“Ahora es diferente, el problema es una inflación, que los datos que tenemos de la anterior situación similar es de diciembre de 1986, donde se alcanzó el 8,3 (hoy 10,2)”
“No he escuchado las quejas del sector alojativo por la huelga de la aviación, esto suele pasar porque están intentando encajar los booking de la demanda solicitada, y un par de cancelaciones por la huelga de las distintas compañías no alteran los resultados del establecimiento, y siguen llegando reservas de última hora (característica del mercado nacional) que se encajan a mejor precio”
OPINIÓN. La arquitectura del turista. Por Luis Callejón
Arquitecto
14/07/22. Opinión. El arquitecto y experto en turismo Luis Callejón escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un artículo sobre la ocupación récord del verano, pero previene sobre los datos de otoño: “Después de esta visión de lo que queda de verano y de los titulares optimistas de estos días hablando sobre las ocupaciones, aún no he leído nada sobre el otoño, que a mi entender será el momento...
...difícil del turismo, ya que esta situación económica debe de ajustar la demanda, como ha ocurrido en otras ocasiones”.
¿Otoño? ¿Qué es eso?
Estos días me levanto leyendo noticias con titulares que empujan al optimismo, con ocupaciones en temporada alta que superan los datos prepandémicos, es decir que tenemos la planta alojativa en niveles de récord.
Si sigo leyendo más noticias empiezo a darme cuenta que el deseo a viajar mueve montañas, ¿Cómo es posible que con las huelgas de la aviación, la falta de ave conectando con Madrid, la carencia de personal cualificado, la inflación, etc., estemos dando números de récord?
Estamos en el ecuador de la temporada alta, siguen llegando los visitantes, incluso con el escoyo de las huelgas de trabajadores de aerolíneas que provocan cancelaciones de vuelos y caídas de reservas por motivos obvios, si no llego no duermo en el destino. Esto nos confirma que el grueso de los visitantes es nacional y se desplazan de diversas maneras, incluyendo el AVE, sobre este último medio de transporte se ha dicho mucho estos últimos días, desde distintos círculos de la sociedad de toda España, pero a mí me gustan las cosas claras y cuando no entiendo pregunto, pues eso es lo que voy hacer, soltar unas preguntas de peón caminero, es decir básicas.
Las preguntas surgen tras una pequeña reflexión; teniendo en cuenta que las únicas limitaciones a día de hoy son llevar mascarillas en los medios de transporte, farmacias y hospitales, y que los trabajos se han reactivado e incluso incrementado puestos de trabajo en el sector turístico debido a la demanda, ¿Cómo es posible que al AVE con trenes sin plazas, no hayan detectado el incremento de demanda y por consiguiente amplíen su oferta? Entiendo que el teletrabajo ha generado cambios, e intentamos conciliar la vida familiar con la laboral, pero a día de hoy no veo la posibilidad de que los trenes o aviones se lleven desde casa con los niños del/de la maquinista o piloto/a/e alrededor jugando con la mascota y de repente salta el gato sobre los teclados, aun no veo esa posibilidad.
Salvo que se hayan despedido personal del AVE (situación que desconozco), no me salen los números, ya que si antes teníamos 14 trenes diarios a Madrid y hoy tenemos 11, ¿Dónde está el resto de trenes?
Desgraciadamente, viendo las líneas de actuación y la falta de personal, veo la posibilidad que antes o después, y creo que más antes que después, la mano de obra del sector servicios será ayudada por las tecnologías. Esto ya ocurre, cuando existen carencias se intentan suplir por máquinas, y surgen nuevas líneas de negocios que están basadas en algoritmos, es decir software.
No he escuchado las quejas del sector alojativo por la huelga de la aviación, esto suele pasar porque están intentando encajar los booking de la demanda solicitada, y un par de cancelaciones por la huelga de las distintas compañías no alteran los resultados del establecimiento, y siguen llegando reservas de última hora (característica del mercado nacional) que se encajan a mejor precio.
Después de esta visión de lo que queda de verano y de los titulares optimistas de estos días hablando sobre las ocupaciones, aún no he leído nada sobre el otoño, que a mi entender será el momento difícil del turismo, ya que esta situación económica debe de ajustar la demanda, como ha ocurrido en otras ocasiones. Si es cierto que en la última crisis (2009) el mercado nacional salvo la economía del turismo y la ayudó a sobrevivir. Ahora es diferente, el problema es una inflación, que los datos que tenemos de la anterior situación similar es de diciembre de 1986, donde se alcanzó el 8,3 (hoy 10,2). Eran otros momentos y había otras demandas, pero también eran personas disfrazadas de turistas, por lo que algún dato para plantear estrategias y ver como puede moverse el mercado, seguro que sacamos. Pero desgraciadamente nos ha pillado un cambio de legislatura con unas elecciones recientes que aún no han dado fruto, es decir, no se han constituido las distintas consejerías y mucho menos los equipos que estarán al frente. Y sabiendo que queda mes y medio de temporada alta, y que en Andalucía no puede haber elecciones en julio y agosto, dato característico de zonas donde en esa época es difícil trabajar, salvo el sector servicios, algunos podréis decir que el político pertenece al sector servicios, pero ellos están vacunados con varias dosis de refuerzo para evitar ese mal trago. Me sorprendería que el consejero/a/e que llegue tuviese los conocimientos del sector para establecer estrategias, por lo que entre fino y cerveza en la feria de Málaga, veremos si le da tiempo a escuchar al sector, a sus equipos y establecer estrategias a corto y medio plazo. Lo positivo es que entre cerveza y vino surge la exaltación de la amistad y con suerte tendremos una familia público privada, que será lo único público privado que tengamos.
La próxima vez que escriba ya habrá terminado la temporada alta, es decir habrá pasado la feria de Málaga con números de récord y el mes de agosto ya será historia, por lo que espero que sea un buen verano para todos y tengamos tiempo entre copa y copa para reflexionar, establecer estrategias a corto y medio plazo y no solo para desconectar. Que el otoño tenga su estrategia y no solo sea la caída de hojas de los árboles.
Buen verano y buenas vacaciones para el que las tenga.
Puede leer aquí anteriores artículos de Luis Callejón