“Creo que es el momento de dar un giro importante en las infraestructuras, y se convierta en una realidad lo establecido por la OMT: satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”
OPINIÓN. La arquitectura del turista. Por Luis Callejón
Arquitecto
14/02/24. Opinión. El arquitecto y experto en turismo Luis Callejón escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un artículo sobre el turismo sostenible: “Seguimos con la vista aérea y nos vamos a las infraestructuras, aquí es mejor que solo miremos con un ojo entornado, ante la falta de infraestructuras sostenibles, como un saneamiento de los años 70 del siglo pasado, cientos de estudios para...
...ver por dónde y si es viable el tren del litoral, un 20% de perdida de agua por las canalizaciones de abastecimiento, reconocido por los políticos”.
La lluvia no trae sostenibilidad
Por fin empieza a llover, generalmente el agua trae vida y riqueza, siempre y cuando llegue en formato moderado. Espero que estas gotas que han caído y que se esperan, consigan que olvidemos las necesidades que tenemos en la gestión del agua, ya sea en el ámbito municipal, provincial, autonómico o nacional. Los turistas sostenibles no olvidan, y cada vez son más, aunque paradójicamente se muevan en transportes con alta emisión de carbono.
Hace muchos años, décadas, que se habla del turismo sostenible, del que me considero un leal defensor, aunque como el resto lo practico cuando puedo, desgraciadamente no siempre.
En el año 1995 se celebra el primer encuentro de turismo sostenible en Lanzarote (España), donde se proclamó por primera vez la “Carta de Turismo Sostenible”, con unos objetivos marcados en perseguir la preservación de la vida local, la gestión de la rentabilidad, apoyando los factores económicos propios de cada lugar, y el incremento en la oferta para satisfacer al consumidor. Desde entonces se ha avanzado, no al ritmo que nos gustaría a los fanáticos de la sostenibilidad, pero hemos andado en la buena dirección, algunos llegando más lejos y otros que les cuesta arrancar.
Vayamos al concepto de turismo sostenible, según la OMT (Organización Mundial del Turismo) es aquel “que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.
Si miramos desde el aire un destino turístico, veremos primero el terreno, seguido de infraestructuras y servicios turísticos, empezando por los últimos como los hoteles, vemos que llevan trabajando mucho tiempo en sostenibilidad, en los tres pilares: social, medioambiental y económico. Como ejemplo, usare mis recuerdos, era el año 1986 cuando empecé a trabajar en un hotel por primera vez, de Valet (mozo de habitación) y como parte de mi trabajo esta el rellenar botellas de litro y medio de agua e introducirlas en la cisterna del inodoro, no existían los botones actuales con dos tipos de descargas, también ponía en todos los baños cartelitos en 4 idiomas, pidiendo a los clientes que no enviaran a lavar las toallas por un solo uso. En aquel momento no existía el concepto de sostenibilidad, pero si importaba el impacto medioambiental y la ausencia de recursos naturales como el agua, que ha hecho que muchos establecimientos hoteleros hayan transformado todas sus entrañas para reducir el consumo y para reducir la huya de dióxido, e incluso reciclan su propias aguas grises para usarlas como riego. También se ha trabajado en lo social, firmando convenios laborales donde han ido mejorando las condiciones laborales de los trabajadores, como el de la Costa del Sol, que, desde el último convenio, solo se ha tocado el punto salarial respetando el resto del convenio. Por último, lo económico, que es obvio que se ha gestionado bien ya que sigue habiendo demanda de inversión en el sector.
Seguimos con la vista aérea y nos vamos a las infraestructuras, aquí es mejor que solo miremos con un ojo entornado, ante la falta de infraestructuras sostenibles, como un saneamiento de los años 70 del siglo pasado, cientos de estudios para ver por dónde y si es viable el tren del litoral, un 20% de perdida de agua por las canalizaciones de abastecimiento, reconocido por los políticos. En lo que se refiere a infraestructuras sostenibles, estamos muy por debajo de lo que vendemos.
Lo bueno es que, si volvemos a la definición de turismo sostenible de la OMT, “que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras” nos permite ser un destino sostenible a futuro eterno, ya que la ambición de todos es ejecutar las infraestructuras sostenibles, y siempre escuchamos las mismas promesas sin resultados, luego intención hay.
Vayamos a los datos que nos cuenta Booking sobre sus clientes sostenibles y sus preferencias, aunque nos centraremos en el mercado nacional, del cual el 60% de los usuarios españoles se encuentra dispuesto a reservar en un destino eco-friendly, también resalta que el 70 % de esos turistas quiere que su dinero sea dirigido al cuidado y protección de los destinos.
La intención de los turistas del futuro es ver y disfrutar destinos sostenibles, pero no desesperemos, ya que con promesas y una sangría en la hamaca, podremos seguir ilusionando y atrayendo turistas que crean que aportan para realizar todo lo que llevamos escuchando desde hace varias décadas.
Creo que es el momento de dar un giro importante en las infraestructuras, y se convierta en una realidad lo establecido por la OMT: “satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”, ganaríamos todos, aunque se piense por parte de los políticos que debajo de tierra no hay votos.
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