OPINIÓN. Foto con pie. IMAGEN
Redacción

02/04/13. Opinión. “Recuerdo que una de las críticas más fuertes al botellón era que los niñatos borrachos dejaban todo lleno de mierda. Los ‘semanasanteros’ no tienen ni la excusa de la edad ni la del alcohol”. Con estas dos frases acompaña un lector de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com dos elocuentes imágenes tomadas la madrugada del Jueves Santo en la Alameda de Málaga. Son instantáneas de las que nunca aparecen en los suplementos y prensa cofrade, aunque sí hay fotodenuncias similares si lo que se celebra es, por ejemplo, la Feria de Málaga.

CUALQUIER aglomeración humana en Málaga -Noche de San Juan, Feria de agosto, Semana Santa, partido en La Rosaleda…- deviene, parece que irremediablemente, en un reguero de mierda y basura, bolsas de plástico, latas de refresco, papeles, cáscaras de pipas y similares detritus en volumen suficiente como para ilustrar el grado de educación, higiene y civismo de la ciudadanía en una sola expresión: “Una mierda”.

ANTES de la Semana Santa, y con la amenaza de huelga de los basureros, el Ayuntamiento de Málaga dictó un bando con unas recomendaciones entre las que estaba la de no arrojar nada a la vía pública, con el fin de mantener la limpieza en la calle. A la espera de que alguien haga caso a esta prédica, aún con la huelga desconvocada, sólo falta que el Consistorio sitúe papeleras y contenedores allá donde la sucia masa se aposente y que estos ‘buenos malagueños’ de Semana Santa y Cofradía, discípulos de Esperanza o de María, los usen y no se comporten como la piara de cerdos que son.



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