He de confesar que siempre hay algo de lo que me explican que me sorprende porque de pronto me doy cuenta de que eso que ya tenía casi olvidado y en un rincón de mi memoria, en realidad pasó hace relativamente poco”

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PINIÓN. La vuelta a la tortilla. Por Noemí Juaní
Profesional de la gestión

12/01/23. Opinión. Noemí Juaní, profesional de la alta gestión en empresas e instituciones, en esta colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com hace un resumen del año pasado: “Lo cierto es que casi ninguno de los medios ha relatado el cambio de liderazgo en el PP como algo verdaderamente significativo de la vida de los españoles durante 2022. La mayoría de los resúmenes van a lo seguro y...

...relacionan una serie de acontecimientos en los que no habría duda: la guerra de Ucrania, la ola de protestas en Irán o la muerte de Isabel II se llevan la palma y aparecen unánimemente”.

Efemérides particular

Tenemos un nuevo año entre manos y lo hemos recibido, como es habitual, con una copa de alcohol en la mano y un grano de uva en la otra después de habernos gastado una media de unos 500 € de más en la cesta de la compra que no solo incluye un exceso en comidas, sino también algo más en decoración y un pico en una serie indeterminada de productos que englobarían los regalos, pese a que solo deberíamos recibirlos aquellos que nos hubiéramos portado suficientemente bien.

No somos el país que se ha gastado más. Según worldremit, una plataforma de internet desde la que puedes enviar dinero al extranjero, el país que más se excede en estos días es Líbano, que supera los 2.000 euros. Pero podríamos estar en la franja baja de este dudoso ranking y disputarnos con Uganda, que se ha gastado unos 60 € por cabeza, el honor de no ser un país consumista.

Sin embargo, lo que a mi más me gusta de ese día 31 de diciembre no son los langostinos que traen mis adorables vecinos, sino los resúmenes que los medios de comunicación tienen a bien facilitarme para que me entere de qué es lo que ha acontecido en mi vida de suficiente importancia para que merezca ser citado.

He de confesar que siempre hay algo de lo que me explican que me sorprende porque de pronto me doy cuenta de que eso que ya tenía casi olvidado y en un rincón de mi memoria, en realidad pasó hace relativamente poco.

Lo resumieron muy bien los geniales redactores de El Mundo Today cuando elevaron a titulares la siguiente noticia “Los españoles se preguntan quién es el tal Pablo Casado que aparece al inicio de los resúmenes del año”.

Lo cierto es que casi ninguno de los medios ha relatado el cambio de liderazgo en el PP como algo verdaderamente significativo de la vida de los españoles durante 2022. La mayoría de los resúmenes van a lo seguro y relacionan una serie de acontecimientos en los que no habría duda: la guerra de Ucrania, la ola de protestas en Irán o la muerte de Isabel II se llevan la palma y aparecen unánimemente.


A partir de ahí, hay menos coincidencia, pero siguen siendo mayoritarias las noticias que nos hablan de la inflación, de la crisis energética o del cambio climático.

Hay que reconocer que con estos eventos se la juegan. Una cosa es poder marcar una fecha en el calendario para el momento concreto en el que el Tribunal Supremo estadounidense dicta una sentencia que acaba con el derecho constitucional del aborto y atreverse a decir que eso puede suponer un antes y un después en la pérdida de derechos y en el regreso de políticas restrictivas; y otra muy distinta hablar de unos hechos que llevan tiempo larvándose, que son consecuencia de un cúmulo desastroso de decisiones y de negligencias y que siguen un proceso imparable y acumulativo y señalarlos como algo que “ocurrió” en pasado, olvidando que el guionista de la historia de la humanidad puede estar partiéndose de risa pensando: “pues si estos se creen que 2022 fue un año crucial para el cambio climático ya verás tu cuando se den cuenta de lo que pasará en el…” y otro tanto nos puede ocurrir con la inflación y su consecuencia y causa: el lío este de las energías por las que la corriente eléctrica es ya una poderosa arma de guerra y su capacidad de producción otra elemento más de desacuerdo en el seno de la Unión Europea.

Superados estos temas, la diversificación de los sucesos destacables entra en el terreno de la relatividad. Que si Argentina ha ganado la copa del mundo (alguien tenia que ganarla ¿no?), que si ha acabado el COVID (“borra, borra eso que a los chinos se les ha ocurrido abrir las fronteras y ahora verás lo que es fluir un virus”), que si Rosalía tuvo millones de visitas en un video de TikTok en el que mascaba chicle (orgullo patrio se le llama)…

Los ingleses también han comentado como algo importante en su día a día el hecho de que el número 10 de Downing Street haya visto entrar y salir maletas hasta tres veces y que la última, para colmo, la protagonice un tipo que también hace historia porque puede ser la primera vez que los residentes de ese pisito londinense sean más adinerados que los del Palacio de Buckingham.

En Francia se han acordado de que tuvieron elecciones presidenciales, en Italia de que tienen a la extrema derecha sentada en el Gobierno y por muy poquito no se produce eso cien años después de que lo hiciera Musolini, en Brasil que han podido echar a Bolsonaro (aunque ya veremos como acaba) y en Colombia de que, por primera vez, ha ganado un candidato de izquierdas.

Para la mayoría de nosotros es una ducha de realidad, darse cuenta de que ninguno de esos acontecimientos que nos van a cambiar la vida, nos tienen a nosotros mismos como protagonistas de nada.

Ni siquiera pensando en la ciudad en la que vivo y me gano el pan, he podido verme en alguna foto: ni cuando se declaró La Farola bien de interés cultural, ni cuando se celebró el primer debate del estado de la ciudad, ni cuando los vecinos del Perchel recibieron la atención de los políticos.

Por eso propongo que el próximo resumen anual tenga en cuenta a todos los mindundis y sus cosas: Pepe, el fontanero, perdió su trabajo en febrero y se convirtió en el parado número 2.837.653; María se separó del imbécil de su marido en abril y es la número 90.582 del año; Manolo ha sido padre de una criatura que pesó tres kilos al nacer y es el 337.380 nacimiento en España…

Aunque, bien mirado, sí que soy más protagonista de lo que me creo. ¿O no he tenido algo que ver con la inflación, cuando me he gastado bastante más del promedio de gasto navideño del español medio? ¿Y cuánta de mi huella hay en el uso diario de un vehículo que consume diesel? ¿O cuánto ha calado en el desánimo de los participantes mi ausencia en la manifestación a favor de la sanidad pública?

Buenos propósitos para el nuevo año.

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