“La idiosincrasia de nuestra querida piel de toro es mucho más de andar por casa: somos de quejarnos por todo, de hablar de todo, de criticarlo todo, pero de boquilla pafuera y donde no debemos…”

OPINIÓN. Por 
Ana Lucas
Escribir desde el corazón

04/06/24. Opinión. Ana Lucas en su colaboración en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com escribe sobre la idiosincrasia: “Según dónde se produzcan algunas noticias o acontecimientos tendemos mucho a apoyarlos con esta palabrita tan moderna y de reciente aparición en nuestra vida cotidiana: que si los asiáticos son más trabajadores, los latinos más “tranquilones” (casi siempre cuando de “producir” se...

..habla), los nórdicos más cívicos, los alemanes más fríos y cabezotas…”.

Idiosincrasia...

Definición exacta de la RAE: Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad.


Según dónde se produzcan algunas noticias o acontecimientos tendemos mucho a apoyarlos con esta palabrita tan moderna y de reciente aparición en nuestra vida cotidiana: que si los asiáticos son más trabajadores, los latinos más “tranquilones” (casi siempre cuando de “producir” se habla), los nórdicos más cívicos, los alemanes más fríos y cabezotas, los argentinos y los italianos más “fogosos” (sexualmente hablando), los británicos más puntuales -aunque a mi parecer la expresión “puntualidad británica” quedó obsoleta y debía referirse a tiempos pasados-...y así un largo etcétera que nos tendría aquí hasta el fin de los tiempos porque a la mayoría de nosotros se nos ocurren montones de ejemplos… cada una de estas justificaciones acompañadas casi siempre por un sinfín de ruiditos, risas -o caras serias, según proceda-, muecas y guiños, alzamiento de hombros y gesticulaciones de manos en mayor o menor medida acordes al individuo que esté transmitiendo la batallita.

Sin embargo, creo sinceramente que a veces estos tópicos que utilizamos todos en algún u otro momento están más que justificados. Según el tipo de suceso que leamos u oigamos en muchos casos casi podemos decir de dónde procede, y eso es lo que me ocurrió a mí hace un tiempo cuando leí la noticia con la que se me ha ocurrido el contenido para esta colaboración: «Indemnización millonaria tras denunciar las burlas de los doctores que lo operaban». No voy a perder el tiempo re-escribiendo lo que podéis leer fácilmente en cualquier medio, si queréis os lo pego tras los paréntesis para agilizar la tarea (https://www.telecinco.es/noticias/sociedad/burlas-de-quirofano-indemnizacion-virginia-tiffany-m-ingham_18_2009700048.html)

Pues bien, ¿de qué país creéis que surge esta crónica?…

¡¡Ehhhh… quietoooos… no vale leer el reportaje antes, tramposos!!

Yo lo vi nítido y claro desde el mismo momento que ojeé el encabezamiento… de los EEUU… Estados Unidos vaya. Estaba cantado… ¿¡A quién y dónde sino se le podría ocurrir en primer lugar grabar a unos médicos durante una operación y luego denunciarlos y lo que es más sorprendente y rocambolesco aún para acabar la sarta de insensateces, ganar el juicio?! Sinceramente pienso que allí más que ganarlos, los pierden… y lógicamente en esta acepción hablo del juicio como la razón, el seso o la cordura, y no del acto de llegar ante un juez. ¿Están todos locos o qué?

Entrando de nuevo en los «típicos tópicos justificados por la idiosincrasia» nos encontramos con infinidad de ejemplos a cada cual más tonto e insensato que el anterior:

* Gente contra el negocio en el que han tropezado con su propio hijo que estaba corriendo como loco por el establecimiento y se parten una pierna: 780.000.- $
* Ladrones que se quedan encerrados en los garajes de sus víctimas contra los propietarios de las casas por tener rota la puerta del parking y no haber podido salir en los ocho días que ellos estuvieron de vacaciones: 500.000.- $
* Chica que denuncia a restaurante por resbalar con un charco de líquido que ella misma había derramado minutos antes al pelear con su pareja y lanzarle el refresco a la cara: 113.000.- $
* Señora que tropieza con una ardilla a la salida de un supermercado y denuncia al establecimiento porque no había señalizaciones que indicaran que había “alimañas” como aquellas en la zona: 50.000.- $
* Adolescente que se parte los dientes al caer desde la ventana de un club intentando huir para no pagar la cuenta de cuatro dólares: 12.000.- $ + gastos dentales
* Hombre al que el perro de una vecina -encerrado en una jaula en al patio de la misma- le muerde el trasero cuando él le estaba disparando con una pistola de bolas: 14.500.- $ + gastos médicos.

Los hay de verdad a prueba de incrédulos pero el que más me sorprendió con diferencia al buscar estos ejemplos, es el de un usuario de una autocaravana recién adquirida que puso el controlador de velocidad de su nuevo cacharro, es decir, la velocidad de crucero que te mantiene constante la misma sin necesidad de acelerar pero hasta el momento que frenas, y se fue a la parte de atrás del vehículo a prepararse un café. Como era de esperar el furgón se salió en la primera curva y se pegó una buena castaña y el propietario le ganó más de millón y medio de euros al fabricante, 1.750.000.- $, por no indicar en el manual de instrucciones que ese dispositivo no era un piloto automático como el de los aviones… ;-) ¡Ahhh… y también la reposición del vehículo siniestrado por uno nuevo! :*)


Yo creo que más que idiosincrasia en el caso de los norteamericanos se les ha escapado un poco el tema de las manos y se ha convertido casi en un deporte nacional, como el beisbol o algo así, porque hay hasta un premio anual dedicado a tales denuncias, “Los Stella Awards”, que recogen las más absurdas y tontas de cuantas se presentan a lo largo del año en aquel país. El nombre de los galardones se tomó de una compatriota, Stella Liebeck, que en 1992 se quemó al derramarse ella misma una taza de café de McDonald’s en su coche mientras conducía… La mujer denunció al gigante reclamando casi tres millones de dólares que el juez redujo a “tan sólo” 480.000.- $ - ;-)

¿¿¡Chicos, y a nosotros nos llaman el país de la pandereta!?? Definitivamente o ellos son muy listos o nosotros somos muy muy tontos. La idiosincrasia de nuestra querida piel de toro es mucho más de andar por casa: somos de quejarnos por todo, de hablar de todo, de criticarlo todo, pero de boquilla pafuera y donde no debemos… La verdad es que somos más de denunciar a vecinos y familiares por riñas y desavenencias varias, aunque seguramente también habrá algunos ejemplos parecidos a los americanos, pero ni los españoles tenemos tanta imaginación, ni tanto presupuesto ni mucho menos un sistema judicial tan permisivo y descongestionado… no quiero ni imaginar la cara del policía redactando la denuncia… Seguro que nada más salir de allí lo primero que hace es llamar a su colega de turno y comentarle que por allí ha pasado un tonto del culo harto de ver películas americanas y que ha perdido el juicio antes de iniciarlo… porque eso sí, amigos, la idiosincrasia española es mucho de criticar por la espalda…

Lo dicho, a partir de ahora cuando oigamos esta cada vez más manida palabra le daremos nuestra propia definición de andar por casa tal como “idio-teces-sin-gracia” aunque a veces la tenga… y mucho… para muestras, los ejemplos de esta entrada de hoy… !-)