“Málaga no ha estado así de sucia jamás, al menos en 49 años que tengo, contenedores hasta arriba sobrepasados, papeleras que no se recogen en días, calles que han pasado de ser barridas todos los días a barrerse cada tres o cuatro

OPINIÓN. 
Calles de Málaga. Por Nacho Romera
Vecino comprometido por una ciudad mejor

05/09/22.
Opinión. Nacho Romera, vecino malagueño, en su colaboración habitual para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com hace un resumen de los acontecimientos negativos que han sufrido los malagueños durante este verano: “La Feria del Centro se llevó, una vez más, la peor parte en bienestar y conciliación, el desmadre inundaba sus calles nuevamente y los vecinos vivían un acontecimiento insufrible”...

Un verano movidito

Tras un verano movidito, volvemos a la carga como se suele decir. En primer lugar quisiera agradecer a esta revista la oportunidad que me da, una vez más, para dar mi punto de vista sobre temas que considero oportunos, siempre de mi entorno y de la gestión de nuestra ciudad.


Como digo, estas son mis opiniones y claro está que nunca llueve a gusto de todos, como suelo decir, pero quizás coincidan con lo que pensáis muchos de vosotros, y con el que no, respeto su opinión, por lo cual espero respeten la mía.

Me presento para quienes no me conozcáis o no hayáis leído ninguna de mis publicaciones con anterioridad: Mi nombre es Nacho Romera, vecino de Málaga, recalcar que no soy periodista y quizás la manera de expresarme no sea típica de un artículo, pero escribo como pienso y de la manera que sé. Normalmente escribo desde mi casa, frente a mi ordenador, bien solo o acompañado de mi mujer, pero nunca escribo palabras dictadas por nadie, ni escribo con un afán partidista, nadie me pone un puñal en la espalda, ni sigo indicaciones.

Una vez aclarado y presentado nos centramos en lo que nos ocupa. Como empezaba esta publicación, hemos tenido un verano movidito y bastante distinto. Hoy me gustaría dar un pequeño repaso a algunas de las cosas que han llamado mi atención y posiblemente la de muchas personas, pero han sido tantas las incoherencias vividas por los ciudadanos una vez más, que seguro me dejo algunas.

Empezaba el verano y parecía que nuestros políticos cogían vacaciones, pero nada más lejos de la realidad, nuestro alcalde, como hemos podido comprobar, ha utilizado estas fechas para intentar mover hilos para continuar con sus mega proyectos incoherentes. Dos de estos grandes proyectos son la torre del Puerto y las torres de los terrenos de Repsol.

Como su propio nombre indica, tiene un afán grandioso por las torres, y no le basta con haber llevado a cabo el inicio de algunas como las de Martiricos o las de la Princesa, sino que ha querido tramitar a toda costa estas dos actuaciones, con las cuales estamos en desacuerdo gran parte de la ciudadanía.

Quien quiera a nuestra ciudad no puede permitir romper esta imagen.


Otro gran problema que hemos tenido, aunque es un hándicap de nuestra ciudad, ha sido la gestión de limpieza en nuestras calles, una gestión nefasta y que deja mucho que desear, y eso que se municipalizó la empresa que la lleva a cabo y se subió el presupuesto, pero ni una ni otra medida han ayudado a mejorar la gestión de los dirigentes encargados.


Mi opinión, y quizás la de muchos, es que Málaga no ha estado así de sucia jamás, al menos en 49 años que tengo, contenedores hasta arriba sobrepasados, papeleras que no se recogen en días, calles que han pasado de ser barridas todos los días a barrerse cada tres o cuatro.

La mugre del suelo en algunas zonas es de vergüenza ya que a veces no puedes andar pues te quedas pegado, y como no, falta de personal, como es costumbre, algo que no ayuda.


Pero como buen verano, no podíamos pasar sin verbenas. Y aquí sí que han echado el resto, la concejala de festejos, Teresa Porras, se volcaba en la preparación de nuestra feria y se lo tomaba muy en serio, aunque ojalá pusiera tanto ímpetu en todas sus obligaciones, ya que hay que recordar que también es la responsable de los servicios operativos que limpian nuestra ciudad.

Una feria atípica, pues en gran parte se privatizaba, algo de esperar de nuestro señor alcalde, ponía el precio del autobús a 2 euros y anulaba el bono bus para ir a ella, y por si faltaba algo, te cobraba por entrar a ver unos conciertos que siempre han sido gratis.

Tampoco estábamos muy seguros en ella pues, por falta de tiempo o al menos esa fue la excusa, no fueron instaladas las cámaras de seguridad. Como también tuvimos algún susto, la estructura de de la Zona Joven se venía abajo, y por suerte no pasó nada grave.

