“Málaga entraba en riesgo extremo por fuertes lluvias el lunes, pero no veíamos respuesta por parte de las personas responsables de dichos protocolos”

OPINIÓN. 
Calles de Málaga. Por Nacho Romera
Vecino comprometido por una ciudad mejor

28/03/22.
Opinión. Nacho Romera, vecino malagueño, en su colaboración habitual para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre la inacción de nuestros responsables políticos ante el riesgo de inundaciones: “Durante todo el día era noticia por los medios de comunicación y en redes sociales, pero por el contrario no veíamos respuesta alguna por parte de los dirigentes, incluso a simple vista no parecía...

...preocuparles mucho”.

Mirando al cielo sin responsabilidad

El pasado domingo día 13 de marzo 2022 recibíamos una gran noticia con entusiasmo y expectación, se adentraba una gran borrasca en la península y se preveía que dejara agua en toda su totalidad. Gran noticia como decimos, ya que llevábamos bastante tiempo sin ver ni gota y la situación era más que preocupante.


Pronto la alegría pasaría a preocupación en gran parte de la ciudadanía, el aviso de agua y los partes meteorológicos predecían un alto riesgo de inundaciones y alertaban de que dicha borrasca dejaría grandes precipitaciones en nuestra capital. Durante todo el día era noticia por los medios de comunicación y en redes sociales, pero por el contrario no veíamos respuesta alguna por parte de los dirigentes, incluso a simple vista no parecía preocuparles mucho.


La ciudadanía echábamos en falta información y planes de emergencia al respecto. No debemos olvidar que en otras ocasiones los daños habían sido significativos, y esto despertaba incertidumbre entre los ciudadanos, que si éramos conscientes de dichos avisos informativos de los medios. Málaga entraba en riesgo extremo por fuertes lluvias el lunes, pero no veíamos respuesta por parte de las personas responsables de dichos protocolos.

Sobre las 21:45 del domingo la delegada del Gobierno en Málaga activó la fase de Preemergencia del Plan de Emergencias ante el riesgo de inundaciones en Andalucía en la provincia de Málaga. Pero seguíamos sin ver respuesta, ni avisos por parte del equipo de gobierno de nuestra ciudad.

Por fin, sobre las 22:45 el Ayuntamiento de Málaga activaba de forma parcial el plan municipal de emergencia. Policía Local, Protección Civil y Bomberos reforzarían esa noche su presencia en las zonas de mayor riesgo de inundabilidad, con motivo del aviso rojo por lluvias de AEMT Andalucía. Había transcurrido todo el domingo, y ante los pronósticos actuaban con total indiferencia y solo a última hora parecían reaccionar.


Una reacción quizás tarde, una ciudadanía que ya descansaba en gran parte y que posiblemente al despertar podrían estar sumergidos en un caos por las fuertes lluvias y la falta de previsión. Horas punta, entradas a colegios y trabajos pero sin posibilidad de previsión por falta de información de las autoridades competentes.

Muchos al escuchar la noticia de la activación del plan municipal de emergencia podrían pensar que todo estaba preparado y se habían tomado medidas Nada más lejos de la realidad, cuando el Ayuntamiento hablaba de “reforzar presencia”, lo que realmente estaba haciendo era quitar bomberos de otros parques y mandarlos al parque de bomberos cerrado de Campanillas y ante la falta de personal llamaban a dos bomberos de horas extras, lo que se suele denominar desvestir a un santo para vestir a otro. No solo en personal eran desvalijados los parques de bomberos de la capital, también en medios y recursos, aunque estos últimos eran de risa por no decir de vergüenza.

Denunciaban como a parques de bomberos se les inundan algunas zonas por la lluvia, puertas de salida de los camiones que dejan de funcionar por algún cortocircuito y resaltan el parque del Limonar, que con lluvias se inunda por estar en una vaguada.


Málaga capital entraba en la noche con alerta roja, sin previsión ni notificación a la ciudadanía y sin recursos ante una posible catástrofe natural como la que ha habido en ocasiones anteriores. Los ciudadanos estábamos vendidos y quizás los más devotos miraban al cielo rezando, ya que los responsables de velar por la seguridad de ellos lo miraban sin responsabilidad.

Unos de los colectivos más preocupados por los acontecimientos eran las asociaciones de vecinos, las cuales ante la pasividad de los dirigentes, empiezan a avisar a sus socios y vecinos para que estuvieran alerta. En la zona de Huelin, ninguna de las dos asociaciones recibió mensaje o comunicación alguna, lo que indignó a sus dirigentes, tal y como nos expresaba Paco Moya presidente de la asocian de Torrijos.

