La retirada de tejados por el tornado de 2009 en Málaga
visualizó las medidas de seguridad obligadas en esta tarea que han sido
obviadas en las obras del suburbano
21/03/12. Sociedad. Muchos
malagueños recuerdan las fotografías de operarios ataviados de monos de trabajo
especialmente protegidos en los tejados de la barriada de San Andrés para
retirar las estructuras de fibrocemento (compuesto de amianto) que resultaron
dañadas tras el paso de un tornado por la ciudad en febrero de 2009. Este mismo
material cancerígeno -causa de 150.000 muertes al año, según la Organización
Mundial de la Salud-ha sido expuesto a trabajadores y vecinos durante las obras
del Metro de Málaga, que han roto y levantado antiguas tuberías y
canalizaciones, como evidenciaron ayer las IMÁGENES publicadas por EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Contravenir las normas de
seguridad regladas para retirar este material, popularmente conocido como
uralita o fibrocemento, está tipificado en el Código Penal y ha sido denunciado
por el Servicio de Protección de la Guardia Civil en Málaga (SEPRONA) en
docenas de casos similares al de Metro Málaga.POR segundo día consecutivo esta revista telefoneó ayer a Metro Málaga para preguntar a su director, Enrique Salvo, por la existencia de un plan de trabajo específico con amianto, habitual y obligatorio en estas grandes obras. Tampoco en esta ocasión hubo respuesta.
LA cuestión no es baladí y obedece a las fotografías que ilustran esta información, que evidencian que han sido contravenidas las normas de seguridad y salud obligadas para la retirada de este material cancerígeno, al menos y que se sepa, en el tramo de calle Héroes de Sostoa, y calle Marqués de Valdeflores.
LAS labores de ‘desamiantado’, o sea, la retirada del material conocido popularmente en España como uralita o fibrocemento, están muy reguladas legalmente. No en vano, el amianto está tipificado como un agente cancerígeno de primer orden por la OMS. Dado que es un material muy presente porque se ha utilizado con profusión durante décadas para hacer desde tuberías y conducciones hasta depósitos, edificios o barcos, hay una amplia normativa al respecto.
EL Real Decreto 396/2006 establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto y la Directiva 2009/148/CE regula la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados al amianto. Y en caso de que no se sigan las prescripciones, se puede dar lugar a un delito contra la salud y contra el medio ambiente, tipificado en el Código Penal.
YA en 2006, el Servicio de Protección de la Guardia Civil en Málaga (SEPRONA)
denunció una veintena de
obras en la provincia de Málaga por, como ha ocurrido con el suburbano, retirar
este material exponiendo a trabajadores y ciudadanos a fibrósis pulmonares y
cánceres de pulmón, pues tales son los efectos que provocan las fibras y
partículas de amianto cuando se descomponen. La OMS calcula que la
tercera parte de los cánceres profesionales son debidos al amianto. En España
se estima que unas 50.000 personas fallecerán por causas relacionadas con este
material en las próximas tres décadasEXISTE un registro específico de la Junta de Andalucía con las empresas que realizan tareas de retirada de amianto. En el caso de una gran infraestructura como Metro Málaga, lo que se exige es plan de trabajo específico con amianto en el que se establezcan los protocolos de seguridad que deben llevarse a cabo, dado que varios kilómetros de antiguas canalizaciones de fibrocemento van a ser levantadas al paso de las obras.
SIN entrar en detalles, la Ley obliga a que los trabajos en los que se manipulan materiales que contienen amianto esten sujetos a la realización de un informe sobre las acciones a llevar a cabo. Un documento en el que se tiene que indicar cómo se ejecutará la retirada de los materiales, intentando siempre que no se produzca rotura de los mismos para evitar la dispersión de las fibras, que son los agentes cancerígenos. También hay que apuntar cómo se van a almacenar, siempre protegidos, lacrados y etiquetados, indicando el riesgo de amianto. También hay que acotar la zona de los trabajos indicando que se está manipulando amianto.
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