“Ya os habréis dado cuenta que es el capitalismo quien nos marca las pautas de nuestra propia vida haciéndonos esclavas del sumar y restar”
OPINIÓN. Enredada con Iniciativa. Por María José Torres
Coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA). Psicóloga sanitaria
14/12/22. Opinión. María José Torres, técnica de inserción laboral y coportavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz (IdPA), escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el consumismo y los regalos de Navidad: “Los libros son, sin duda, el mejor regalo. Los niños y niñas nunca lo pedirán en sus cartas, pero deberían recibir al menos uno. Les invita a soñar y no necesitan pilas...
...No consumen electricidad ni contaminan. No ocupan mucho espacio en la estantería. Y duran, si les cuidan, toda su vida. Así que, aunque sean nuestras personitas, los recordarán siempre”.
La ilusión efímera de ser un juguete
Se acercan unas fechas donde el consumismo vive su mayor esplendor, donde compramos como si no hubiese un mañana. ¿Es realmente la navidad una fiesta religiosa dentro de la cristiandad o se ha convertido en otra cosa? A lo largo y ancho del mundo se celebra la navidad, para muchas son las vacaciones invernales, no hay clases escolares, etc. Lo que es real es que son fechas de encuentro familiar.
Las tiendas aprovechan la campaña navideña para hacer ofertas sobre sus productos y fomentar el consumismo, sobre todo a través de las nuevas plataformas online que permiten comprar y devolver productos con un solo clic. Hay por ahí una canción que dice que la navidad la invento un conocido comercio, aunque no es cierto.
Históricamente la comunidad cristiana (la única religión que celebra la navidad como tal) dice que la tradición de dar regalos viene del acto de que tres reyes magos fueron al encuentro del rey de los judíos a ofrecerle una serie de ofrendas en su nacimiento. Aunque realmente esa costumbre fue tomada por el cristianismo de la cultura romana que celebraba una fiesta en honor a Saturno, dios del grano y la agricultura. Esta fiesta conocida como saturnalia, muy celebrada por la población latina del campo, fue asumida, apropiándosela, por el cristianismo como facilitadora en la conversión de los diferentes pueblos a su religión. La saturnalia con el correr de los años se convirtió en lo que hoy conocemos como navidad celebrándose en las mismas fechas.
Al principio se regalaba ropa realizada de manera artesanal dentro del ámbito familiar, juguetes realizados a mano o alimentos como se hacía en la saturnalia. Pero la revolución industrial lo cambio todo. Si, la transformación del trabajo y el comercio basándose en hacer más eficaz la mano de obra para enriquecer a unas pocas gentes fue quien incrusto el regalar manufacturas realizadas desde la industria. Fue quien relego el acto de regalar objetos realizados de manera artesanal o alimentos haciendo creer que esto era sinónimo de pobreza. Ya os habréis dado cuenta que es el capitalismo quien nos marca las pautas de nuestra propia vida haciéndonos esclavas del sumar y restar.
Los padres y sus hijos
En este artículo quiero centrarme especialmente en los más vulnerables que son los niños y niñas de nuestras familias. Voy a hablar de regalos, aunque sea participe de ese capitalismo absurdo que odio. Quiero aportar algunas ideas desde el matiz educacional. Voy a hablar de regalar lectura, de regalar ideas, de dar algo útil.
Enseñamos a los niños desde pequeños la necesidad de tener, de poseer. Y les vamos marcando el camino con estereotipos como bien nos han enseñado desde todos los ámbitos...
Está claro que a esas personitas pequeñas que andan en nuestras vidas les hace ilusión un juguete y se divierten con él. Algunas recibiendo muchos y otras muy pocos como ya expliqué en la primera parte de este artículo. Pero todos estos juguetes manufacturados industrialmente tienen fecha de caducidad. Caducan, convirtiéndose en un simple objeto, en el momento que un niño o niña haya explorado todas sus posibilidades. Simplemente dejará de prestarle atención y de ser útil a lo que es una herramienta educativa de crecimiento como es el juego.
¿Regalamos algo para pensar y saber? Una propuesta.
Personalmente creo que se ha perdido bastante la idea de regalar libros, la tecnología nos ha absorbido, y no digo que este en contra de ésta, pero si incorporamos libros en nuestros regalos a los pequeños de las familias estaremos:
·Incentivando la imaginación.
·Estimulando la creatividad.
·Nos sirve para trabajar la concentración.
·Puedes usarlo para trabajar la comprensión lectora.
·Despierta el sentido crítico de los niños. Les ayuda a pensar.
·Es una fantástica herramienta para ejercitar la memoria.
·Son buenos para mejorar el vínculo con los padres.
·Les ayuda a desarrollar la fantasía.
·Transmiten valores.
Los niños y niñas nunca lo pedirán en sus cartas, pero deberían recibir al menos uno. Los libros son, sin duda, el mejor regalo. Les invita a soñar y no necesitan pilas. No consumen electricidad ni contaminan. No ocupan mucho espacio en la estantería. Y duran, si les cuidan, toda su vida. Así que, aunque sean nuestras personitas, los recordarán siempre.
Te propongo una prueba, cierra los ojos, y recuerda los juguetes que te regalaban. Recordarás dos, tres a lo sumo cuatro. Y ahora recuerdas los libros, ese libro, ese que te marcó y del que disfrutaste leyendo y releyendo sus páginas. Y en los tebeos o comic que te hicieron reír ¿Cuántos recuerdas? ¿Dos, tres? ¿Cuatro...? ¿Lo ves? Los recuerdas con el mismo cariño que si fueran juguetes. Incluso más. Y son libros. Es más: seguramente, nunca lo pediste.
Desde las instituciones...
Nuestras instituciones públicas hacen campañas de recogida de juguetes para las gentes que menos tienen: hoy por hoy, casi toda la población merced a un sistema de mercadeo que no entiende de salarios dignos y si de acumulaciones de rentas. Lo hacen con la mejor intención, eso seguro.
Sería bueno que desde los ayuntamientos y diputaciones aportaran parte de los dineros de todas y todos en dar libros en cada casa. Incluso en aquellas casas donde la abundancia existe porque la misma, seguramente, se usará para cualquier cosa menos para dar un simple libro.
Y por último,
Regales lo que regales que por algo es Navidad intenta, insisto, generar personas libres que trabajen el día de mañana desde la igualdad, desde el respeto, entendiendo que una sociedad somos muchas personas.
Estamos hablando de nuestros hijos y nuestras hijas. Tus hijos e hijas el día de mañana deben vivir mejor que nosotras mismas.
No regalemos patriarcado: demos educación por ser libres. Huye de jugar a ser mayor.
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