“La diversidad de la coalición y la necesidad de contar con otras fuerzas plurinacionales ha hecho posible tomar unas medidas impensables hace 8 años

OPINIÓN. Compromiso con Andalucía. Por José Antonio Jiménez Ramos
C
oportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz


15/07/24. Opinión. José Antonio Jiménez, docente y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el bipartidismo: “No parece que el bipartidismo pueda volver de manera inmediata, pero no cabe la menor duda que algunos lo echan de menos y en ese contexto se puede justificar los acercamientos actuales del PP y del PSOE, están convencidos...

...que es lo mejor para seguir avanzando, porque los convierten en una alternancia cuasi perfecta”.

La vuelta al bipartidismo es una mala noticia

Los últimos acontecimientos políticos parecen indicar que hay una cierta involución en el conjunto del estado español. Me estoy refiriendo a la lectura que hacen los medios, en general, sobre una vuelta al llamado bipartidismo imperfecto que se consensuó en los comienzos del actual periodo democrático.


Se basa, en algún caso, en una especie de deseo de los grandes medios de comunicación que “parecen” que echan de menos una cierta uniformidad en la alternancia en el poder político. La presencia de nuevas fuerzas políticas en los espacios tanto conservadores como progresistas ha llevado a un cierto desasosiego a esos medios e incluso a los propios partidos que han conformado el bipartidismo oficial de nuestro statu quo.

La pésima soflama sobre los populismos que los han convertido en una lacra social y política, puede parecer que está detrás de este desafecto por la diversidad política. Además, de alguna forma, se desprecia la colaboración política entre grupos afines pero no idénticos. Se ve mal, aún todavía, que existan gobiernos de coalición de cualquier signo.

Las decisiones del juez Pedrás para resolver la trama de la llamada policía patriótica, en lo que concierne al seguimiento persistente sobre políticos de la esfera de Podemos, es una muestra más de lo mal que sentó en su momento la aparición de fuerzas políticas no previstas por el consenso constitucional. Esta acción unida a las malas decisiones tomadas por la cúpula de ese partido ha permitido que la sombra del bipartidismo haya vuelto a aparecer.

En mi opinión esa mirada al pasado no es la mejor manera de avanzar hacia el futuro. Y a los hechos me remito. En estas circunstancias ya sabemos que el gobierno de coalición ha avanzado mucho más de lo que hubiera avanzado un gobierno en solitario del PSOE. La diversidad de la coalición y la necesidad de contar con otras fuerzas plurinacionales ha hecho posible tomar unas medidas impensables hace 8 años. Cosa distinta es que el presidente del gobierno quiera colgarse las medallas de las conquistas sociales como si fuera el único actor, es decir, minusvalorando el trabajo del conjunto del gobierno.

Nadie niega que el presidente del gobierno es máximo responsable para bien y para mal de las acciones del mismo, pero en ningún caso, porque sería injusto y falso, es el hacedor de todo lo bueno del gobierno, mientras que los errores cometidos se resuelven mirando al tendido, como si el toro no lo tuviera dentro.

Otros hechos avalan lo que digo, más de cinco años para llegar a un acuerdo bipartito, entre PP y PSOE, para desbloquear el CGPJ, como decía de manera muy acertada Manuela Carmena en un artículo reciente[1], para que el acuerdo no haya contado con la participación directa ni siquiera de los partidos de la coalición.

El rechazo de los grandes partidos a un proceso abierto de selección del Consejo General del Poder Judicial resulta devastador para  la necesaria confianza en la democracia”.

En el fondo se sigue fomentando el bipartidismo, que como tal, ya no representa tan ampliamente como antes a la sociedad andaluza o española. Hay otras cuestiones que cuentan con un apoyo bipartidista no expresado, pero sí existente. El mejor de los ejemplos está en las relaciones con la OTAN; el PSOE recibe críticas por infinidad de cuestiones de su actividad internacional, pero sobre lo que hace con  esta organización, lo que recibe es una palmadita en la espalda.


Se sabe, porque no hay ningún reparo en ocultarlo, que los temas de defensa son asuntos que no están en cuestión por la oposición del PP al gobierno. Se producen incrementos extrapresupuestarios para invertir en armas y solo protestan los partidos de izquierda y nacionalistas, una buena parte del sustento político del gobierno de coalición y, por supuesto, por razones obvias, Sumar que se traga el sapo correspondiente, pero los partidos del consenso constitucional no dicen ni mu.

En cualquier caso, no parece que el bipartidismo pueda volver de manera inmediata, pero no cabe la menor duda que algunos lo echan de menos y en ese contexto se puede justificar los acercamientos actuales del PP y del PSOE, están convencidos que es lo mejor para seguir avanzando, porque los convierten en una alternancia cuasi perfecta y hay motivos para estar preocupados, porque ello significaría una pérdida de calidad  democrática.

La diversidad plurinacional requiere de una respuesta muy contundente por los partidos a la izquierda del PSOE, ya sean estatales o nacionalistas, porque si se volviera al bipartidismo, uno de los avances más evidente de los últimos años decaería de forma inmediata, me refiero a los avances en las instituciones, de la presencia de las nacionalidades del estado español, el deseo de avanzar hacia un estado federal, saltaría por los aires y, por supuesto, las posibilidades de avanzar en una financiación más justa y más progresiva también. Se produciría una recentralización del estado que caminaría en el sentido contrario al que debe ir.

En estos momentos vuelve a ser necesario el ejercicio de valentía y compromiso con el conjunto del estado, para que todo el sector progresista haga el esfuerzo necesario para  recomponer la unidad de acción que dé una nueva oportunidad a las necesidades de la mayoría social de Andalucía y del estado español.

Y para parar esa vuelta al bipartidismo hay que avanzar en algunas cuestiones que están detenidas sine die, la modificación del actual sistema electoral es primordial, mientras haya jurisdicciones sobrerrepresentadas y otras que por su población no permitan que las elecciones de las mismas oportunidades a todos los partidos, la sombra del bipartidismo seguirá presente. Otro cambio, más que necesario es la modificación del Senado, en un sistema proporcional no es razonable que una de las cámaras sean elegidas por un sistema mayoritario, que no responde a la pluralidad del estado, el Senado debe convertirse en la cámara de representación de las nacionalidades del estado y cumplir una misión de coordinación del propio estado. Su actual estructura es algo más cercano a una residencia de retirados de la política que a una expresión plural de la voluntad política.

[1] https://elpais.com/opinion/2024-07-10/asi-no-que-ocasion-perdida.html

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