“La trama se llama: ‘La superterraza de Huelin’. Ellos la llaman la ‘supermanzana’, pretenden incrementar sobre todo zonas peatonales, a costa de suprimir tráfico y aparcamientos en superficie, cosa que aplaudimos, si no fuese porque muchos sabemos que será más espacio para mesas y sillas”
OPINIÓN. Calles de Málaga. Por Nacho Romera
Vecino comprometido por una ciudad mejor
28/11/22. Opinión. Nacho Romera, vecino malagueño, en su colaboración habitual para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe su segundo artículo sobre la gentrificación en el barrio de Huelin: “Porque este equipo de gobierno municipal no está dispuesto a dar nada sin pedir algo a cambio, pronto les recordará todo aquello que hicieron por ellos, pronto les pedirán apoyos para poder llevar a cabo más...
...actuaciones, y el tiempo necesario para ejecutarlas”.
Una trama llamada Huelin (y 2)
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga tras sus actuaciones, debía de ganar apoyos en el barrio aunque estos no salieran gratis…
Las asociaciones les plantaban cara, tanto Parque del Mar como Torrijos se posicionaban, como no podía ser otra manera, del lado del vecindario, asociaciones que pagarían cara su osadía viéndose posteriormente castigadas en todo lo que el distrito podía. Problemas para subvenciones, falta de espacios, protagonismo ante los problemas del barrio…
Y dieron el siguiente paso, años llevaban dichas asociaciones intentando incorporar al barrio una asociación de comerciantes con el fin de aportar en las mejoras del barrio y en el desarrollo del mismo, siempre con inconvenientes para ello. Pues de la noche a la mañana apareció.
Nuestro concejal convencía a varios comerciantes y les puso en bandeja todo tipo de recursos, claro está con dinero público, con el fin de garantizarse más apoyos para sus cometidos.
Una vez más, como ellos no lo pagan, ponían en marcha toda una gran inversión en publicitar su creada asociación. Autobuses recorrían las calles con su logotipo, se realizaban multitud de eventos, cartelería e incluso concursos y premios, vuelvo a repetir, con dinero de los contribuyentes.
Incluso muchos de estos comerciantes que se apuntaban a la asociación, anteriormente se opusieron a imposiciones llevadas a cabo como el SARE, ya que no estaban de acuerdo en que tuviesen que pasar por caja los clientes que se acercasen a comprar al barrio.
Pero todo estaba pensado, el Ayuntamiento repartía bolsas de fichas entre los componentes de la asociación para que esos clientes no tuvieran que abonar el estacionamiento en el barrio.
Esta manera de proceder lo dejaba aun más claro, la Zona Azul no había llegado para recaudar, su cometido era otro bien claro, restar bienestar a los vecinos y privatizar las plazas para sus amigos, pues de otra manera no se entiende.
Si los hosteleros disponían de dichas fichas y ahora se repartían entre comerciantes, ¿quiénes son los que realmente sufren un desembolso?: Los vecinos.
Quisiera dejar claro que estoy a favor de promover la economía del barrio, incluso que se destine dinero público para ello, pero lo que no es de recibo son las cantidades desproporcionadas en tiempos tan difíciles, y lo peor, que no favorezca a todos los comercios por igual, solo a los que estén incorporados a esta asociación, haciendo un trato discriminatorio hacia el resto.
Pero está claro, no buscan ayudar, más bien buscan ayudas para lograr su cometido, el que nos ocupa en la publicación de hoy. Ya tenían un colectivo más sobre el que respaldar sus actuaciones y así con el tiempo concluir su tan ansiada trama.
Pasaba el tiempo y era hora de dar un paso más, para quien no conozca el barrio, disponemos en Tomás de Echevarría de un pequeño bulevar, zona de esparcimiento sobre todo para las personas mayores, muchas con sillas de ruedas, donde pueden pasear con tranquilidad sin tener que estar esquivando mesas y sillas de bares. Pero, con un gran inconveniente para los vecinos, los hosteleros habían puesto ya el ojo sobre él y el equipo de gobierno, y en este caso nuestro concejal Luis Verde, no sería el que le pondría muchos impedimentos para ello, son sus socios y hay que contentar.
Verano del 2022, un verano atípico después de la pandemia y con muchas ganas de salir y disfrutar de todo lo que ésta nos había privado. Los hosteleros tenían un reclamo claro, el bulevar y el concejal del distrito pronto dejaría claro que por su parte no habría problema.
