Vecinos de La Araña hablan por primera vez del calvario que sufren día a día
27/12/06 MÁLAGA. Gallinas
ciegas que mueren jóvenes y enfermas; un huerto yermo convertido en un
erial por la capa de polvo, cemento y carbón que lo cubre; cristales y
molduras rotos por las voladuras; insomnio y llantos nerviosos a causa de
un ruido que no cesa; alergias, dolores de garganta, escozor de ojos...
Vecinos
de La Araña hablan por primera vez del calvario que sufren día a día
27/12/06 MÁLAGA. Gallinas
ciegas que mueren jóvenes y enfermas; un huerto yermo convertido en un
erial por la capa de polvo, cemento y carbón que lo cubre; cristales y
molduras rotos por las voladuras; insomnio y llantos nerviosos a causa de
un ruido que no cesa; alergias, dolores de garganta, escozor de ojos y
problemas respiratorios; cientos de litros de amoniaco, aguafuerte y lejía
consumidos en miles de horas de limpieza inútil; ventanas y puertas
cerradas a cal y canto…vivir junto a la fábrica más contaminante de la
provincia de Málaga acaba por desquiciar al más templado. Todo esto
explica a la revista EL
OBSERVADOR Teresa Mena, una de las vecinas de La Araña que no se muerde la lengua al
preguntarle sobre la multinacional Financiera y Minera y su fábrica de
cemento: “No hay derecho que una fábrica que lleva aquí cien años no
prospere en quitar polvo, sino que cada vez eche más. Es que hasta lo
masticamos”.
EN el
barrio de La Araña no hay esquinas, no existen los ángulos rectos. Cada
rincón está cubierto por una moldura cóncava compacta, mezcla de polvo,
carbón y cemento, producto de las emisiones de la fábrica cementera. Frente a la casa de Teresa Mena,
los que esperan en la parada del autobús utilizan servilletas desechables
para no aplicar a sus ropas una capa de mancha gris. Teresa nos invita a
pasar por la cocina, “la puerta principal casi no la uso, la tengo
cerrada, para que no se me ensucie el salón”. El resto de las persianas
también están echadas. Casi nunca las abren como medida de
protección.
LA lucha por mantener la casa limpia mientras afuera llueve polvo es desesperante. “Me gasto todos los meses un dineral. Compro dos cajas de amoniaco especial, dos de lejía y además unos productos especiales para quitar el cemento que me cuesta cada bote más de 30 euros para el porche, para los cuartos de baño tengo otro que también vale caro. Para tener la casa medio limpia me paso unas cuatro horas al día y los domingos me ayuda mi marido. No cunde porque he terminado en un sitio cuando ya tengo polvo en otro”.
LA casa,
un chalé casi puerta con puerta con la fábrica, tiene en su amplio jardín
un gallinero, algunos árboles frutales y un huerto. Todo está envuelto por
una película de ceniza. “Si cojo limones tengo que
pasarlos con ‘scotch britte’, las naranjas, todas podridas, se han caído y
son incomibles, los cacharros donde comen las gallinas se friegan todos los días. Ya se han muerto
ocho, empiezan con problemas en los ojos, no los pueden abrir por el
cemento, algunas enferman y se mueren”. En el huerto Teresa muestra una
berenjena gris. “Este año no ha salido nada. Mira, todo está cubierto de
polvo, aquí no sobrevive nada. Nada da fruto”.
LAS emisiones de la cementera de Financiera y Minera, perteneciente a su vez a la multinacional italiana Italcementi Group, alcanzan un total de 770 mil toneladas de Dióxido de Carbono (CO2), según datos oficiales de la Junta de Andalucía en 2004. La Unión Europea considera las 100 mil toneladas como el umbral máximo, por lo que se sobrepasa este tope en un 670%, contaminación que no ha dejado de aumentar en los últimos años. Monóxido de Carbono (CO), Óxidos de Nitrógeno (NOx), Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos (PAH) y PM10 son otras partículas contaminantes que la cementera de La Araña sobrepasa en mucho los límites establecidos por la UE.
ESTAS emisiones no sólo afectan a plantas y animales. Teresa está preocupada
especialmente por su salud y la de su familia. “Hemos tenido que ir a urgencias
cada dos por tres porque nos cae cemento en los ojos, mi hijo dejó de ir
en moto porque se le quedaban como tomates. Tenemos alergias. Nos pica la
garganta siempre y mi marido no respira bien”.
DENTRO de
la casa Teresa nos muestra los desperfectos que han causado las voladuras
de la fábrica: cristales rotos, tuberías cambiadas, molduras reparadas.
“Por no hablar del ruido. A las cinco de la mañana empieza a funcionar el
rodillo. A partir de esa hora ya no se puede dormir. He visto a mi hija
con crisis nerviosas cuando hicieron las últimas obras de ampliación en
las que no paraban día y noche”.
CONVENCIDA de que las emisiones no hacen sino aumentar Teresa describe el progresivo empeoramiento de las relaciones con la empresa. “Han hecho obras, me han cogido metros, me han roto la cancela, se lo he dicho y no me lo han arreglado. Y cada vez que llamo para protestar por las nubes de polvo, carbón y cemento se ríen de mí. Aquí no hay quien diga nada, claro, ellos son una multinacional y tienen todas las de ganar”.
PUEDE leer aquí otras noticias publicadas anteriormente sobre la fábrica de cementos de La Araña, de Financiera y Minera:
- 07/06/06 La empresa que más contamina de la provincia de Málaga patrocina
suplementos especiales en diarios locales en el Día del Medio Ambiente
- 14/03/06 Financiera
y Minera revalida su título como la
empresa que más contamina de Málaga al expulsar al aire 770 mil toneladas al año de CO2.
- 21/11/05 La empresa más contaminadora de Málaga y la Asociación
de la Prensa organizan una jornada de Medio Ambiente y Periodismo para mañana.
- 22/07/05 Financiera y Minera inserta publicidad en periódicos para dar una imagen irreal de respeto al medio ambiente.
- El Observador #47. Denuncia contra la fábrica de La Araña en el Juzgado de Guardia por delito ecológico
- El Observador #46. 'Crimen contra el patrimonio histórico' y
'Malos humos: la cementera y su caldera de neumáticos'
- El Observador #45. Contaminadores en Málaga