“Seguimos a la cola del pelotón porque nuestro avance no ha sido diferencialmente positivo con el conjunto de las naciones que componen el estado español”
OPINIÓN. Compromiso con Andalucía. Por José Antonio Jiménez Ramos
Coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz
10/02/25. Opinión. José Antonio Jiménez, docente y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre la situación de los servicios públicos: “Asistimos a la peor situación relativa de la sanidad, colas para las operaciones, personas que mueren esperando un tratamiento, a cambio de estar inflando los ingresos de las empresas sanitarias...
...Por cambiar a peor hemos cambiado hasta el sistema de citas, hemos vuelto a las colas a las ocho de la mañana para conseguir una cita que como norma tiene una quincena de días o más de retraso”.
El andalucismo es necesario y posible
Ya he utilizado antes este espacio para poner de manifiesto el cinismo del Partido Popular para utilizar el andalucismo rancio y simbolista como recurso electoral. Normalmente el cinismo tiene una parte de inteligencia, porque tiene a su servicio un equipo de imagen y de marketing político, que desde el minuto uno, copiando de manera absoluta el uso y abuso de las prácticas de los sucesivos gobiernos del PSOE, apostó por convertirse en el portador de la bandera andaluza. Dejando a un lado las lisonjas que recibió, vinieran de donde vinieran, resulta bastante chocante que el PP, heredero de los que se enfrentaron al conjunto de Andalucía cuando hacía falta un acuerdo completo y pleno para defender a Andalucía ahora pretenda mediante el manoseo impúdico de los símbolos convertirse en andalucista.
La situación social y política está demostrando que es posible y muy necesario otro andalucismo anclado en la Andalucía real, se atisba que es el momento de llegar a un consenso andalucista que parte de la misma raíz que partía el del 4 de diciembre, las necesidades de los andaluces y de las andaluzas.
Decía Carlos Cano aquello de:
“Esto es la murga los currelantes
qu'al respetable güenamente
va'xplicar el mecanismo tira palante
de la manera más bonita y popular:
s′acabe el paro y haiga trabajo escuela gratis,
medicina y hospital pan y alegría nunca nos falten.
Que güervan pronto los emigrantes haiga cultura
y prosperiá.”
Desde un punto de vista amplio las peticiones de los currelantes siguen siendo similares. No cabe la menor duda de que hemos avanzado, como ha avanzado el estado español, lo que ocurre es que seguimos a la cola del pelotón porque nuestro avance no ha sido diferencialmente positivo con el conjunto de las naciones que componen el estado español, crecemos al mismo ritmo e incluso por debajo de algunas que siguen estando al frente del pelotón. No voy a repetir el panorama andaluz en comparación con el conjunto del estado, solo hay que abrir los ojos de ver y escuchar con las orejas de la realidad, todo y cada uno de nuestros índices de prosperidad siguen estando por debajo de la media y nos mantienen, a pesar de los anuncios inflados de solemnidad del moderado, por abajo de la prosperidad actual.
Asistimos a la peor situación relativa de la sanidad, colas para las operaciones, personas que mueren esperando un tratamiento, a cambio de estar inflando los ingresos de las empresas sanitarias. Por cambiar a peor hemos cambiado hasta el sistema de citas, hemos vuelto a las colas a las ocho de la mañana para conseguir una cita que como norma tiene una quincena de días o más de retraso. Colapso de las urgencias como nunca, 12 o 14 horas para atender a las dolencias urgentes de personas mayores y mientras tanto hospitales privados haciendo operaciones más simples a precios desorbitados.
Cierres de colegios públicos mientras se incrementan las subvenciones a los centros privados concertados, donde la segregación es la norma frente a la necesidad de un sistema público inclusivo que no llega a sus objetivos por la merma de presupuestos para personal docente y, sobre todo, como se ha puesto de manifiesto en esta última semana, por la insuficiente inversión en personal de apoyo al alumnado que más lo necesita, hasta llegar a la desesperación de familias que ven cómo sus hijos e hijas no reciben la atención necesaria.
La situación de los barrios andaluces que siguen estando muy por debajo de las condiciones de habitabilidad para una vida digna y cómo no, la situación de los asentamientos de migrantes en Almería y muy especialmente los de Huelva que han llegado hasta lo que no queríamos, a la muerte de personas derivadas de las condiciones de inseguridad e insalubres de las chabolas mientras que son los que con su trabajo en los campos de los frutos rojos, mantienen el incremento de riqueza de las explotaciones de la zona.
El andalucismo necesario para estos momentos debe hacer un esfuerzo mental y físico para asumir un papel que nunca debió de perder, debe ser un bloque que nos distinga de la propuesta conservadora, Andalucía no puede ni debe tener un andalucismo anclado en el folclore manoseado, ni siquiera puede mantenerse al margen de la realidad, hoy y siempre el andalucismo infantiano es un andalucismo progresista, democrático, republicano que responde a las necesidades de Andalucía, por sí, por los pueblos y por la humanidad y eso requiere ser ese bloque que decía anteriormente, desde la defensa de lo público, de la cultura desde abajo, de los derechos humanos para todas y para todos, de la defensa de la justicia poniendo en marcha una conciencia de nación que se oponga de manera frontal a lo que tenemos enfrente, el peor de los nacionalismos, segregador, inhumano y clasista que representa la extrema derecha actual y los apoyos que recibe desde la derecha supuestamente democrática.
No podemos cerrar los ojos ante el abuso de nuestros símbolos, porque estos son de todas y no de unas cuantas. Debemos asumir que hay mucho más que nos une, que lo que nos separa, las líneas rojas solo sirven para señalar un mapa de soledad y melancolía. Se requieren unas líneas verdes muy teñidas de morado, de rojo y de blanco. Un andalucismo verde, feminista, de justicia social y defensor de la paz verdadera que solo puede venir de la mano de la puesta en vigor de los derechos humanos y de la democracia. Un andalucismo necesario y posible.
Hemos comenzado a hacerlo posible y visible y seguiremos hasta conseguirlo, nos va el futuro en ello, lo contrario es la barbarie y el nazismo.
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