Recibieron un comunicado por parte de su federación de AAVV Solidaridad, pero comentan que dicho comunicado no fue enviado por el concejal del Distrito Luis Verde, como hubiesen esperado.

Echa en falta la notificación por parte de los responsables, tanto la AAVV de Torrijos como Parque del mar, siendo a su parecer esencial dada la magnitud y los problemas que estas lluvias podrían haber ocasionado en Huelin.

Recordando que es una barriada que tiene problemas con fuertes lluvias, no entienden la discriminación ante tal emergencia, ya que el concejal  probablemente si habría avisado a otras AAVV, pero no a nosotros que representamos un colectivo vecinal que ya ha acarreado anteriormente problemas por lluvias.

Por ello lamentan y denuncian la falta de información y el desprecio de dicho concejal a estas AAVV. Deberíamos estar enterados y saber el alcance de este problema que podría haber afectado seriamente a nuestro barrio.


A la mañana siguiente podíamos apreciar una gran crecida del río Guadalmedina, esa crecida venia acompañada de barro y lodo, no podía ser de otra manera tras las actuaciones llevadas a cabo por el equipo de gobierno arrasando con toda vegetación existente.

Cabe recordar que la vegetación del río precisamente previene eso, dicha vegetación además de ralentizar las corrientes por fuertes lluvias, hace que sus raíces sostengan la tierra y evitan esa rápida erosión del terreno, convirtiéndola como vimos en lodo y barro, pero al parecer a los técnicos del Ayuntamiento les va más el hormigón y arrasar con la naturalización del río. Pudimos observar como la crecida de los ríos dejaba algún que otro susto y, por suerte, no tuvimos que llorar lo que pudo ser una desgracia.


Pero nuevamente los vecinos de la capital vivimos momentos de incordio por las lluvias, pronto se llenaban las calles de charcos y el paso de los viandantes se volvía incomodo y peligroso, y los pasos de peatones se llevaban nuevamente la peor parte.

No solo hablamos de lugares y calles puntuales, donde las infraestructuras son antiguas. Podíamos observar puntos de la ciudad donde recientemente el equipo de gobierno había invertido cientos de miles de euros y en los cuales las pendientes y los puntos de evacuación reinan por su ausencia.


Dinero público para realizar actuaciones, las cuales al parecer nadie supervisa y nos encontramos con dos grandes problemas. Uno, que no se realizan como es debido, a pesar del enorme gasto que nos supone, y los ciudadanos vivimos las consecuencias. Y dos, posiblemente veremos una vez más como se realizan nuevas actuaciones, posiblemente por la misma empresa que lo hizo mal en su día, y nos vuelva a costar otro pellizco de nuestras contribuciones.

Ellos se lo amasan y ellos se lo comen.

Las quejas emitidas por los ciudadanos durante años, tanto en prevención como en infraestructuras ante estos acontecimientos medioambientales, se repiten año tras año, pero al parecer se hace poco, por no decir nada, para buscarle soluciones, y siempre vienen tarde. Tras las lluvias se procede a la limpieza de los cauces.


Hemos llegado a escuchar frases como ¨para una semana que llueve en Málaga¨, pues quiero recordar que:

Una semana dura la Feria de Málaga.
Una semana dura la Semana Santa.
Poco más de una semana dura desde Navidad hasta Reyes.
Una semana duran los carnavales.
Una semana el Festival de Cine.

Pero ahí el tiempo de duración no importa, se lleva a cabo toda la infraestructura y gastos necesarios para apenas esos días de acontecimiento, mientras en labores de prevención miramos para otro lado porque nos parece corto el tiempo de precipitaciones.

No es normal que se anuncie el limpiado de los cauces del río una vez haya llovido. No es normal que estemos tan desprotegidos en recursos ante tales amenazas. No es normal que los planes de aviso a la ciudadanía se basen en una simple publicación en redes sociales.


P.D.: Como anuncia el dicho, mas vale prevenir que curar, por lo cual lo único que piden los ciudadanos es que en momentos de alerta se tomen todas las medidas posibles por nuestra seguridad y la de nuestra ciudad.

Queremos que los responsables de dichas medidas estén a la altura de las circunstancias, y no porque ellos no padezcan las adversidades no pongan remedio a ellas.

Se esperan más lluvias, esperemos no tener que sufrir duras consecuencias.

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