Llegaba la Feria y era momento de dar el paso, sin consulta alguna a vecinos y asociaciones se montaba un tinglado en pleno bulevar, los árboles se llenaban de altavoces y se instalaba un escenario para realizar actuaciones. Todo bajo la mirada atónita de los vecinos, se repartía publicidad del evento y aclaraban las dudas, el equipo de gobierno quería trasladar parte de la feria de día a nuestro barrio.
Todo muy confuso, mientras la feria oficial de día ponía punto final a las 18:00 horas, nuestra pequeña verbena sería hasta las 20:00 horas, de todo esto nos pudimos enterar a última hora, es mas, se había montado toda una parafernalia en nuestras calles sin permiso alguno, dicho permiso era concedido el mismo día de los fuegos, poco antes del inicio de la gran feria de nuestra ciudad y firmado por uno de nuestros protagonistas, el concejal Luis Verde.
Lo tenían claro, sus deseos iban a ser concedidos y una vez más con dinero público.
La pequeña feria de Huelin fue un fracaso, apenas unas decenas de personas asistían a ella, algo que era de esperar y algo que no sería un inconveniente para los hosteleros de la zona, ellos volvían a llenar sus terrazas como días anteriores, nada cambiaba, pero en el fondo si, tanto hosteleros como equipo de gobierno habían dado el primer paso para apoderarse del ansiado bulevar, ya habían creado precedente y muchos ya veían sus mesas y sus sillas instaladas en él.
Para suerte para el barrio los vecinos más afectados daban un paso al frente, había sido una semana horrorosa para el descanso y la conciliación familiar, y no estaban dispuestos a que se repitiese.
Las asociaciones nuevamente se ponían del lado vecinal y formulaban quejas al Distrito, quejas acompañadas de centenares de firmas, aunque posteriormente, y no podía ser de otra manera, los dirigentes las contabilizaban como una solo queja.
Que curioso, centenares de vecinos denuncian y se contabiliza como una, un hostelero pone una queja y se cuenta como un colectivo, así son las cuentas de nuestro Distrito, según quien proteste así se cuenta.
Gracias a este movimiento vecinal y al gran eco que se hicieron las noticias, tenían que dar un paso atrás, se denunciaba de paso la gran invasión e incumplimiento de las ordenanzas y se solicitaba una revisión y control de ello, se repetía un pleno en el Ayuntamiento, en el cual ya en 2020, se llegaron a unos acuerdos sobre este tema y sobre la contaminación acústica del lugar.
Por aquel entonces estaba la excusa de la pandemia pero, ahora y con las próximas elecciones municipales cerca, habría que llevar a cabo un tapa bocas, como suelo llamarlo, pedían a los hosteleros que cumplieran las normativas y que por favor bajo la tormenta les sirviesen de paraguas.
Aquí nuestro concejal jugaba su papel, aquel para el que estaba preparado, desmentir a los vecinos y sacar toda la artillería para defender al colectivo amigo.
Negaba de manera cínica e hipócrita lo evidente, acusaba a los vecinos de acoso, hacia una invención de los acontecimientos propios de cualquier estudio de Hollywood, llegaba a afirmar bajo el asombro de los que vivimos allí y paseamos a diario por nuestras calles que nunca se habían incumplido las ordenanzas, es más, que se hacían revisiones frecuentemente en la zona. Pues para ser verdad, el barrio había cambiado bastante de antes a después de las denuncias, zonas como cajas de ahorros, peluquerías, y todo tipo de establecimientos, se despejaban de mesas y sillas, los vecinos podíamos pasar e incluso, uno de los locales de mayor ocupación de la vía pública, tenía que retirar su terraza nueve meses después por no tener permiso para ella, pues menos mal que hacían inspecciones periódicas.
Se había ralentizado el propósito pero, todo sigue su camino, nuestro barrio cada vez más cercado por nuevas edificaciones, edificaciones al alcance de unos pocos y no precisamente de los malagueños, de hecho ni siquiera infraestructuras cercanas como el Puerto están a salvo de la inversión y especulación.
Podemos observar en ellas sus grandes zonas de esparcimiento, deportivas e incluso algunas zonas verdes, pero por ningún lado se aprecia espacio para el ocio.
Es de locos, pensarán nuestros dirigentes, a nuestros nuevos vecinos no se les puede colocar un bar de copas hasta altas horas de la mañana debajo de sus casas, ni pueden padecer los perjuicios de una hostelería descontrolada, pero la gran pregunta ¿tendrán que ir a algún sitio para ello?
