Por Jesús Manuel Ortiz Morales (Portavoz de la Coordinadora ‘Hazlo en tu puerta’)
15/011/06 MÁLAGA. Es
la primera vez que el Envío de Noticias de EL OBSERVADOR
se hace eco de una ‘Carta al director’ (carta al alcalde en este caso). La
firma corresponde a Jesús Manuel Ortiz Morales, portavoz de la
Coordinadora ‘Hazlo en tu puerta’, y que representa a más de 120 viviendas
del Pasillo del Matadero (Málaga).
Por Jesús
Manuel Ortiz Morales (Portavoz de la Coordinadora ‘Hazlo en tu
puerta’)
15/011/06 MÁLAGA. Es
la primera vez que el Envío de Noticias de la revista EL OBSERVADOR
se hace eco de una ‘Carta al director’ (carta al alcalde en este caso). La
firma corresponde a Jesús Manuel Ortiz Morales, portavoz de la
Coordinadora ‘Hazlo en tu puerta’, y que representa a más de 120 viviendas
del Pasillo del Matadero (Málaga) y a unos 300 vecinos en total. Pasado
mañana viernes 17 de noviembre una representación de estos vecinos de C/
Paseo del Matadero números 1, 2 y 3 se reúne, tras muchos intentos
infructuosos, con el Ayuntamiento (con su concejal de Urbanismo, Juan
Ramón Casero, y de Transportes, Javier Berlanga). Intentarán arreglar lo
que consideran “un grave problema con el
Ayuntamiento por una intervención urbanística salvaje” en su calle. “El
alcalde De la Torre ha convertido nuestras viviendas en una cárcel con lo
que ha hecho en Pasillo del Matadero. Casi no caben los coches para
aparcarlos en los garajes, el día que suceda algún incidente comprobarán
que ni los bomberos ni las ambulancias pueden entrar aquí…”
Los intereses creados
EL concepto de “interés general”
parece ser muy dudoso en el abecedario político. La frecuencia con que, en
nuestro país, se tiende a confundir dicho concepto con el de “interés de
unos pocos, pero con suficiente poder” es histórica y parece estar en el
origen del problema de la corrupción política (ahora, muy de actualidad).
Hoy ya parece evidente, incluso para los propios gobernantes, que muchos
de los casos de “interés general” son muy sospechosos (si no, no estarían
en los tribunales ni siendo “purgados” de su propio partido). Pero,
tradicionalmente, incluso en estos casos, o mejor, especialmente en estos
casos, se ha procurado mantener una apariencia de formalidad y legalidad.
Y, por tanto, se han dado siempre por supuestos : 1) una justificación del
“interés general”, con estudios aparentemente serios y con los necesarios
parámetros y datos, aunque fueran amañados; 2) una mínima actuación
propagandística tendente a convencer de que se trata de la solución
correcta y consensuada para todos (entrevistando y pidiendo información a
los vecinos, aunque fuera todo una pantomima); 3) un escrupuloso
desarrollo según la normativa vigente, y con el obligatorio estudio
de impacto socio-ambiental correspondiente, aunque fuera ridículo; y 4)
una rígida perfección en la realización final de la obra (se construía en
malos lugares, o a alturas inapropiadas pero, por lo menos, lo construido
estaba bien terminado y no provocaba peligros
añadidos).
AHORA bien, cuando el proyecto de “interés general” no presenta la más mínima apariencia de seriedad en su justificación, se ha rehuido continuamente la entrevista con los afectados, se ha realizado sin estudio previo de impacto ninguno y se ha construido algo irregular y peligroso según las normas de seguridad vigentes para ese tipo de intervención, pasa de ser “sospechoso” a ser “escandaloso”. Pero si, además, se emiten mensajes engañosos a la prensa culpando a otros del desaguisado y se hace “cuando nunca se hace nada en esta ciudad” (en feria, y con 20 operarios trabajando a destajo, para pillar a los vecinos desprevenidos y acabar cuanto antes el “hecho consumado”), el asunto entra de lleno en la “cacicada”.
Y esto es lo que pasa en la intervención (o rampa de lanzamiento) del inicio de Pasillo del Matadero. Por eso estamos protestando los vecinos. Por eso y porque, al día de hoy, esta carreterita con escalón lateral de 2 metros y estrechamientos peligrosos (recomendada como autovía sin limitaciones) seguiría casi sin usuarios si no fuera porque se está “obligando” y “educando” a los conductores a utilizarla, con malas artes (por ejemplo, recreciendo las aceras de entrada a calle Cuarteles para dificultar su acceso, lo que es, además de absurdo, muy peligroso; o no indicando en las señales el verdadero estado de la ruta, con obras, estrechamientos, escalones y peatones cruzando continuamente; o, contemplando el próximo y desconcertante cambio de sentido de Jacinto Verdaguer, cuyo único y verdadero “sentido” es convertir nuestro tramo en “alternativa justificada”).
PERO, además, también protestamos por una clara injusticia discriminatoria: al partido socialista le han montado un pleno de varias horas simplemente por haberse preocupado y preguntado al alcalde, una sola vez, por su familia; y a nosotros, que desde hace meses tenemos en nuestro pensamiento continuamente a la susodicha familia, nos está costando un mundo el que nos reciba unos pocos minutos.