“Málaga tiene un gran problema, como muchas otras ciudades, y es el acceso a la vivienda, unos precios desorbitados y unos requisitos donde gran parte de las familias no llegan”
OPINIÓN. Calles de Málaga. Por Nacho Romera
Vecino comprometido por una ciudad mejor
03/10/22. Opinión. Nacho Romera, vecino malagueño, en su colaboración habitual para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre el problema de la vivienda en Málaga: “Necesitamos construir viviendas, si, iumás viviendas, pero para esas personas que tienen un sueldo pequeño, sueldos que rondan los mil euros, que son una gran parte de los malagueños. Lo que no es de recibo es que familias en esta situación...
...busquen apoyo en dichos servicios sociales y no les solucionen nada”.
¿Y las viviendas sociales para cuando?
Málaga crece, y crece mucho, cualquier malagueño, residente o simplemente quien esté de paso por nuestra ciudad, puede ver las obras faraónicas que se están llevando a cabo, construcciones por todos lados, cualquier solar o edifico antiguo está siendo aprovechado al centímetro para la elaboración de nuevas viviendas.
Grandes edificaciones, muchas de ellas para gente con un gran poder adquisitivo y el resto inviables para un ciudadano de clase media. No les falta un detalle, la mayoría con piscina, pistas de pádel, grandes zonas de esparcimiento para sus vecinos y un gran valor económico. Algunas rondan los 4.000.000 de euros, lo pongo en números para que nos hagamos bien la idea de la cantidad de la que estamos hablando. De chiquitillo solía escuchar cosas como “si te toca algo, que sea con muchos ceros, muchos ceros”, era la manera de decir que la cifra era muy grande.
Málaga tiene un gran problema, como muchas otras ciudades, y es el acceso a la vivienda, unos precios desorbitados y unos requisitos donde gran parte de las familias no llegan.
Pero tenemos uno aun más grande, la concienciación de nuestros dirigentes con este asunto, nuestro alcalde, el señor Francisco de la Torre, experto en echar balones fuera y buscar excusas. Primero echa la culpa a la falta de formación de los ciudadanos, quisiera recordarle algo en este punto, la mayoría de los jóvenes que dejan los estudios, o un gran número de ellos, buscan como salida trabajo en la hostelería y la construcción, precisamente los motores económicos de nuestras ciudad. ¿Será que no promueve otras alternativas, que aunque necesiten más preparación, sean una alternativa real y llamativa para esos jóvenes que pronto quieren empezar su vida laboral? Y por otro lado, pone como excusa la situación de otras ciudades como Barcelona o Sevilla, no le pedimos que sea el Gran Mago Merlín, ni siquiera el mago Pop, pero sí que al menos busque alguna solución o ponga el problema en lo alto de la mesa, es lo mínimo que pedimos, que no espere a que otros hagan el trabajo sucio para copiarlo, le pedimos que tenga iniciativas para garantizar esa vivienda tan demandada por los ciudadanos.
Y sobre esto, el problema de la vivienda, una vivienda asequible y una vivienda digna, sobre todo para los colectivos más vulnerables, es en lo que quiero basar mi publicación de hoy, y para explicarme mejor, nada mejor valga la redundancia, que basarme en un hecho real y vivido recientemente.
Ella es María Martín, de 31 años de edad, vecina de Málaga, barriada de La Luz concretamente, y madre de 4 hijos. Uno con seis años, gemelos de cuatro años con autismo y una discapacidad del 65%, y el más pequeño, de tres añitos.
María vive con su marido e hijos en un piso de alquiler. Por motivos laborales, precisamente porque su marido perdió el trabajo, no tuvieron más remedio que dejar de pagar dicho alquiler temporalmente mientras su situación económica mejorase, evidentemente eso pasaba por la integración de su marido nuevamente a la vida laboral.
El propietario de la vivienda, tras el impago de las cuotas, procedió a demandarla judicialmente, proceso que a día de hoy, ha llegado a su fin con el desahucio de la familia. Actualmente el marido ha encontrado trabajo y han propuesto seguir con los pagos e incrementarles una cuota adicional de 150 euros aproximadamente para ir pagando los recibos atrasados. Dicha propuesta fue rechazada por el propietario el cual siguió con el procedimiento para desalojar a la familia.
Quiero dejar claro que no estoy en contra del propietario, pues, desconozco su situación, quizás el piso lo esté pagando con el alquiler o incluso dicho alquiler sea su modo de subsistir. Esta es una crítica a las administraciones y a los dirigentes por no saber estar a la altura de las circunstancias y dejar que estos problemas lleguen a este fin sin ponerle remedio ni solución.
