“Existen en funcionamiento 12 funiculares en España, de los cuales tres están en Barcelona. Todos los demás están ubicados en la mitad norte del país, de Madrid hacia el sur no existe ninguna infraestructura de estas características”

OPINIÓN. La arquitectura del turista
. Por Luis Callejón
Arquitecto


02/12/21. Opinión. El arquitecto y experto en turismo Luis Callejón escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el funicular a Gibralfaro: “En 2001 se planteó la posibilidad de comunicar la zona de la coracha con el castillo de Gibralfaro mediante la construcción de un funicular, realizándose estudios de viabilidad y posibles costes de la actuación, siendo este de unos ocho millones...

...de euros inicialmente, posteriormente tuvo una adaptación a la realidad y se estimo en veinte millones”.

La subida al monte

Hace quince días escribía sobre las infraestructuras que se podrían realizar en el parque de la capital. Hoy pretendo seguir con esta cantera imaginaria de posibles desarrollos en la ciudad, desarrollos que posibilitan la convivencia, que permiten disfrutar de una gran ciudad y poner en valor su patrimonio.



La semana pasada charlaba con un amigo sobre posibles infraestructuras que potenciasen el patrimonio y diesen un nuevo servicio a los ciudadanos y visitantes. Surgió en la conversación un tema olvidado pero que hace ya más de veinte años fue una estrella en los medios de comunicación de la ciudad e incluso apuesta electoral, esta infraestructura era el funicular a Gibralfaro.

Le comenté que cuando era pequeño y visité Barcelona para ir al Tibidabo, en ese viaje el recuerdo que marcó la visita fue esa especie de tren que subía montañas. El funicular del Tibidabo se inauguró en 1901, el funicular de Montjuic se inauguró para la exposición universal de Barcelona en octubre de 1928, para comunicar el monte con la ciudad, salvando un desnivel de 80 metros y tiene un recorrido de 758.

Si contemplamos el mapa de España y posicionamos todos los funiculares, vemos que existen en funcionamiento 12, de los cuales tres están en Barcelona, y todos ubicados en la mitad norte del país, de Madrid hacia el sur no existe ninguna infraestructura de estas características.

Volviendo a mi conversación, analizamos los últimos 20 años y vimos que en 2001 se planteó la posibilidad de comunicar la zona de la coracha con el castillo de Gibralfaro mediante la construcción de un funicular, realizándose estudios de viabilidad y posible coste de la actuación, siendo este de unos ocho millones de euros inicialmente, posteriormente tuvo una adaptación a la realidad y se estimo en veinte millones.


Se buscó inversión privada para desarrollar la obra y la posterior concesión, pero desgraciadamente llego la crisis de 2007, que ocasionó la retirada en espantada de toda inversión privada. El proyecto sigue en un cajón desde entonces.

A diario me comentan que un fondo de inversión esta buscando un activo para desarrollar en la Costa del Sol, generalmente hoteles y oficinas, proyectos que generen la rentabilidad necesaria para cubrir los objetivos prometidos a sus inversores. Soy de la idea que este puede ser uno que, si estuviese preparado para ponerlo en marcha, con todos los informes favorables de las distintas delegaciones, administraciones, etc. (burocracia), pudiese ser rentable y por lo tanto estudiado por dichos fondos.

Si tomamos como referencia los datos de los funiculares que se encuentran en funcionamiento, mas el potencial que tenemos en el monte Gibralfaro, con el castillo y las vistas de la bahía de Málaga, creo que sería un proyecto a analizar por los fondos de inversión o la empresa privada.

Si vemos hacia donde vamos en reducción de emisiones de dióxido de carbono, como suprimir los derivados del petróleo, ya que es el mayor productor de dichas emisiones del día a día de la ciudad. Por consecuencia a esta tendencia llegaron los patinetes eléctricos, las bicicletas eléctricas, las motos eléctricas, y porque no un transporte que comunique la zona del túnel de la Alcazaba con el Catillo de Gibralfaro, sin emisiones.

Aunque si volvemos la vista atrás, podemos ver que un proyecto que se gestó a mediados del siglo XIX, como fue el túnel de la alcazaba, se acabó inaugurando en el año 1999, y gracias a que un ingeniero técnico del Ayuntamiento Don Manuel Olmedo, que casualmente también es promotor de esta iniciativa, topó con un anteproyecto del túnel en el archivo municipal, y se empeñó en hacer realidad una infraestructura que hoy comunica barrios anteriormente separados por una montaña. Desde ese anteproyecto hasta el día de su inauguración han pasado cien años, esperemos que actuaciones de estas características no tengan que sufrir un agónico e interminable proceso burocrático, los cuales favorecen que determinadas actuaciones pasen del papel al humo.

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