“A última hora la ubicación era cambiada, al parecer ni siquiera tenían los permisos, algo raro dado el avance en el que se encontraba el evento”
OPINIÓN. Calles de Málaga. Por Nacho Romera
Vecino comprometido por una ciudad mejor19/09/22. Opinión. Nacho Romera, vecino malagueño, en su colaboración habitual para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre la mala organización del Andalucía Big Festival: “El festival se ponía en marcha y con tan solo escuchar las pruebas de sonido, pudimos comprobar que no era sitio para albergarlo, la música pasaba limites, se escuchó en gran parte de nuestra ciudad, por lo que nos echábamos las...
...manos a la cabeza al pensar en el descanso durante esos tres días de los vecinos más cercanos”.
Acabando un verano de “pan y circo”
En mi anterior publicación hacía un pequeño repaso a algunos de los acontecimientos vividos este verano en nuestra ciudad., un verano movidito lo titulaba, y enunciaba algunos de ellos. Daba mi opinión y mi parecer sobre su gestión y algunas de sus consecuencias.
Resaltaba un verano movidito, sobre todo en verbenas y fiestas, como comentaba, nuestros dirigentes echaron el resto en tener distraída a la ciudadanía, quizás con la intención de que por un momento, no mirásemos a nuestro alrededor y reivindicásemos problemas existentes de gran índole y preocupación.
Pan y circo, como se suele decir, ha sido la estrategia más usada este verano y en una de ellas me voy a detener hoy para opinar.
En mi primer escrito, el evento al que hoy hago referencia, no se había llevado a cabo, de hecho ha sido su primera edición, pero ya se veía que iba a traer bastante problemática y como no, otra vez una patética gestión de la situación por parte de los responsables de la ciudad.
Daré una vez más mi opinión como ciudadano, quizás sin profundizar en algunas labores técnicas, pero después de haberlo vivido, seguido como uno más y viendo y hablando con los que en primera persona lo han sufrido, llamemos a las cosas por su nombre.
Me refiero como no, al Andalucía Big Festival.
Los dirigentes malagueños, no tan dirigentes pero parecen que son los que rigen la ciudad, miraban la cartelera de verano y se ponían celosos, no aparecían junto a: Riverland Fest, Pirineos Sur, Planeta Sound, Cabo de Plata, Diversity Valencia, Boombastic festival, Benicassim, Arena Sound o Sonorama Rivera entre otros, así que decidieron montar su propio festival.
En esta vida no todo es querer, también hay que poder o mejor dicho saber, organizar eventos de tal magnitud, dando una satisfacción deseada sin ocasionar perjuicios nuevamente a los ciudadanos de la ciudad.
El festival empezaba a tener forma, las entradas se empezaban a vender, había una programación de artistas y la ubicación estaba asignada. Esta ubicación era algo que, en primer lugar sorprendió, en la playa de Sacaba al este de la capital, pero…
Una zona, la zona del litoral que, aunque mucho menos densa que otras zonas de la ciudad y viendo las dimensiones del evento, mucha gracia no les iba a hacer a los vecinos, pues el sonido se esperaba ensordecedor y no muy propicio para conciliar con él.
Hay que recordar que dicha zona es una de las que más cuida este equipo de gobierno y a los que gran parte de vecinos los suele tener entre algodones como se suele decir.
Y como no, a última hora la ubicación era cambiada, al parecer ni siquiera tenían los permisos, algo raro dado el avance en el que se encontraba el evento, no sabemos cómo se puede promocionar, e incluso como hemos dicho vender entradas, sin que estuviese notificado a los organismos competentes.
En un abrir y cerrar de ojos ya tenían nuevo emplazamiento, el Cortijo de Torres, lugar que acoge la Feria, mucho más saturada en vecinos y un poquito hartos de ser siempre los que pagan las consecuencias de las malas planificaciones de nuestros dirigentes, un lugar menos apetecible, por lo que pronto llegaba la indignación por tal cambio.
La maquinaria de persuasión del Ayuntamiento se ponía en marcha y se ponían a mover hilos, repartían entradas gratis entre las asociaciones de vecinos con el fin de calmar la situación, una manera de contentar a vecinos y, cómo no, de usar nuevamente la excusa de que tenían consenso vecinal, algo más que discutible viendo las constantes quejas, sobre todo, en redes sociales.
El festival se ponía en marcha y con tan solo escuchar las pruebas de sonido, pudimos comprobar que no era sitio para albergarlo, la música pasaba limites, se escuchó en gran parte de nuestra ciudad, por lo que nos echábamos las manos a la cabeza al pensar en el descanso durante esos tres días de los vecinos más cercanos.
Todo organizado de manera más que reprochable, y sin pensar una vez más en los daños colaterales a la ciudadanía.
Pero, una vez más era más importante contentar a los inversores que mirar por el bienestar de los vecinos. Muchos nos preguntamos, cómo no se pensó en una ubicación más alejada del casco urbano, donde se hacen gran parte de ellos, hay lugares bien comunicados en nuestra ciudad donde emplazar el evento, pero eso sí, quizás no les gustaba a los organizadores y de ahí el no molestarse en pensar un poquito. Uno de ellos, para no decir que tiro la piedra y escondo la mano, son los terrenos del antiguo Campamento Benítez, una gran extensión, bien comunicada y bastante más alejada de vecinos que donde tuvo lugar.
Quizás hubiera sido una ubicación más acorde al festival pero, como decía anteriormente, nuestros dirigentes y esos no tan dirigentes que mencionaba quizás no lo veían lo suficiente goloso para sus intereses.
Todo esto nos lleva a una conclusión, triste pero tajante.
Cada vez este tipo de eventos está más en las manos de fondos de inversión, los cuales su afán por ganar dinero y falta de ética son su buque insignia, y con ese afán no dudan en preocuparse lo más mínimo, en consecuencias y en perjuicios ocasionados, y si a ello le añadimos una sumisión enorme por parte de nuestros dirigentes, pues mal vamos.
P.D.: Málaga es una gran ciudad y tiene que albergar grandes eventos, pero tienen que estar bien organizados y ante todo que no creen perjuicios, ni resten bienestar a los ciudadanos. No todo tiene que valer para satisfacer a los amigos empresarios e inversores.
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