Todo producido por esa falta de viviendas de alquiler social y esa gran demanda ocasionada, a la que hay que añadir la especulación creada, y el gran número de viviendas turísticas, que cada vez son más golosas para los propietarios por la forma de fomentar este tipo de alquileres desorbitados y sin control por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga, lo que ha hecho que vivir en Málaga sea un bien preciado e inalcanzable para muchas familias.
María lleva meses intentando que asuntos sociales les ayude para encontrar una solución a su problema, solo cuenta con la ayuda de sus padres, su madre enferma que lo único que puede hacer es ayudar proporcionándoles comida, pero poco más.
Recordemos que dos de los críos tienen autismo, por lo cual tienen una gran dependencia y una situación delicada, niños que necesitan una estabilidad y para nada un ambiente hostil como el que se encuentran.
A día de hoy, difícilmente encuentras un piso asequible en la ciudad, precios que parten de unos 700 euros mensuales, pisos de apenas un dormitorio donde esta familia es imposible ubicar.
María nunca ha pedido que se le regale nada, como anteriormente he comentado su marido trabaja actualmente, es mileurista y ella teniendo que atender a sus hijos por la gran dependencia, no puede contribuir con ingresos, de hecho ni siquiera ha recibido la ayuda a la dependencia solicitada, algo que nuevamente deja a las administraciones con el culo al aire, como se suele decir.
El pasado miércoles 28 de septiembre se produjo una concentración frente a las puertas del Ayuntamiento. Se ponía en marcha la maquinaria del equipo de gobierno, para silenciar el problema, y el Sr. Pomares, concejal de asuntos sociales, citaba a María para una reunión, precisamente a la hora en la que se iba a producir tal concentración.
¿Con ganas de arreglar el problema? ¿O simplemente para buscar excusas y decir que han puesto de su parte? Pero nuevamente mal y tarde.
El concejal, como era de esperar, lo único que propuso fue darle tiempo, aplazar un mes, quizás dos, el desalojo, ¿pero después qué? Esa no es solución, la solución pasa por erradicar el problema no aplazarlo.
Por desgracia una ayuda de alquiler, tampoco bastaría para solucionar el problema, por lo anteriormente comentado, es una ayuda las cuales los propietarios no aceptan como garantía, entre otras cosas por la falta de garantías de las administraciones en tiempos y pago, y optar a una vivienda pasa por tener un aval e incluso depositar hasta tres meses de fianza.
María sigue buscando soluciones y luchando ante esta situación, quizás para muchos sea una familia más con necesidades, pero es que, una más, son demasiadas, su objetivo y necesidad, un alquiler social.
La solución, en resumidas cuentas, es que busque hasta que encuentre algo disponible y asequible para sus necesidades. Pero esto no va así, o al menos no debería ir de esta manera, esto demuestra la nefasta política que está llevando a cabo el equipo de gobierno de Francisco de la Torre en el tema de la vivienda, sobre todo para aquellas personas las cuales por sus ingresos no optan, a día de hoy, a poder alquilar una vivienda en nuestra ciudad.
Un equipo de gobierno que no reconoce, para más inri, tal problema. Y cuando no se admite lo ocurrido, seguirá ocurriendo y volverá a ocurrir.
Por si la cosa andaba mal, a últimos de agosto han sido despedidos 70 trabajadores, trabajadores del área social del Ayuntamiento de Málaga, que son precisamente los que tienen que tramitar y gestionar toda la documentación de estos casos. Necesitamos construir viviendas, sí, más viviendas, pero para esas personas que tienen un sueldo pequeño, sueldos que rondan los mil euros, que son una gran parte de los malagueños. Lo que no es de recibo es que familias en esta situación busquen apoyo en dichos servicios sociales y no les solucionen nada.
En resumidas cuentas, Francisco de la Torre tiene que ponerse a trabajar en un problema que es, quizás, el más preocupante de nuestra ciudad.
P.D.: Quizás muchos leamos esto desde una posición diferente, mas acomodada, sin este tipo de problemas, sin tener a nuestro cargo niños o algún familiar con dificultades, sin temer por mañana vernos en la calle. Pero mirar a nuestro alrededor y ver estas situaciones en pleno 2022 es sangrante, y es la sociedad que están construyendo, y es la sociedad en la que nos ha tocado vivir, pero si es así, mejor que cambiemos el tipo de sociedad por qué vamos mal, muy mal y la vida da muchas vueltas y quizás el próximo seamos uno de nosotros.
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