Pues ese es nuestro papel, ni más ni menos que servir de atracción, y es el propósito de nuestro alcalde y sus súbditos convertir nuestro barrio en el nuevo punto de encuentro para ocio y diversión de todos aquellos a los cuales no se puede molestar en su descanso y en su día a día, para aquellos que llegan de la mano de nuestros dirigentes con la oferta de una Málaga Resort.
De nuevo volvemos al punto de partida, empieza el lavado de cara con vista a las elecciones, mejora en algo las limpieza y algunos asuntos básicos. Muchos ciudadanos lo sabemos y solicitamos actuaciones con más intensidad, pues sabemos que es el momento en el cual algunas de las peticiones pueden ser escuchadas. De hecho lo vemos, pero claramente son acciones llevadas a cabo con fines electoralistas, peticiones que llevaban tiempo reclamando las asociaciones con total indiferencia por parte de las administraciones. Algunas se están llevando a cabo, también vemos mas hincapié en el señor concejal a oír peticiones personales en grupos de WhatsApp, peticiones de personas que pertenecen a colectivos que pronto tendrán que posicionarse.
Porque este equipo de gobierno no está dispuesto a dar nada sin pedir algo a cambio, pronto les recordará todo aquello que hicieron por ellos, pronto les pedirán apoyos para poder llevar a cabo más actuaciones, y el tiempo necesario para ejecutarlas.
Todo está muy avanzado y necesitan quizás una legislatura más para dar la puntilla al barrio, y el nuevo engranaje de cara a las elecciones 2023 esta puesto en marcha.
Nuevamente llega al barrio el programa estrella, pero esta vez de manera diferente, ya se han reunido con colectivos y asociaciones para exponer su futuro para nuestras calles y durante este tiempo han creado un respaldo a sus planteamientos.
Hagamos un repaso: por un lado tenemos asociaciones de vecinos, que una vez más revisarán cada proyecto en base al bienestar ciudadano, y por otra parte tenemos a la asociación de hosteleros y la asociación de comerciantes, quizás ha llegado el momento de pedir todo lo concedido, estos son los colectivos encargados de realizar la campaña en el barrio, y de prestar cualquier apoyo necesario en cualquier mesa de negociación, ya no están solos para seguir engañando a la gente, ofreciendo humo una vez más.
El pastel esta en lo alto de la mesa y muchos comensales, loquitos por meterle mano, ya se ha ofrecido en público, la trama se llama: “La superterraza de Huelin”.
Ellos la llaman la supermanzana, pretenden incrementar sobre todo zonas peatonales, a costa de suprimir tráfico y aparcamientos en superficie, cosa que aplaudimos, si no fuese porque muchos sabemos que será más espacio para mesas y sillas. También aplaudimos que se reduzca tráfico, pero volvemos al principio, cuando describíamos el barrio, un barrio antiguo, sin aparcamientos privados, con torres de 13 y 14 plantas y en una ciudad donde el transporte público deja mucho que desear y por lo cual a día de hoy se usa el coche por obligación.
Seguimos con la exposición que hace el equipo de gobierno: Será algo compatible con las Zonas SARE
Blanco y en botella, se elimina las pocas zonas de estacionamiento de las que disponen los vecinos, pero no se tocan aquellas reservadas a todo aquel que viene al barrio a beber y a comer.
Por lo cual nos preguntamos: ¿A quién castiga y a quién beneficia nuevamente esta actuación?
Está muy claro sigue favoreciendo el tráfico rodado, promueve el uso del coche privado, sigue emitiendo gases contaminaste al medio ambiente y aumenta la contaminación acústica derivada de esto.
Otra imposición que se quiere llevar a cabo y que solo beneficia a los colectivos amigos del señor Francisco de la Torre, y como no una vez más, por encima del interés ciudadano.
Si de verdad quisiera llevar a cabo una actuación sostenible, que ayude a reducir emisiones y bajar en algunos grados las consecuencias del cambio climático, apostaría por el solicitado Bosque Urbano. Reúne todo aquello que es beneficioso y necesario a día de hoy para nuestro entorno y nuestra ciudad. Todo lo demás como hemos explicado es puro afán de seguir con más de lo mismo, engaños a la ciudadanía con un único propósito, llenar nuestras calles de mesas y sillas, sirviendo ésta como zona de recreo y ocio en nuestra ciudad.
P.D.: Todo está estudiado, todo programado, hosteleros e inversores para los que gobiernan los actuales dirigentes pusieron el foco en nuestro barrio, como cualquier estratega marca un punto en el campo de batalla. Y nuestro alcalde sumiso a sus peticiones hará todo lo posible por concluir “Una trama llamada Huelin”.
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