Estudios detectan alteraciones genéticas y problemas respiratorios entre voluntarios
22/12/06 MÁLAGA. María
–nombre ficticio– fue una más de las decenas de miles de españoles que
colaboraron en las tareas de recogida del fuel vertido tras el hundimiento
del petrolero Prestige en Galicia.
Estudios detectan alteraciones genéticas y problemas
respiratorios entre voluntarios
22/12/06 MÁLAGA. María
–nombre ficticio– fue una más de las decenas de miles de españoles que
colaboraron en las tareas de recogida del fuel vertido tras el hundimiento
del petrolero Prestige en Galicia. En este año 2006 sufrió un aborto
sietemesino por alteraciones en el cromosoma 18. Ahora se ha sometido a un
cariotipo, (un análisis de su adn), alertada por los últimos estudios
científicos de demuestran que se han detectado alteraciones genéticas y
problemas respiratorios entre los que ayudaron en las tareas de limpieza,
explica a el EL
OBSERVADOR.
Su ginecólogo no descarta que haya relación entre ambos hechos. Luis Díaz,
médico miembro de la gestora de ‘Nunca Mais’ fue uno de los primeros que
alertó sobre los peligros para la salud que corrieron militares,
trabajadores, pescadores y voluntarios del Prestige y ya advirtió en su
día que las mascarillas que se repartieron “eran ineficaces, no servían
para nada”.
LA propia
María, que quiere preservar su intimidad, reconoce que no está segura de
que su aborto y el trabajo que desarrolló en la costa gallega recogiendo
fuel durante cinco días estén relacionados. Un extremo muy difícil de
confirmar, según las fuentes consultadas. Pero desde que conoció un
informe de la Universidade da Coruña –del que se hicieron amplio eco los
diarios El País y ABC– que demuestra que la marea
negra produjo alteraciones genéticas en los colectivos que trabajaron en
su retirada y tras consultar con su ginecólogo, decidió someterse a esta
prueba. Ahora espera los resultados del cariotipo. Como ella misma explica
“mi intención no es alarmar a la gente, mi caso puede deberse a otros
factores –ha sido fumadora y tiene 37 años– pero creo que especialmente
los voluntarios deben saber a los peligros a los que se
expusieron”.
EL estudio en cuestión –para el que no se recibió financiación ni de la Xunta ni del Gobierno central– fue realizado por tres investigadoras y muestra cómo el vertido deterioró el ADN de aquellos que participaron en la recogida del chapapote. Blanca Laffon, una de estas tres científicas, precisa no obstante a EL OBSERVADOR que el daño en la estructura genética “puede ser reparado por el propio organismo con facilidad y no significa que se vayan a desarrollar patologías”.
NO ha sido esta la única investigación médica realizada a causa del Prestige. Un estudio similar de la Separ, (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) detectó que un 15% de los 800 limpiadores estudiados presentaba irritación crónica en los bronquios. La misma prudencia muestran los autores de esta investigación que subrayan que los resultados se verán con más claridad a largo plazo.
LUIS Díaz
es responsable de salud de la asociación ecologista Adega y miembro de
‘Nunca Mais’. Este médico junto a 2.000 profesionales del sector
demandaron ya en 2002 la conveniencia de un estudio epidemiológico para la
población que participó en la extracción del fuel, sobre todo en aquellos
que se expusieron durante periodos prolongados: marineros, mariscadores,
trabajadores y militares. Díaz compareció en el Congreso durante la
comisión de investigación del Prestige en la que criticó que las
mascarillas respiratorias elegidas para proteger a los limpiadores “no
estaban suficientemente protegidas, eran insuficientes, no servían para
nada”. Y al igual que las otras fuentes consultadas insiste en que “hay
que hacer un seguimiento sobre las personas que estuvieron expuestas más
tiempo porque las secuelas por ejemplo que puede causar el benceno –una
sustancia tóxica en mínimas dosis presente en el fuel– no pueden ser
detectadas sino a largo plazo”.
ANTE estos hechos, María, al igual que Luis Díaz y Blanca Laffon, admiten que el Ministerio de Sanidad carece de un protocolo de actuación para aquellas personas afectadas por las tareas de retirada del fuel.
PUEDE consultar aquí las informaciones aparecidas en El País y ABC sobre las consecuencias para la salud del Prestige: