“Esto, que puede parecer una torpeza en el análisis, no es sino un pasito más en el desprestigio de la política. Aquí no hay nada espontáneo ni casual”
OPINIÓN. Compromiso con Andalucía. Por José Antonio Jiménez Ramos
Coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz
18/03/24. Opinión. José Antonio Jiménez, docente y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre las elecciones: “Los demócratas somos más exigentes con lo que pensamos. Aunque parezca una paradoja lo mío se antepone a lo nuestro, miramos el detalle más sutil para votar o no, somos más proclives a quedarnos en casa porque...
...nuestra rica diversidad nos impide votar propuestas que se quedan a media distancia; en el fondo somos más intransigentes con nuestras opiniones”.
¿Será por elecciones…?
Después de unos ajetreados 13 meses de junio del 22 a julio del 23, donde se han celebrado elecciones autonómicas andaluzas, luego las correspondientes elecciones autonómicas y municipales, y de remate las elecciones generales del verano pasado, nos hemos encontrado con un 2024, donde se preveían elecciones gallegas, vascas y europeas. Las gallegas se adelantaron cinco meses y las vascas se han adelantado tres meses ya que en julio de 2020 se celebraron conjuntamente. Las europeas están prefijadas desde hace tiempo para el 9 de junio. Por si faltaba algo, de buenas a primeras y por razones que ya sabremos, el presidente del gobierno catalán ha convocado elecciones adelantadas para mayo de este año, tocaban en febrero del año próximo.
Entre el 18 de febrero y el 9 de junio habrá cuatro elecciones. De entrada a mi no me parece mal ir a elecciones cuando haga falta y además teniendo en cuenta la particularidad constitucional de la autonomía de las comunidades para hacerlo según lo consideren oportuno; es previsible que se den estos casos y esto incumbe a toda la esfera política del estado. Las autonómicas andaluzas se adelantaron seis meses porque al PP le pareció oportuno, las generales en igual periodo como decisión del PSOE e igual que volvió a hacer en Galicia el PP y por último PNV y ERC han actuado de la misma manera.
Ahora parece que hay que preguntar a todos los politólogos sus sesudas opiniones sobre cualquier asunto político, para que nos iluminen nuestras pobres entendederas. Hace unos días escuché algunas opiniones con respecto a la acumulación de elecciones. En concreto una de esas personas sin cortarse ni lo más mínimo, dijo que no era bueno ir tantas veces seguidas a elecciones, sin advertir que en el peor de los casos, eso afecta en dos momentos a tres comunidades, porque es conocido que las únicas que nos afectan al conjunto del estado son las europeas, es decir, la inmensa mayoría del electorado español está llamado a una sola elección casi un año después de las últimas generales. Parece que la pesada carga política del estado recae de manera inexorable sobre todas las cabezas de la gente de a pie.
Esto, que puede parecer una torpeza en el análisis, no es sino un pasito más en el desprestigio de la política. Aquí no hay nada espontáneo ni casual, estos analistas se apuntan en muchas ocasiones al “clickbait”, una técnica muy extendida en la política basada en atraer a los lectores con asuntos que les produzca curiosidad. Lo importante es que me lean o me escuchen, aunque para ello utilice, como es el caso que comento, medias verdades. ¿Qué son muchas elecciones seguidas?, sí, ¿qué lo cierto es que no toda la población está concernida?, también, pero esto último es menos llamativo.
Por tanto, se utiliza un supuesto análisis para hacer una crítica que menosprecia a la política. Pueden pensar que exagero, se lo admito, pero me quedo con un dato que dio ese analista para aseverar lo que digo, la acumulación de elecciones contribuye a la abstención. En cristiano, votar es negativo y está justificado que no participes, porque nos cansa tantas veces ir a votar. En el fondo dan la razón a los conservadores más recalcitrantes. Los que niegan la política, los que no quieren democracia porque es mala para la gestión, pero que acuden en masa a votar por sus planteamientos más retrógrados.
Los demócratas somos más exigentes con lo que pensamos. Aunque parezca una paradoja lo mío se antepone a lo nuestro, miramos el detalle más sutil para votar o no, somos más proclives a quedarnos en casa porque nuestra rica diversidad nos impide votar propuestas que se quedan a media distancia; en el fondo somos más intransigentes con nuestras opiniones. ¿Cuántos de nosotros, antes unas elecciones, miramos hasta el último detalle de nuestras ideas para ir a votar alguna opción que no me gusta al cien por cien?
El problema real es que los partidos tienen que estar en todas ellas, porque sea en un sitio u otro, se verán afectados por los resultados. Nadie se puede escapar de las influencias cruzadas. Cada cual sacan consecuencias según sus intereses, miren si no las influencias de las elecciones gallegas en el devenir de los partidos estatales y de los estrictamente gallegos. Por eso este periodo de elecciones tiene importancia para todo el estado aunque no tengamos que votar en ellas. Pronto lo comprobaremos.
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