“La siniestralidad laboral de las camareras de piso es la más alta en el sector, entiendo la necesidad de buscar soluciones que la reduzcan apoyándose en la formación”
“La formación no caduca, mientras que cualquier elemento mecánico tiene una vida limitada, por ello es necesario que busquemos soluciones que ayuden a los trabajadores y trabajadoras y a su vez se planteen con sentido común”
OPINIÓN. La arquitectura del turista
Por Luis Callejón. Arquitecto
21/04/22. Opinión. El arquitecto y experto en turismo Luis Callejón escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un artículo sobre la siniestralidad laboral y la formación en el sector turístico: “Soy de la idea de que la formación de los trabajadores y trabajadoras para evitar posibles accidentes es bastante mas productiva y económica que cambiar todas las camas de las unidades alojativas”...
La formación no caduca
Esta Semana Santa hemos disfrutado de las primeras vacaciones sin aforos, y sin distancia de seguridad, solo había que ver como florecía el destino de sol y playa con toda su oferta complementaria, tras dos años de pandemia. Se han alcanzado ocupaciones muy similares a las del año 2019, pero a una gran distancia se ha quedado la rentabilidad, ya que mientras que los precios del alojamiento no han podido subir lo necesario, los precios de nuestras materias primas han subido mínimo un 30%. Los hoteleros deben seguir siendo competitivos con otros destinos de similares características y por lo tanto la subida de precios debe de ser analizada con lupa, afortunadamente tenemos herramientas digitales para analizar estos datos y saber a donde se puede llegar en precio para poder seguir siendo competitivos.
Tras ver estos números de ocupación y teniendo en cuenta que la Semana Santa suele ser el termómetro de la temporada estival, podremos afirmar que este verano veremos buenas ocupaciones, pero poco rentables.
Estas ocupaciones han sido similares en todas las zonas turísticas de España, y una de estas zonas, Islas Baleares, ha desarrollado una nueva ley para transformar el sector con criterios de sostenibilidad. Esta ley pretende fijar las bases del turismo postpandemia en la sostenibilidad, es decir, ser los lideres de la transformación del turismo combinando para ello la experiencia del turista, las condiciones laborales de los trabajadores y el respeto a los residentes.
En esta Ley me llama la atención la deriva que ha tomado la sostenibilidad social, basándose en la calidad de los puestos de trabajo, y para ello se plantea la obligatoriedad de cambiar las camas de todos los establecimientos hoteleros que den servicio de limpieza diaria, a somieres que se elevan para evitar que las camareras de piso tengan lesiones a la hora de hacer las camas. Esta es una propuesta planteada por las Kellys de Baleares, también quiero recordar que en la Costa del Sol no existen las Kellys, ya que en el último convenio de hostelería, donde se contemplan todos los puestos de trabajos con sus respectivos sueldos y labores a realizar, se incluyó la obligación de las empresas a la hora de contratar servicios con empresas externas, a las cuales se les obligó a pagar a sus trabajadores el salario del convenio, por lo tanto en el sector de Hoteles y Apartamentos turísticos, legalmente no existen las Kellys.
La siniestralidad laboral de las camareras de piso es la más alta en el sector, entiendo la necesidad de buscar soluciones que reduzcan dicha siniestralidad, y para ello soy de la idea que la formación de los trabajadores y trabajadoras para evitar posibles accidentes es bastante mas productiva y económica, que cambiar todas las camas de las unidades alojativas de la isla. Alguno me dirá que soy un radical, pero si nos ponemos a analizar el trabajo de la camarera de piso, vemos que se agacha para hacer la cama y eso puede provocar lesiones de espalda, pero surge la siguiente pregunta, ¿cuántas veces más se agacha una camarera para limpiar una habitación con su baño?, quiero recordar que la bañera esta apoyada en el suelo, al igual que el plato de ducha, el inodoro y el bidé, elementos que se limpian a diario. ¿No seria mejor invertir en formación para que los trabajos se realicen con un riesgo mínimo para la salud?, esto beneficiaría el día a día del trabajador ya que lo podrá poner en practica incluso en su vida privada.
Desconozco si los trabajadores de las Islas Baleares tienen en sus casas instalados los somieres elevables, ya que, si no es así, podrán lesionarse en sus propias casas como nos ha pasado a casi todos, dándonos un tirón en la espalda cuando me he agachado sin tener en cuenta determinados movimientos físicos para evitar lesiones. Hoy está de moda usar a los entrenadores personales, para que el ejercicio que hagamos no nos perjudique y nos permita mejorar nuestro estado físico, por lo que igual estos profesionales podrían ayudar al sector, ya hay empresas hoteleras que trabajan en esta línea.
Siempre he sido partidario de formar y no obligar, ya que el beneficio de la formación lo disfrutaré el resto de mi vida, usándolo o no a mi antojo, y reconozco que determinados mecanismo ayudan a reducir la siniestralidad y son necesarios, pero veo que no podemos elevar todos los elementos que han de ser limpiados a diario, a no ser que ya este en el mercado el aparato sanitario elevable como la bañera, el plato de ducha, el inodoro, etc. yo ya me he puesto a trabajar para desarrollar una patente que permita reducir la siniestralidad en el día a día de la limpieza del baño, partiendo de la levitación de los aparatos sanitarios.
La formación no caduca, mientras que cualquier elemento mecánico tiene una vida limitada, por ello es necesario que busquemos soluciones que ayuden a los trabajadores y trabajadoras y a su vez se planteen con sentido común, para intentar que el turista, que somos todos, no vea incoherencias como las que he podido describir, y mas cuando se apuesta por la calidad y no por la cantidad.
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