No vamos a mirar para otro lado cuando la gente necesite ayuda. Vamos a ayudar y lo seguiremos haciendo. Pero es la administración local y la autonómica las responsables”

O
PINIÓN. Si Protestas… ¡Lo logramos!
Por Mercedes Pírez. Presidenta de la Asociación de Vecinos de El Palo


19/09/22. Opinión. Mercedes Pírez escribe en esta nueva colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las personas sin recursos: “Muchos colectivos de la ciudad están trabajando a destajo para paliar un problema que desde el Ayuntamiento y la autonomía no atienden en condiciones. No dotan a los Servicios Sociales de los recursos adecuados para poder ayudar a estas personas, a las familias sin recursos,...

...porque esperan que los colectivos hagan esa labor por ellos”.

La precariedad

La precariedad, la falta de oportunidades, la inestabilidad laboral, los contratos en negro y muchas circunstancias más imposibilitan a algunos ciudadanos vivir de una manera digna.


No llegas a fin de mes, no puedes pagar el alquiler (que en nuestro barrio es casi prohibitivo); ahora los niños comienzan el colegio y no puedes comprar los útiles escolares. ¿Podemos comer tortilla de patatas? No podemos hacer tortilla porque el aceite está muy caro. Perdón, ¡todo está muy caro! Antes con 20 euros comprabas un montón de cosas, y hoy, con ese dinero, no puedes ni comprar el aceite.

Vamos sumando: el alquiler, la comida, los materiales escolares... y no digamos los medicamentos. No puedes permitirte el lujo de enfermar.

Y no estoy hablando de otra ciudad; hablo de Málaga.

Está semana hemos ayudado a varias personas que están durmiendo en la calle, ya sea por elección o por no poder encontrar una cama en el albergue municipal.


Personas que no se pueden permitir un teléfono móvil y mucho menos disponer de internet, que es requisito imprescindible para que el INSS te conceda cita previa y te atienda. ¿Por qué no están las oficinas abiertas al público? Durante la pandemia se entiende, ¿pero ahora?

Uno de los que estaba en la calle nos contaba que vivía debajo del puente - del arroyo - durmiendo sobre unos cartones. Unos 55 años, pero parecía tener muchos más. La vida en la calle es dura. Tenía tos, estaba alicaído, quería salir de la calle... hablamos con los Servicios Sociales de El Palo y nos indicaron que tiene que dirigirse a Puerta Única para solicitar una cama. Pedimos el teléfono y llamamos para que le dieran una cita. La conseguimos para el día siguiente a las 12,30 horas. Pero ahora viene el segundo problema: no tiene dinero para el autobús y no puede ir solo. Hablo con mi hija, que había venido ese día a ayudarme, y me dice que ella lo acompaña a Puerta Única y de regreso lo llevará al Centro de Salud para que lo atiendan por esa tos.

Muy despacio y con ayuda de un bastón se va y le decimos que venga a la sede a las 11 de la mañana para acompañarlo.

Al día siguiente no se presentó. Al principio pensamos que se había olvidado, pero a la media hora recordamos en las condiciones en que dormía y su estado de salud, y nos preocupamos.

Informamos a todas las instituciones del barrio, Ayuntamiento, policía, y al día de hoy no sabemos que pasó. Nosotros también fuimos a buscarlo, pero al desconocer la información de lugares de pernoctación que si conoce la policía, no lo encontramos.


Os cuento esto porque muchos colectivos de la ciudad están trabajando a destajo para paliar un problema que desde el Ayuntamiento y la autonomía no atienden en condiciones. No dotan a los Servicios Sociales de los recursos adecuados para poder ayudar a estas personas, a las familias sin recursos, porque esperan que los colectivos hagan esa labor por ellos.

Nosotros no podemos hacer la labor de la administración, pero no vamos a mirar para otro lado cuando la gente necesite ayuda. Vamos a ayudar y lo seguiremos haciendo. Pero es la administración local y la autonómica las responsables.

Y no queremos más excusas.

Puede leer aquí anteriores artículos de Mercedes Pírez