“Muchos malagueños observamos la obsesión que el alcalde, Francisco de la Torre, tiene por el ladrillo y por poner en venta gran parte de Málaga, dándole igual la opinión de los ciudadanos al respecto, e incluso me atrevería a decir, dándole igual su bienestar y cómo estas mega construcciones afectan a la población”
OPINIÓN. Calles de Málaga. Por Nacho Romera
Vecino comprometido por una ciudad mejor31/01/22. Opinión. Nacho Romera, vecino malagueño, en su colaboración habitual para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre algunos de los grandes proyectos para Málaga que no cuentan con el apoyo de la ciudadanía: “No podemos olvidar las reivindicaciones de muchos colectivos ciudadanos, los cuales le repiten [al equipo de gobierno municipal] una y otra vez que también los ciudadanos existen, y que...
...no solo se puede gobernar pensando en el turismo y en los grandes empresarios e inversores”.
Las mega construcciones de Francisco de la Torre (parte 1)
Últimamente muchos malagueños hemos podido observar la obsesión que nuestro actual alcalde, Francisco de la Torre, tiene por el ladrillo y por poner en venta gran parte de nuestra ciudad, dándole igual la opinión de los ciudadanos al respecto, e incluso me atrevería a decir, dándole igual el bienestar y cómo estas mega construcciones afectan a la población.
Todos, o quizás muchos pues no me gusta generalizar ya que como suelo decir nunca llueve a gusto de todos, estamos de acuerdo que Málaga es una de las grandes capitales de nuestro país. Pero no desde ahora, nuestra ciudad desde hace décadas ocupa este puesto, incluso no solo a nivel nacional, ya que Málaga es a día de hoy unas de las grandes ciudades de Europa a nivel turístico, abarcamos gran parte de él y, viendo lo visto, vivimos para el.
Es algo muy bueno para nuestra ciudad a nivel económico, pero nos dejamos fuera muchos aspectos por los cuales nos quedamos lejos de esa gran ciudad que todos queremos.
No podemos olvidar las reivindicaciones de muchos colectivos ciudadanos, los cuales les repiten una y otra vez que también los ciudadanos existen, y que no solo se puede gobernar pensando en el turismo y en los grandes empresarios e inversores. Los vecinos existimos y debemos ser escuchados, ya que deseamos lo mejor para nuestra ciudad y nuestro bienestar personal.
Podríamos hablar en primer lugar, por nombrar una, sobre la conocida torre del puerto, una mega construcción que afecta directamente a una de las esencias de nuestra ciudad, como es la Farola.
Ninguna de las grandes ciudades del mundo pondría en peligro una de sus mayores insignias por fines puramente económicos, pues precisamente perderíamos algo con lo que los malagueños nos sentimos identificados.
Pensemos por un momento que al equipo de gobierno de otras ciudades se le ocurriera hacer lo mismo con otros tantos edificios emblemáticos, como son la Puerta de Alcalá, el Castillo de Montjuic, la Fontant, la Torre de Pisa o el Manneken Pis. Y como estos multitud de iconos para sus respectivas ciudades. No creo que sus ciudadanos compartieran esa actuación al igual que le pasa a muchos malagueños con la de nuestro alcalde.
Con un trabajo enorme, la Plataforma ciudadana Defendamos Nuestro Horizonte se ha enfrentado a esta mega construcción durante años, y cuando todo parecía ir por buen camino con la posible declaración como BIC de la Farola, nuestro alcalde no se da por vencido y presenta alegaciones contra este nombramiento, e incluso la Junta se entromete a favor de su socio político, que da muestras de que no escucha, que no va a escuchar y que está claramente obsesionado en revestir nuestra ciudad.
Ya lo ha hecho con edificios tradicionales de nuestra ciudad y no le temblará el pulso a la hora de hacer lo mismo en este caso.
Ahora nos centramos en otro aspecto de las grandes ciudades europeas. Echando un vistazo por ellas resalta, al igual que nuestra ciudad, las grandes aglomeraciones y la gran cantidad de emisiones de CO2. Pero al contrario de Málaga, todas apuestan por una forma natural de luchar contra ello y todas han añadido un gran pulmón a su entorno: Casa de Campo, Hyde Park, Parque Guell, Bosque de Palermo, Parque Luxemburgo, Tiger de Berlín, e innumerables sitios más donde estas grandes ciudades no solo luchan contra la contaminación atmosférica, también contra el calor y el ruido, contribuyen al secuestro de CO2 y proveen oportunidades para la práctica de ejercicio y la interacción social.
En nuestra ciudad tenemos una gran oportunidad para ponernos un poco a la altura de esas grandes ciudades y son los terrenos de Repsol.
Una amplia zona en el corazón de Málaga y propicia para ello. Pero nuevamente Francisco de la Torre hace oídos sordos a las reivindicaciones ciudadanas. En este caso podemos nombrar la Plataforma Bosque Urbano, con un proyecto suculento para esa ubicación y una lucha constante porque así sea. Pero todo lo que no sea ladrillo no les entra en la cabeza a quienes gobiernan en nuestra ciudad, ya tienen su proyecto para este lugar, y no pasa por crear bienestar y sostenibilidad para nuestra ciudad, sino todo lo contrario.
