“‘Estáis anclados en el pasado’. Nos dicen precisamente aquellos que no lo sufrieron. Nos dicen aquellos que no se criaron con los ojos llorosos de sus abuelos y con la voz temblona del miedo”

OPINIÓN. Málaga: Verde y morá. Por Mar González
Coportavoz de Verdes Equo Andalucía


14/02/22. Opinión. La coportavoz de Verdes Equo Andalucía, Mar González, en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre la Desbandá: “Esa carretera truncó la vida de tantos malagueños que no hay ni cifras fiables. Entre 3.000 y 5.000 personas fueron asesinadas. El mayor genocidio de población civil en España. Ni una cuneta en todos los kilómetros ha sido excavada,...

...carreteras y autovías borran la memoria”.

Carretera Málaga-Almería: lugar de la memoria

Hace 85 años mi abuela, Salud Gutiérrez Rojas, hacía el camino de la carretera de Almería huyendo de una muerte segura. Salieron los 4 hermanos y sus padres. Ella era la pequeña, tenía 4 años.


Ella, cuando me hablaba de la guerra, aunque estuviéramos en casa, bajaba el volumen, como si temiera que alguien la pudiera escuchar. El miedo persistía a pesar del paso del tiempo. “María del Mar” me decía, a la vez que me cogía las manos y comenzaba su relato, su historia.

Me contaba que a los dos días de comenzar el camino, los bombardeos eran constantes. En uno de ellos, su hermano mayor y ella perdieron de vista a sus padres y a sus hermanas. Él, asustado, la cogió a hombros y empezó a adentrarse hacia el interior, alejándose de la costa que se había convertido en una apuesta muy segura de muerte debido a los cruceros italianos.


Anduvieron solos por los bosques un par de días, llevaban agua, pero terminaron bebiendo de riachuelos que encontraron por el camino. Algarrobas fue su alimento. Llegaron a un pueblo en el que tenían familia y pasaron dos años hasta que volvieron a encontrarse con sus padres y sus otras dos hermanas. Su madre, Isabel, vestía de luto pensando que en la carretera perdió a su niño, el mayor y a su niña, la pequeña. Isabel tuvo la fortuna de recuperar a sus hijos, pero otras muchas familias no corrieron la misma suerte.

Esa carretera truncó la vida de tantos malagueños que no hay ni cifras fiables. Entre 3.000 y 5.000 personas fueron asesinadas. El mayor genocidio de población civil en España. Ni una cuneta en todos los kilómetros ha sido excavada, carreteras y autovías borran la memoria.

“Estáis anclados en el pasado”. Nos dicen precisamente aquellos que no lo sufrieron. Nos dicen aquellos que no se criaron con los ojos llorosos de sus abuelos y con la voz temblona del miedo.

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