maldonado y Javier Ferrer han
sido obviadas; en la Oficina de Comunicación del Consistorio se 'lavan las
manos'... ¿Transparencia informativa, alcalde?
YA el pasado verano EL OBSERVADOR realizó una petición
formal al gerente de la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa),
José Luis Rodríguez, para realizarle una entrevista con el
objetivo de incluirla en el monográfico sobre la situación del agua en
Málaga que este medio de comunicación publicó hace un par de meses. El gerente
de Emasa, precisamente la empresa cuestionada por la Cámara de Cuentas de
Andalucía, finalmente dijo que no hablaría con EL OBSERVADOR tras dar largas a
reiteradas llamadas y peticiones telefónicas y por escrito.
EN el caso del Festival de Cine Español de Málaga
EL OBSERVADOR llamó a la
Oficina de Comunicación del Ayuntamiento por primera vez el 25 de noviembre
(hace casi un mes). Se pidió que se realizaran las gestiones para poder hacerle
algunas preguntas telefónicas al gerente de Promálaga, empresa pública que hasta
la última edición del festival se ha encargado de sus cuentas y pagos. Se
informó del tema del que se quería hablar (cómo y por qué procedimiento ha
cobrado hasta ahora el director del Festival Salomón Castiel). Tras una semana
esperando el resultado de las gestiones y varias llamadas interesándonos por la
cuestión, se nos informa desde el departamento de comunicación que directamente
hagamos las gestiones en Promálaga, gestiones que habíamos comenzado ya al mismo
tiempo que en Prensa, donde se 'lavan las manos' y eluden responsabilidades.
El máximo responsable de Comunicación, Juan Carlos Jiménez
Laz, ni siquiera se pone al teléfono. En Promálaga, y tras reiteradas
llamadas durante varios días se nos asegura que el gerente, José Estrada,
necesita la autorización de la Oficina de Comunicación o de algún superior para
poder hacer declaraciones.
SE contacta con la concejala Patricia Marín
(teórica superiora política), único cargo del Ayuntamiento que ha asumido su
responsabilidad y se ha dignado hacer declaraciones a EL OBSERVADOR, que asegura que no
tiene que dar permiso a ningún gerente de las empresas municipales para hablar.
Se traslada a Promálaga lo que nos ha dicho la concejala intentando corroborar
que no hay impedimento ya para la entrevista. Este medio de comunicación espera
diez días más a que se le conceda día y hora para habar telefónicamente y,
finalmente, la secretaria del gerente dice que José Estrada no
piensa hacer ninguna declaración.
A Diego Maldonado, como concejal
de Cultura, también se le pidió una entrevista telefónica hace ahora 15 días,
para realizarle las mismas preguntas que José Estrada se ha negado a oír y
responder. Aún no hay ninguna noticia al respecto. Igual suerte parece haber
tenido la petición de entrevista realizada hace una semana al coordinador y
responsable de las empresas municipales, Javier Ferrer Morató,
para que se haga cargo de lo que no se desea afrontar desde Promálaga.
PESE a la flagrante dejación de funciones del
Ayuntamiento de Málaga del PP sobre comunicación y transparencia informativa, EL OBSERVADOR va a seguir a la espera
de las peticiones que ha realizado para que alguien dentro del Consistorio pueda
responder a preguntas sobre las posiblemente extrañas e irregulares fórmulas por
las que el gerente del Teatro Cervantes, Salomón Castiel, ha cobrado sueldos
extra por dirigir el Festival de Cine Español. Algo de lo que nadie, pero nadie
nadie, está dispuesto hablar desde el Ayuntamiento malagueño, incluido (o el
primero) su alcalde, claro.
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