Continuamos con más proyectos llevados a cabo por grandes ciudades y un hándicap pendiente en la nuestra como es la red de carriles bici.
Todos sabemos que, tarde o temprano, hay que ir dejando de lado muchos de nuestros medios de transporte, sobre todo si miramos por una ciudad sostenible. Otras ciudades proponen entornos que permiten mejorar nuestra calidad de vida, sin necesidad de poner en riesgo los recursos naturales, especialmente en ecología y economía, y que se puedes mantener durante largo tiempo sin agotar recursos o causar grave daño al medio ambiente.
Pues parece que en Málaga tampoco se enteran, poco apuestan por el transporte público y más cuando llevan a los barrios imposiciones como la zona azul con el fin de facilitar el uso del vehículo particular.
Pero nos centramos por un momento en un medio de transporte cada vez mas común en nuestra sociedad y por el cual muchas de las grandes ciudades llevan años apostando, la bici.
La bicicleta se impone como solución de movilidad que necesitan nuestras ciudades. Frente a otros medios de transporte, las externalidades positivas del uso de la bici afectan tanto a título individual como colectivo. Es la herramienta de cambio para una sociedad mejor.
No solo genera salud física a quien la usa en cuanto a musculatura, riego sanguíneo y articulaciones, se reduce el riesgo de infarto, fortalece la zona lumbar, se oxigena el cerebro y permite pensar con más facilidad. Esto último quizás no les interesa a muchos de nuestros políticos, prefieren una sociedad con ideales a una sociedad con ideas.
Pero esta práctica, como hemos comentado, también afecta a nivel general y lo que antes parecía ser una preocupación exclusiva del defensor del medio ambiente, se ha convertido en un problema real que afecta a las 450.000 personas que mueren al año en Europa de forma prematura por la contaminación.
En esta lucha lleva ya tiempo sumergida la plataforma Ruedas Redondas, la cual en numerosas ocasiones ha intentado despertar el interés por este medio de transporte y ocio topando siempre con la absurda negación por parte del alcalde de nuestra ciudad a gestionar tal problema como es debido.
Un ejemplo es el timo carril 30, tan absurdo como peligroso. Dicho carril consiste en que usuarios de la bici compartan carril con autobuses, coches, motos y todo aquel que necesite su uso como cambios de dirección en el tráfico. Como decimos algo más que peligroso para familias que salen a pasear con sus hijos y todo aquel que lo use.
Se ha escuchado por partes de los dirigentes, como del concejal de movilidad, que es una medida que se toma en otras grandes ciudades. Pero nada mas lejos de la realidad, en otras ciudades como París, Berlín, etc, comparten calzada pero no carril, ya que tienen uno específico para esta práctica.
Y como no, esto lleva a otra mega construcción, que es lo que exponemos hoy. Francisco de la Torre no contempla la contaminación, ni el uso de vehículos, como un peligro para una gran ciudad y su sostenibilidad, y lo que pretende hacer es esconder a ojos de todos el problema, en vez de solucionarlo.
Muchos pensamos que se podría invertir un poco más en la creación de una red de carriles bici para nuestra ciudad de acorde con las necesidades, antes de llevar tal actuación escondiendo lo que con el tiempo debería desaparecer.
En los últimos días hemos podido leer el nuevo proyecto de crear nuevos carriles bici por la zona interurbana, lo cual nos parece genial. Todo lo que sean carriles son bienvenidos. Pero quizás el primer paso debería ser crear una gran red urbana que satisfaga las necesidades de los usuarios, y el segundo paso que se comunique con este nuevo proyecto, puesto que de otra manera los usuarios tendrán que seguir jugándose la vida hasta llegar a ella, o aprender a levitar en bici.
Esto de esconder lo que no se quiere que se vea es algo muy común en nuestra ciudad, aparentar en vez de tratar el problema como es debido. Otro claro ejemplo de su mala gestión son los servicios básicos y, en particular, uno tan esencial como es la seguridad, con los pocos efectivos a disposición de los ciudadanos, así como el del cuerpo de bomberos.
Visto desde fuera puede parecer que tenemos un parque de bomberos normal, pero, como se suele decir, la procesión va por dentro y si nos asomamos a sus interiores podemos comprobar que no es oro todo lo que reluce.
Algo que constantemente denuncia la plataforma Encierro de Bomberos Málaga, la cual nos enseña las precariedades con las que se encuentran en un servicio tan necesario para nuestra seguridad.
También muchos malagueños echamos en falta una mejora en servicios básicos tales como limpieza, mantenimiento de zonas verdes…
Estos problemas, inminentes y de preocupación para muchos ciudadanos, seguiremos exponiéndolos en la próxima publicación. Hay que agradecer el esfuerzo de las plataformas nombradas, así como las de muchas más, que muestran día a día la disconformidad de la sociedad con muchas de las actuaciones que se están llevando a cabo en nuestra ciudad.
También os invito a seguirlas en sus redes sociales y profundizar de su mano en estos temas aquí expuestos.
P.D.: Y digo yo, a nadie se le ha ocurrido regalarle a nuestro alcalde Francisco de las Torres, como quizás le gustaría que le llamásemos, viendo su afán por el ladrillo algún juego de Lego. Visto lo visto a lo mejor nos hubiéramos librado de más de un quebradero de cabeza.
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