
Gracias al programa Sócrates que impulsa la Unión Europea
19/10/07.
Medio Ambiente.
El Instituto Politécnico de Málaga, un centro escolar de Rumanía, otro de
Polonia y el Liceo Francés de Bilbao trabajan desde hace un año en un proyecto
educativo en común que combina el aprendizaje de idiomas y la concienciación
sobre la necesidad del reciclaje de residuos, explica a EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com
el director del centro malagueño Arturo Fernández
Sanmartín, que ha viajado a Bilbao recientemente para reunirse con el resto de
participantes en el proyecto.
EL objetivo de estos
programas educativos inscritos dentro del Proyecto Sócrates de la Unión Europea
es doble. Por un parte el aprendizaje de idiomas, ya que los trabajos se deben
realizar obligatoriamente en una lengua única y común, distinta de las
vernáculas de cada uno de los centros. En este caso se ha elegido el inglés. Y
por otro lado la necesidad de introducir en los alumnos conciencia y prácticas ecológicas
y respetuosas con el Medio Ambiente, ya que el tema de trabajo es tan actual y
necesario como el reciclaje de residuos.
“LAS cuatro erres. Las tres
clásicas: reutilizar, reducir, reciclar, más una nueva, la reacción, en el
sentido de comenzar a establecer rutinas sostenibles”, afirma el director del
Instituto Politécnico de Málaga, Arturo Fernández, quien atendió a EL OBSERVADOR desde Bilbao, a donde se trasladó la pasada
semana para asistir a una reunión sobre este proyecto con sus colegas europeos.
Fernández hace hincapié en que desde el comienzo del proyecto ya han conseguido
instalar contenedores y papeleras selectivos junto a dicho centro, además de
visitar el vertedero malagueño de Los Ruices, donde algunos alumnos realizaron
un vídeo que enseñaron más tarde al resto de bachilleres.
LAS actividades que se
vienen realizando en cada uno de estos cuatro centros educativos sobre este
tema tratan de aunar vistosidad y diversión. Han sido desde un desfile de modas
con ropa realizada con residuos, como es el caso de los institutos de Rumanía y
Polonia, hasta exposiciones con restos y desechos como ha sido el caso de los
alumnos de Bellas Artes que también estudian en el Politécnico de Málaga.
