OPINIÓN. Foto con pie
Redacción
21/05/13. Opinión. Se roban coches, motos, bicicletas, cajas de ahorro (desde dentro), cosechas de aceitunas, toneladas de cobre, toallas de hoteles, depósitos de droga, bases de datos, tarjetas de crédito, novias, maridos, cadáveres, televisiones, teléfonos de última generación, elecciones, hígados para trasplantes… de todo se roba. Pero este carrito de infante, a fe de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com que no se roba.
POR su propio interés rogamos que mantengan sus pertenencias controladas en todo momento. No solo en el aeropuerto. También en la calle. Vigilen a los niños, pero también a sus carritos. Es una cuestión de salud. Previene la escoliosis, el dolor de lumbago, las tensiones cervicales. Asegura el silencio, la ingesta de pan, el lanzamiento de sonajeros.
¿QUÉ hay más inocente que un carrito de bebé? Una herramienta con la que Eisenstein cambió la historia del cine dejándolo caer por las escaleras de Odessa ¿Cabe más angustia e impotencia en una imagen? Mejor no pensemos en ello. Mejor encadenemos las ruedas. Y que se robe de todo, pero no los carritos. Ni siquiera cuando están vacíos.