“La renaturalización es un proceso barato y de fácil mantenimiento. Consiste en reconocer que la naturaleza hace las cosas mejor que los humanos, y que puede gestionarse por sí misma”
OPINIÓN. No hay Planeta B
Por Ecologistas en Acción Ciudad de Málaga
07/11/22. Opinión. Ecologistas en Acción Ciudad de Málaga, en su colaboración habitual para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre temas medioambientales, publica un texto de José Galindo, miembro de la asociación, sobre las posibles actuaciones en el río Guadalmedina: “El plan del ayuntamiento cuesta 250 millones, mientras que renaturalizarlo costaría menos...
...de 4,6, de los que cuatro millones podrían haber sido aportados por fondos europeos específicos para renaturalizar ríos. Sin embargo, PP y Cs impidieron que Málaga recibiera esas ayudas”.
El río Guadalmedina en Málaga: ¿Renaturalizar o encementar?
El tramo urbano de un río puede ser lugar de ocio, educación, biodiversidad y belleza. Hay ciudades que cuidan sus ríos y los aprovechan. Otras ven el río como una «cicatriz»; como un estorbo donde se acumula cemento, maleza o basura. Málaga está en el segundo grupo. Particularmente, el río Guadalmedina atraviesa la ciudad por el centro y las construcciones han ido robándole terreno, como si quisieran comérselo.
Actualmente, gran parte de la ciudad se encuentra en zona inundable. La alcaldesa anterior, Celia Villalobos, quiso tapar el río completamente para que no se viera. Es un río feo, porque no se respeta.
El Ayuntamiento actual continúa la política de maltratar el río, siendo este otro de los temas por los que debería pedir perdón a la ciudadanía. El consistorio (afortunadamente) se olvida del río durante meses y, entonces, la vegetación natural y la vida toma el espacio que legítimamente le pertenece. Al parecer, al ayuntamiento le molesta el verde; y arrasa con excavadoras toda la vegetación con sus nidos y su biodiversidad. Eliminan la flora y fauna del río con la excusa de una falsa y torpe forma de limpiar. Destrozan la cubierta vegetal sin entender su utilidad en el cauce y sin escuchar a nadie. Hasta la hierba seca retiene el agua y los sedimentos; y favorece la biodiversidad. La flora silvestre está condenada en esta ciudad y se elimina allí donde se atreva a crecer; aunque sea bella; aunque no moleste.
Cuando el río se ha dejado tranquilo se han visto garzas, garcetas, garcillas, fochas, gallinetas de agua y diversas anátidas, así como anfibios, galápagos y cangrejos. La vegetación frena la velocidad del agua y aumenta la infiltración. El cemento hace justo lo contrario.
El plan del ayuntamiento cuesta 250 millones, mientras que renaturalizarlo costaría menos de 4,6, de los que cuatro millones podrían haber sido aportados por fondos europeos específicos para renaturalizar ríos. Sin embargo, PP y Cs impidieron que Málaga recibiera esas ayudas. Se trata de gastar cemento y dinero público como si fuésemos ricos, para enriquecer a empresas constructoras y cementeras.
El plan del Ayuntamiento de Málaga
El objetivo del ayuntamiento para los ríos Guadalmedina y Campanillas es tapar el primero parcialmente y encauzar en cemento el segundo, como si fuera un canal. Es otro despilfarro, como el que se hizo al poner fuentes en el río, que apenas se usaron.
Con el nombre de corredor fluvial, no pretenden renaturalizar el río. Usan la expresión «parque fluvial» para referirse a soterrar el tráfico, crear aparcamientos y plantar árboles en los márgenes del río. Nada de eso afecta al cauce ni favorece la movilidad sostenible, sino más bien lo contrario. También quieren embovedar el río parcialmente, lo que significa taparlo con costosas e inmensas plazas-puente, como si Málaga quisiera esconder su río.
Embovedar un río supone aumentar su contaminación y su consideración de alcantarilla. También se incrementarían los animales que se consideran como plagas (ratas…) junto con la contaminación que llega al mar y a las playas. Además, se rompe su utilidad como corredor verde para la fauna. En Pontevedra, una ciudad que está siendo modelo para ciudades de todo el mundo, van a destapar el cauce del río Gafos, sepultado bajo hormigón a mediados del siglo XX.
Finalmente, en el entorno de la presa del Limonero pretenden una «recuperación medioambiental» que podría ser positiva, dependiendo de como se haga.
Rewilding es el plan de Ecologistas en Acción
La renaturalización es un proceso barato y de fácil mantenimiento. Consiste en reconocer que la naturaleza hace las cosas mejor que los humanos, y que puede gestionarse por sí misma. La propuesta de Ecologistas en Acción podría resumirse en los siguientes puntos:
- Eliminar el cemento del suelo del cauce y algunas obras dentro del mismo (canales, muros, parterres, fuentes…).
- Limpiar los residuos en el cauce y en su entorno.
- Plantar especies propias de las riberas mediterráneas en el cauce y en los márgenes: sauces, álamos, adelfas, fresnos, majuelos, higueras…
- Instalar nidos para facilitar la llegada de fauna, por ejemplo de rapaces diurnas y nocturnas (cernícalo vulgar o lechuza común).
- Poner paneles informativos en sitios estratégicos para contribuir a la educación ambiental.
- Recuperar dos espacios adyacentes para uso público peatonal que ahora están infrautilizados.
- Cancelar los accesos al río, salvo en algunas zonas como el parque de patinadores conocido como Decrepit Park. El objetivo inicial es que el cauce del río se respete para la fauna y la flora y, con el tiempo, estudiar si abrir algún sendero.
- Mantener el cauce ecológico de agua (30 l/s, que es un 8% del caudal medio que llega a la presa del Limonero). Téngase en cuenta que la presa del Limonero no debe llenarse por el enorme riesgo que implica para la ciudad, riesgo que es analizado en el libro «Guadalmedina. Un río invisible» de Rizoma Fundación (2011). En épocas de sequía existe la posibilidad de utilizar agua de la estación depuradora del Guadalhorce; una actuación que requeriría de una inversión posterior y de un gasto energético no muy grande porque la diferencia de cota entre la depuradora y la presa no es muy importante (45 metros de desnivel en 9 km) y su utilización sería puntual.
- Ventajas para la ciudadanía
- La vegetación reduciría el riesgo de inundaciones y avalanchas.
- Aumentaría la biodiversidad. El río sería un corredor ecológico que facilitaría la resiliencia de la naturaleza local.
- El río y su entorno servirían como medio de educación ambiental, así como lugar de ocio y de observación de fauna.
- La renaturalización del río mitigaría el efecto isla de calor, aumentando los espacios con sombra y reduciendo la superficie de cemento.
- Mejoraría la salud y la calidad de vida. Contribuiría a limpiar el aire de la ciudad, a absorber GEI y a reducir la ecoansiedad, por citar algunos efectos.
- Mejoraría también el paisaje urbano y la calidad turística.
- Revitalizaría la economía y aumentaría el valor de los barrios afectados.
- Se ahorraría dinero público que podría dedicarse a otras actuaciones más respetuosas con el medioambiente.
Por todo el planeta, deberíamos poner de moda renaturalizar territorios (también llamado rewilding). Son muchas las ciudades españolas que tienen proyectos de renaturalización y serán más gracias a los fondos europeos y del ministerio. En cuestión de ríos, hay muchas ciudades en las que fijarse. Por ejemplo, el río Manzanares en Madrid o el río Isar en Munich. Málaga merece un río para mirarlo y admirarlo, y no para volver la cara ante la actual cicatriz.