Cocina vegetal
Por Dela Uvedoble
22/12/20. Opinión. La escritora malagueña Dela Uvedoble comparte con los lectores de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com recetas de “su” cocina vegetal: “Aquí encontrarán recetas sencillas y familiares, la mayoría malagueñas. Son las comidas que preparo para los míos, sanas, económicas y... totalmente vegetales”. Esta semana nos trae una receta de turrón de garbanzos. Pasen y...
...pónganse el delantal.
Receta 10. ¡Al turrón!
Quisiera cerrar este año horrible con algo dulce, aunque sea un postre humilde como el que traigo. Decía él gastrónomo Brillat Savarin que “un buen postre tiene la virtud de hacer olvidar una comida mediocre”.
Esta receta me la dio una compañera vegana y confieso que la preparé solo para ver si me estaba gastando una broma, pero no. Es uno de los dulces más saludables y deliciosos que he probado, con su puntito navideño pero comodín para cualquier época del año.
Turrón de chocolate y garbanzos
Habéis leído bien, os garantizo que el de Suchard se queda en pololos ante este.
Ingredientes:
—1 bote grande de garbanzos cocidos, ecológicos mejor.
—2 tabletas de chocolate para cobertura, sin azúcar y de 70% de cacao.
—Un chorrito de sirope de ágave para endulzar, es un producto muy parecido en aspecto a la miel pero totalmente vegetal.
—Opcional de mi cosecha = un puñadito de almendras molidas.
Preparación:
1) Machacad con un tenedor los garbanzos, previamente escurridos, para que tengan textura. Agregarles las almendras.
2) Poned el chocolate al baño María hasta que funda, endulzarlo y añadirle los garbanzos. Mezclar bien.
3) Volcad en moldes, volteando para que quede la cara bonita arriba, yo usé dos pequeñitos de aluminio desechable, que desmoldan fácilmente.
4) Cuando se enfríen meter en la nevera unas 5 o 6 horas. Desmoldar y poner en una bandeja pues está listo para comer.
Garantizo el éxito y os sugiero que lo deis a probar sin mentar sus ingredientes hasta ver reacciones, veréis como se sorprenden de cómo la cocina vegana es tan rica.
Otra ventaja es poder comerlo sin demasiada culpa. Son legumbres y cacao negro por lo que es sanísimo.
Una pizca de historia: Don Benito el Garbancero
No hay duda de que el escritor canario Pérez Galdós fue quien mejor supo describir la sociedad decimonónica española, concretamente la madrileña. Se acercó a ella con un enfoque diferente por lo realista y objetivo.
Sus personajes aprendían a contar con garbanzos, se deslomaban para ganarse las habichuelas y cuando tenían posibles aviaban un puchero que resucitaba a un difunto.
Es por esto que Valle Inclán puso el apodo del “Garbancero” en la boca de uno de sus personajes de “Luces de Bohemia” quedando para la posteridad y dando un nimbo de novelista menor, totalmente injusto, a Galdós.
El caso es que el autor del “Ruedo ibérico” admiraba al canario pero una desavenencia causada por terceros le hizo tomarle ojeriza. La prueba es que el mote le fue dado cuatro años después de muerto (el rencor es alargado).
A don Benito no le hubiera molestado el nombre sino la intención.
En “Fortunata y Jacinta” dice que el garbanzo “resiste a todas las modas del comer”, y en “El amigo Manso” (1882), cuyo protagonista se presenta como hombre de buena salud afirma: “todo lo que me ponen delante me lo como, sin preferencias, solo una que declaro sinceramente aunque se refiere a cosa ordinaria, el cicer arietinum, que en romance llamamos garbanzo, y que, según enfadosos higienistas es indigesto. Yo no lo he notado nunca. Estas deliciosas bolitas de carne vegetal no tienen sustitución posible y no me consolaría de perderlas”.
Si así pensaba un casi premio Nobel, que no lo fue por ser víctima de taimadas argucias, será por algo. Sirva esto como homenaje en este su año galdosiano.
Feliz naVIDAd, buenas almas.
Puede ver aquí anteriores recetas de Dela Uvedoble.