“La provincia de Málaga ha recibido más de 500 millones de euros en ayudas europeas entre 2016 y 2023 para el desarrollo de infraestructuras. Sí, 500 millones. Pero uno se pregunta: ¿dónde están?”

OPINIÓN. La arquitectura del turista. Por Luis Callejón
Arquitecto


05/06/25. Opinión. El arquitecto y experto en turismo Luis Callejón escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com un repaso sobre las ayudas europeas que ha recibido la provincia para infraestructuras: “Pasemos al tren litoral, o mejor dicho, al tren de nunca jamás. Porque pese a que Europa ha cofinanciado estudios de viabilidad desde 2009, seguimos sin vía, sin catenaria, y...

...con la única certeza de que, si algún día llega, será más por cabezonería ciudadana que por voluntad política. Mientras tanto, el tren de Cercanías Málaga-Fuengirola recibió 12 millones para la renovación de sistemas, y algunos vagones nuevos han llegado… aunque sigamos con los mismos horarios de hace 20 años”.

Cuando Europa llega, pero no te enteras

Llevamos años escuchando hablar de fondos europeos, que si los Next Generation, que si los FEDER, que si la resiliencia, la sostenibilidad, la transformación digital... y mientras tanto, seguimos con los mismos atascos de siempre en la A-7, los mismos tramos imposibles en la N-340, y las mismas conducciones de agua que se hicieron cuando Franco aún firmaba BOEs. Pero ojo, inversiones ha habido… aunque hay que buscarlas como si fueran pokémon.


Empecemos con una buena noticia: la provincia de Málaga ha recibido más de 500 millones de euros en ayudas europeas entre 2016 y 2023 para el desarrollo de infraestructuras. Sí, 500 millones. Pero uno se pregunta: ¿dónde están? Porque seguimos esperando que alguien nos explique por qué la entrada a la capital desde el Rincón de la Victoria, la A-7 a la altura de Fuengirola y la cala de Mijas, sigue siendo la prueba de paciencia más dura del día durante todo el año.

Por partes: el Metro de Málaga, esa eterna promesa de movilidad urbana, ha recibido casi 125 millones de euros de fondos europeos. Se inauguró el tramo al centro histórico en 2023, y parece que ya empieza a notarse, al menos en los PowerPoints de las presentaciones. Pero aún hay zonas como Teatinos o el Hospital Civil que siguen esperando la llegada de ese futuro prometido.

Pasemos al tren litoral, o mejor dicho, al tren de nunca jamás. Porque pese a que Europa ha cofinanciado estudios de viabilidad desde 2009, seguimos sin vía, sin catenaria, y con la única certeza de que, si algún día llega, será más por cabezonería ciudadana que por voluntad política. Mientras tanto, el tren de Cercanías Málaga-Fuengirola recibió 12 millones para la renovación de sistemas, y algunos vagones nuevos han llegado… aunque sigamos con los mismos horarios de hace 20 años.


Y si hablamos de sostenibilidad, ahí es donde Europa ha sacado la chequera: más de 70 millones destinados a la mejora del ciclo integral del agua, desde depuradoras (como la EDAR Norte de Málaga, ampliada en 2021 con 9 millones europeos), hasta canalizaciones en municipios del interior, añadiendo a las ayudas el impuesto que pagamos todos y supuestamente de inversión directa a las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento. El problema es que los vecinos no beben datos: lo que quieren es abrir el grifo en verano y que salga algo más que aire y por supuesto sin vertidos al mar sin depurar.

¿Digitalización? También. Planes de digitalización en la Diputación Provincial, con 25 millones destinados a municipios menores de 20.000 habitantes, para que tengan fibra, servicios electrónicos, y algún que otro dron para vigilancia forestal. Todo estupendo, pero seguimos con zonas de sombra en plena Axarquía, y con abuelos que tienen que ir en persona al ayuntamiento para pedir una cita médica digital.

No todo es negativo. Hay pueblos como Álora, Archidona o Ronda que han aprovechado las ayudas para rehabilitar centros históricos, recuperar estaciones de tren abandonadas y montar áreas de autocaravanas con carga eléctrica. Eso sí, a base de buena gestión local, no porque nadie les haya enseñado a pedir dinero a Bruselas. Lo malo es que para llegar a Ronda haya que dar vueltas por la Málaga rural, debido a las escasas infraestructuras de movilidad que dispone, pasando a poner otro parche en una carretera del siglo pasado, sin desarrollar nuevas alternativas.

¿Y qué hacen mientras tanto nuestros vecinos del norte? Alemania anunció en 2023 un plan de inversión de más de 45.000 millones de euros en su red ferroviaria para modernizar estaciones, electrificar líneas y mejorar la eficiencia del transporte público. A esto se suma la mejora de autopistas con más de 12.000 millones destinados a tramos estratégicos. Porque allí, cuando hay previsión de más usuarios, no esperan al colapso, invierten antes.

Así que sí, Europa ha llegado. Con millones. Con proyectos. Con PowerPoints. Pero como todo en esta tierra, a veces lo que falta no es dinero, sino alguien que sepa sumar, restar y, sobre todo, ejecutar. Porque en Bruselas los fondos están, pero aquí seguimos esperando a que nos arreglen la carretera, nos amplíen el tren, y nos dejen vivir sin tener que ducharme con una botellita de agua mineral.

He puesto el ejemplo de Alemania porque son el motor de Europa, y como dice el refrán: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, espero que nuestros políticos estén esperando que los alemanes empujen a Europa para que todos los países miembros podamos tener una ayudita para que desarrollemos actuaciones similares.

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