El próximo sábado 29 de junio hay convocada a las 11.30 en la plaza de la Merced una manifestación por el derecho a la vivienda, contra la gentrificación de los barrios y ante la turistificación de la vivienda

OPINIÓN. 
La mirada crítica. Por Eduardo Sánchez de Hoyos
Doctor en Historia del Arte, gestión del patrimonio cultural


24/06/24. Opinión. El doctor en Historia del Arte, Eduardo Sánchez, continúa su colaboración con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com con un artículo sobre el derecho a la vivienda: “El propio Ayuntamiento de Málaga, convertido en un cortijo del PP, responsable en primera persona de impulsar estas políticas neoliberales de especulación del suelo y turistificación salvaje de la vida económica, ha tenido que...

...crear una Oficina de Derecho de la Vivienda, que evidentemente más allá de un asesoramiento pírrico ante la dimensión de la problemática, solamente sirve como justificación de una actuación del Ayuntamiento ante posibles reproches”.

Por el derecho a la vivienda contra la gentrificación de los barrios

El próximo sábado 29 de junio hay convocada a las 11.30 en la plaza de la Merced una manifestación por el derecho a la vivienda, contra la gentrificación de los barrios y ante la turistificación de la vivienda. El sindicato de inquilinos como la Invisible impulsan esta movilización necesaria. En la ciudad de Málaga hay 586.000 habitantes, con algunos de los barrios con más densidad por metro cuadrado de España y Europa, como La Luz. En 20 años hemos pasado de tener un centro completamente descascarillado, prácticamente en ruinas a un auge imparable del alquiler vacacional y de la especulación inmobiliaria reforzado por importantes reclamos culturales como han sido la proliferación de museos. Y es que ya lo había comentado en otro artículo anterior (Málaga, museos y gentrificación) que bajo la aparente inocencia de una oferta cultural se ha tejido un proceso de expulsión de los vecinos de sus barrios (gentrificación). Tal es la gravedad del problema que el propio Ayuntamiento de Málaga, convertido en un cortijo del PP, responsable en primera persona de impulsar estas políticas neoliberales de especulación del suelo y turistificación salvaje de la vida económica, ha tenido que crear una Oficina de Derecho de la Vivienda, que evidentemente más allá de un asesoramiento pírrico ante la dimensión de la problemática, solamente sirve como justificación de una actuación del Ayuntamiento ante posibles reproches. Para darse cuenta de su inutilidad basta leer algunos de sus escuetos informes de actuación (AQUÍ).


Los Servicios Sociales son una competencia municipal. La problemática detectada exige pasar de un porcentaje ínfimo de vivienda social a niveles propios de los países bajos, es decir, pasar de 1% de vivienda social y pública a un 25 o 30% de vivienda social. La ordenación del suelo (PGOU) es competencia municipal, poner a disposición de esta vivienda social el suelo de titularidad pública es competencia municipal. Después, si existiera esta voluntad, se acude por financiación y es cuando se le puede reprochar a las administraciones superiores, ya fuera la junta o el gobierno de España, el desamparo, pero en primer lugar la iniciativa ha de iniciarse a nivel municipal. Hemos visto como ciudades europeas como Berlín han topado por referéndum el precio de la vivienda, y el sistema capitalista no se ha derrumbado, obviamente.

Esta movilización que viene ha de pasar posteriormente a una fase de exigir medidas concretas como la construcción de vivienda pública, o la reconversión de viviendas de los fondos buitres en vivienda publica, unidas a medidas como topar los precios y acabar con las licencias de alquiler vacacional, a la par que exigir medidas económicas de diversificación que no condenen a depender solamente de la turistificación. Y es que los empresarios españoles, muy en particular los andaluces son los más retardatarios de Europa, turismo y obra, no los sacas de ahí.

En definitiva, salgamos a la calle, defendamos un pilar fundamental del Estado de derecho como es el derecho a la vivienda. Demostremos a la agenda política  cuál es nuestro orden de prioridades, pongamos medidas sobre la mesa, extendamos la solidaridad con los vecinos y la resistencia de una ciudad que no quiere  ser reducida a un mero parque temático.

Puede leer aquí los anteriores artículos de Eduardo Sánchez