“Casi todo se ha confiado al turismo y no ha habido una apuesta por la industria sostenible y de alta capacidad, casi todo se ha quedado a expensas de los objetivos marcados por la Unión Europea”
OPINIÓN. Compromiso con Andalucía. Por José Antonio Jiménez Ramos
Coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz
19/02/24. Opinión. José Antonio Jiménez, docente y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre los intereses globales de Andalucía: “De entrada hay que hacer un ejercicio de crítica interna, el sector progresista está en la oposición por su mal hacer. Aquí no vale decir que la gente no sabe lo que vota y que se deja seducir por la derecha,...
...porque además de mentira, es una falta de respeto. Hemos llegado a esta situación por nuestros propios errores, aunque no toda la oposición tiene el mismo nivel de responsabilidad”.
¿Están en riesgo los intereses globales de Andalucía? Segunda parte
“Todo un despropósito” era la frase final de mi artículo de hace quince días. Se lo dedicaba a la actitud supremacista de Moreno Bonilla enfundado en su mayoría absoluta. Espero no terminar hoy con la misma frase. Entre otras cosas, porque la oposición al poder conservador no debe ni puede tener esa misma actitud si quiere dar la vuelta a la actual situación.
De entrada hay que hacer un ejercicio de crítica interna, el sector progresista está en la oposición por su mal hacer. Aquí no vale decir que la gente no sabe lo que vota y que se deja seducir por la derecha, porque además de mentira, es una falta de respeto. Hemos llegado a esta situación por nuestros propios errores, aunque no toda la oposición tiene el mismo nivel de responsabilidad.
Más de 40 años de poder autonómico en manos del PSOE han servido para que Andalucía haya avanzado razonablemente en un proceso, cuasi natural, porque ese avance ha sido muy nivelado con el resto de las otras nacionalidades, cuando sabíamos que el punto de partida de nuestra comunidad estaba por debajo de los niveles de la mayoría de las comunidades del estado español. Seguimos estando en los últimos lugares de desarrollo del estado español. Nuestro diferencial en riqueza se mantiene con respecto a la media estatal, con subidas y bajadas intermitentes. Debemos acordar que una comunidad gobernada, de manera prolongada por un mismo partido, debería haber avanzado a un mayor ritmo que el resto si se hubiera actuado con una mirada de futuro gracias a la estabilidad política.
Podemos deducir que esa gobernanza no ha tenido un plan a medio y largo plazo, para salir de la situación de desigualdad de la que partíamos. Esa responsabilidad está claramente definida, Andalucía no ha cambiado sustancialmente en su modelo de desarrollo. Casi todo se ha confiado al turismo y no ha habido una apuesta por la industria sostenible y de alta capacidad, casi todo se ha quedado a expensas de los objetivos marcados por la Unión Europea, que propiciaba el desmantelamiento de la poca industria que teníamos.
Una nacionalidad rica como Andalucía y con una población cada vez más formada, ha visto cómo su gente sigue migrando a otras comunidades y a otros países para buscarse un futuro mejor. Mientras tanto, la pobreza no se ha erradicado y sigue siendo un lastre permanente.
A esa situación hay que añadir que las fuerzas políticas a la izquierda del PSOE no se han caracterizado por su capacidad de aglutinar a una mayoría social que necesita y sigue necesitando un espacio más progresista que lo que representa hasta ahora el socialismo andaluz. Esa mayoría social que es capaz de enfrentarse a la actual situación sanitaria, que no está de acuerdo en la privatización de los servicios públicos, ni con los ataques que la mayoría de las andaluzas y los andaluces reciben cada día del gobierno de la Junta de Andalucía.
El conjunto de las fuerzas progresistas, así como la ciudadanía andaluza deben alcanzar un acuerdo de acción civil y política que haga visible un camino de defensa de los derechos básicos y que establezca un marco social que permita avanzar en igualdad y en justicia social. Es preciso que asociaciones, colectivos, sindicatos, personas que sientan la necesidad de cambiar el actual estado de cosas, junto a las fuerzas políticas progresistas, podamos alcanzar un acuerdo social y político que permita que Andalucía cambie los planes del poder conservador que actualmente pretende llevarnos a momentos que ya superamos y que tenemos que poner a la vista de las generaciones más jóvenes que piensa que lo alcanzado fue muy sencillo y no se necesita luchar por aquellas conquistas. Acción social y política acompañada de un proceso educativo de la población. Toda una propuesta esperanzadora.
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