La Feria del Centro se llevó, una vez más, la peor parte en bienestar y conciliación, el desmadre inundaba sus calles nuevamente y los vecinos vivían un acontecimiento insufrible.


Y como no teníamos bastante, a los concejales se les ocurría la brillante idea, bueno mejor dicho a MAHOS, la Asociación de Hosteleros de Málaga, y los concejales obedecían, de traer también la feria a los barrios. Como a Huelin.

Se montó un escenario y los árboles se cubrían de altavoces para deleite de algunos, para tormento de muchos otros, con música desde las 13:00 hasta las 20:00 horas, algo que también resulta extraño ya que la feria del centro cierra a las 18:00. Más de uno se vino arriba y la verdad que lo bordó, si su intención era hacer la vida imposible a los vecinos, para contentar a sus amigos hosteleros.


Todo esto acompañado por un curso machista impartido en nuestra ciudad con cara a tal evento (la Feria), en el cual por su manera de publicitarse dejaba ver a las mujeres, como caniches a las que domesticar.

También pudimos ver un caso parecido en Gerona donde el contenido era inapropiado, en ese caso dimitió la concejala, aquí al parecer no son tan decentes para seguir el ejemplo.


Con el calor que hemos pasado, ola tras ola de calor, la mayoría nos hemos acercado a las playas, unas playas donde no podía faltar la Q de calidad, pero muchos nos preguntábamos como había sido otorgada viendo la gestión de muchas de ellas.

Volvíamos a ver pasarelas que en vez de acercarte a la orilla solo llegaban a los chiringuitos, un solo punto preparado para personas con discapacidad con movilidad reducida en toda la Misericordia y playa de San Andrés, se denunciaba reiteradamente la falta de limpieza a diario y los WC, y salía la noticia estrella. Y es que nos recordaban la ordenanza municipal vigente, por la cual está prohibido orinar en la playa bajo multa de 300 euros y, al mismo tiempo, veíamos como más de una vez, por negligencia de una empresa constructora y por la mala supervisión del equipo de gobierno, se vertían miles de litros de aguas fecales a nuestras playas sin pudor y, no sabemos aún, pero aparentemente sin sanción.


Anteriormente hablaba de la falta de seguridad y no solo fue en la Feria, a día de hoy existe un déficit de agentes en policía local y eso afecta directamente a los ciudadanos. Barrios que ardían casi a diario sin aumentar la presencia policial en ellos, incluso hemos visto como se llevaba a cabo pesca ilegal en nuestra bahía, también por falta de presencia policial en las playas y no poder avisar a las autoridades competentes de costa, un problema que ha llevado a que a día de hoy nuestra pesca se vea mermada por la captura de inmaduros y su posterior venta ilegal.


Y como plato estrella del verano, el turismo.

Después de la pandemia todos sabíamos que la gente lo iba a retomar con ganas, todos esperábamos la llegada en masa del turismo a nuestra ciudad, todos teníamos en nuestra imaginación ese turista educado, con ganas de conocerla, sus museos, nuestra gastronomía y, como no, que respetase el entorno que viene a visitar.

Pero no, todo lo contrario, Málaga se ha convertido en el paraíso de las despedidas y del turismo de borrachera, nadie hacía colas en los museos, pero sí los veíamos descontrolados por las calles, con una indumentaria inapropiada. Haciendo colas sí, pero en los bares y discotecas hasta altas horas de la madrugada, y lo peor sin respetar ni a Málaga ni a los malagueños. Todo bajo la mirada de nuestros dirigentes que no hacen nada, bueno algo sí, mirar hacia otro lado, e incluso el concejal de Turismo, Jacobo Florido, querer dejar como mentirosos a los vecinos y sus protestas. Claro está que viendo las imágenes él solo se retrataba, además de dejar en evidencia la falta de interés por arreglar un problema serio de nuestra ciudad, pues lo que no se ve, no se arregla.


También quisiera recordar y mostrar mi solidaridad con todos aquellos trabajadores de grandes y no tan grandes superficies, con la medida tomada por este equipo de gobierno de conceder permiso para abrir domingos y festivos, creando familias que no pueden conciliar y afectando claramente a su bienestar y descanso.

Y puntualizar que se han declarado zonas turísticas, por lo cual estos días no son pagados como festivos, ni como horas extras, por lo que queda integrado en sus nominas, por lo que tienen que fastidiarse sin ganar poder adquisitivo por tal esfuerzo. Recordemos que cuando hay plenos en el Ayuntamiento ellos bien lo cobran como extra y fuera de sus honorarios, y eso que no son mileuristas precisamente.


Como os comenté al principio, seguro que me dejo muchas cosas en el tintero, pues el verano ha sido movidito.

P.D.: En las próximas publicaciones más, pero quizás peor, pues mejor parece imposible.

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