Propietaria de la segunda cementera que más contamina en Andalucia
22/07/05
MÁLAGA. Viola todos los topes
legales de emisiones con creces pero se 'vende'
como una empresa comprometida con el medio ambiente. La información que
incluye en los periódicos, previo pago, como publicidad o
publi-reportaje habla de las excelencias y el respeto que guarda con
el entorno y la naturaleza. Los datos oficiales de emisiones, en posesión
tanto de la Unión Europea como del estado español y de la Junta de
Andalucía, sin embargo demuestran que la contaminación que produce es
tan desorbitada que figura en la 'lista negra' de empresas más
dañinas para la naturaleza.
HABLAMOS de la fábrica de cementos de
Málaga dirigida por Enrique Álvarez-Cascos (en el barrio de La Araña),
perteneciente a Financiera y Minera (que a su vez depende de la firma
italiana Italcementi Group), la segunda cementera más contaminante de toda
Andalucía, sólo por detrás de la fábrica de Carboneras
(Almería), propiedad de Holcim.
LA última de las publicidades que
Financiera y Minera ha promovido (en un formato que simula a un reportaje
informativo) se insertó en el rotativo Málaga Hoy hace tres semanas, bajo
el título 'Medio ambiente asegurado', y que constituye un claro ejemplo de
publicidad engañosa.
LA fábrica de
cementos de La Araña emite al aire al año 714 millones de kilogramos
de Dióxido de Carbono (CO2) cuando la cifra
tope según la ley es de 100 millones. Es decir, expulsa un 614%
más del máximo legal permitido. En Monóxido de Carbono (CO) produce
un 114% más (1.070.000 kilos al año cuando la cifra máxima está
situada en medio millón). En Óxidos de Nitrógeno (NOx) su emisión
sobrepasa el tope en la friolera cifra de un 1.100% (1.200.000
kg. frente a los 100.000 permitidos). Estos son datos oficiales
referentes al año 2002 (el último hecho público, pues los de los
años 2003 y 2004 todavía se están elaborando), facilitados obligatoriamente
por la propia empresa a la administración andaluza y que se pueden
consultar en la página web de la Consejería de Medio Ambiente.
PESE a estas incuestionables
cifras, en el último reportaje aparecido en la prensa, de una
página entera, se habla del "compromiso de la empresa (en referencia
a Financiera y Minera) con el medio ambiente" y de que se encuentra
inmersa en un proceso para "reducir sus ya de por sí escasísimas
emisiones". La información cuenta con las declaraciones
del director comercial de Financiera, Juan López Escobar, que
asegura que en Financiera y Minera "no nos conformamos con tener
la certificación medioambiental, siempre queremos ir por delante
de la normativa. Estamos en un proceso de permanente mejora, lo
que es muy valorado por la mayoría de los colectivos conservacionistas".
LAS palabras de
López Escobar quedan desacreditadas por completo cuando se comparan
con los datos oficiales. Además de los ya referidos a 2002, tan
sólo hay otro año del que se conozcan públicamente las cifras
de contaminación: en 2001 (gracias a que la Unión Europea decidió,
en el año 2000, obligar por ley a hacer públicos datos de este
tipo, en aras de la transparencia y el derecho a la información
de los ciudadanos). En este primera año la contaminación de la
fábrica de La Araña es aún mayor a la de 2002, según se puede
apreciar en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes
(EPER) del Ministerio de Medio Ambiente.
EN cuanto a que
Financiera y Minera es muy valorada por los colectivos conservacionistas, es bastante difícil de
imaginar, más si cabe si no se citan expresamente qué colectivos.
Como ejemplo, pero de todo lo contrario, se encuentra el caso
de los vecinos de El Candado (un barrio de Málaga situado a unos
dos kilómetros de la fábrica) y que tenía previsto poner en estas
fechas una denuncia en el Juzgado de Guardia contra la cementera
por delito ecológico. Las pruebas las basan los vecinos en dos
mediciones realizadas durante 2004 "en las que en más de la mitad
de los días analizados se superan los niveles máximos permitidos
de contaminación", según sostiene el secretario de la comunidad
de propietarios, Germán Fernández, que añade que también tienen
un informe de la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la
Junta de Andalucía donde, según esta misma versión, en 27 de los
33 días analizados a lo largo del año pasado se supera el umbral
máximo permitido.
LA
información de Financiera y Minera, sin embargo, sostiene en palabras de López
Escobar: "La cementera nunca representará un problema medioambiental.
Nuestra máxima es ofrecer calidad total, no sólo en el producto, sino en
nuestros procesos y el respeto al medio ambiente". Este tipo de política
informativa es muy habitual en grandes empresas, que prefieren granjearse
una buena imagen en la sociedad mediante inserciones publicitarias,
patrocinios de actividades de vecinos y de equipos de competiciones
deportivas de la zona, creación de premios anuales para reconocer la
labor de personalidades de la ciudad... antes que invertir todos sus
esfuerzos en, de verdad, hacer del entorno un lugar más habitable y no
perjudicial para los habitantes mediante la adopción de técnicas de
producción que no dañen el medio ambiente.
PUEDE obtener
más información sobre la contaminación que produce la fábrica
de cementos de La Araña en anteriores números de EL OBSERVADOR:
- Revista El Observador
# 45
- Revista El Observador
# 46
- Revista El Observador
# 47