“El Partido Comunista durante muchos años fue el partido. El único que se fajó duramente contra la dictadura. Una institución fuerte y seria con gran implantación social. Entonces el Pecé era el Pecé. Desgraciadamente, los vaivenes sociales, y algunos políticos como Alberto Garzón, precisamente, han contribuido a que en la actualidad sea el Pece… cito”

OPINIÓN. Querido Diario
Por Fernando Rivas. Editor de EL OBSERVADOR

13/01/20. Opinión. El editor de la revista EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, el periodista Fernando Rivas, escribe sobre esa intención que se ha lanzado desde algunos medios de comunicación, en especial desde el diario local Sur, de proclamar al malagueño Alberto Garzón como el primer ministro comunista que hay en el Gobierno de España desde la Guerra Civil. Una estupidez alejada de la verdad...

...y de la historia.

La última peli de Eastwood: El ‘poder’ y los medios son los malos. O como la realidad la imita y vende que Alberto Garzón es el primer ministro comunista desde la Guerra Civil, cuando es mentira

Querido Diario:

Comunista no se es sólo por estar afiliado a un partido comunista. Como tampoco se es socialista sólo por estar afiliado a un partido socialista. O cristiano sólo por estar bautizado. Afortunadamente se es comunista, socialista o cristiano por corazón, no por carnet.

Quien quiera ver estos días una gran peli tiene que ir a Richard Jewell, la última de Clint Eastwood. En ella, el FBI y los medios de comunicación son los malos, pero de verdad (está basada en hechos reales). Un hombre vulgar es convertido en héroe y luego en villano por manipuladores agentes del orden y por una periodista que lo lincha desde su periódico sin saber si lo que escribe es verdad o mentira. Todo por un buen titular.

En estos días tan movidos políticamente algunos medios, en especial el local diario Sur, nos ha querido vender que el malagueño Alberto Garzón es el primer ministro comunista que llega al Gobierno de España desde la Guerra Civil. Desde hace 80 años. Cuando es mentira. Según se puede leer en sus páginas en tipografía destacada, negrita y casi titulares (AQUÍ),  por su nombramiento “se convierte en el primer ministro comunista desde el final de la Guerra Civil”. Después, entre paréntesis y en chiquito, dentro del cuerpo de la noticia, se lee una grosera explicación machista en la que ser ministra no sirve para alcanzar este record, solo son validos los machos, los hombres alfa. Dice así que Garzón: “ha logrado el hito de que por primera vez en ochenta años haya comunistas en el Gobierno de España (junto a él también tiene el carnet del partido Yolanda Díaz, titular de Trabajo). El diputado por Málaga recoge el testigo de quienes fueron ministros de la Segunda República durante la Guerra Civil por la cuota del PCE: Vicente Uribe -titular de Agricultura- y Jesús Hernández Tomás -al frente de las carteras de Instrucción Pública y Bellas Artes, primero, e Instrucción Pública y Sanidad, después-“.


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Dejamos para otro día el ofensivo desprecio machista con que el articulista de Sur, Antonio M. Romero, relega a la mujer que ha osado ser ministra también y que casi le jode el titular de que Garzón es el único ministro comunista. Pero ha pasado de ella aplicando la norma del periodista laxo: que la realidad no te joda nunca un titular. Y es que además de no ser verdad esto, es mentira. Dos ministros comunistas de pro, con mucho mayor pedigrí que Garzón, han sido ministros después de la restauración de la democracia. El último en 1993.

El intelectual republicano Jorge Semprún fue ministro de Cultura de Felipe González en su segundo gobierno AQUÍ desde 1988 a 1991. Fue un comunista que llegó a formar parte del Comité Central del Partido Comunista de España. Quién quiera leer algo de su agitada vida puede hacerlo AQUÍ. Fue sustituido en el Gobierno al frente de Cultura AQUÍ por otro gran ministro comunista, el catalán Jordi Solé Turá AQUÍ, desde 1991 a 1993. Uno de los ‘padres’ de la Constitución Española de la que fue uno de sus siete ponentes en representación, precisamente, del Partido Comunista de España.

Segundo gobierno de González, Jorge Semprín, tercer gobierno y Jordi Solé Turá

Estos dos comunistas, lo fueron en una época en que ser comunista en España llevaba implícito algo más que serlo ahora. El Partido Comunista durante muchos años fue el partido. El único que se fajó duramente contra la dictadura. Una institución fuerte y seria con gran implantación social. Entonces el Pecé era el Pecé. Desgraciadamente, los vaivenes sociales, y algunos políticos como Alberto Garzón, precisamente, han contribuido a que en la actualidad sea el Pece… cito. Un colectivo pequeño y residual después de sus múltiples avatares por sobrevivir y querer ser cabeza de ratón en vez de cola de león. El promotor, Garzón, un paracaidista político en su propia tierra a la que no hace ni puñetero caso porque está ocupado en salir en las fotos en Madrid al lado de Pablo Iglesias. Lo que lo ha llevado a donde quería, a ser ministro. Es de los pocos políticos de izquierda que el día que se ganó la votación de Pedro Sánchez, lo celebró colgando en las redes una foto no de él solo, sino con Pablo Iglesias y un ‘Lo conseguimos. Gracias’. Posiblemente se las daba humildemente a su compañero de fotografía por hacerlo ministro.


Lo de montar informativamente esta estupidez de ser el primer comunista ministro en 80 años ha salido de los fontaneros de Garzón (ya nos extenderemos sobre esta su ‘famiglia’) y de los periodistas malaguitas que anteponen esta condición a otras como la verdad, con tal de obtener un buen titular (como en la peli de Eastwood pero menos, claro). Nos referimos en este caso al diario Sur, en el que ponen en un pseudo titular en letras grandes lo de la Guerra Civil. Eso, sí, también mantienen las expresiones machistas referidas a la ministra comunista Yolanda Díaz, porque como es mujer no tiene ninguna importancia ni mérito que sea ministra. Ya se sabe, entre lavadora y lavadora se pasa por el Ministerio y ya está.

Esta forma de informar es semejante a la que se da en la película. A otra escala, claro. Pero las intenciones últimas son las mismas y las razones por las que se hace son semejantes o vete tú a saber. Eso sí, en la película se cuenta todo de una manera más ágil y certera. De las que te alborotan la sangre al describir la injusticia.

Hay que ver la última peli de Clint Eastwood si se quiere entender porque los medios trabajan con la mentira

Sí, quien quiera ver estos días 'una película' tiene que sacar una entrada para Richard Jewell, la última de Clint Eastwood. Es como las de antes. Perfecta. Sin director que moleste. No se nota que pasaba por allí. Y su argumento es algo grande. Lo de siempre. El mundo y su significado contra un hombre anónimo y vulgar. Un explendido y oscarizable Paul Walter Hauser al que las circunstancias lo convierten en héroe y luego en villano. De este tránsito se encarga el establishment (el Gobierno, la Policía, el FBI...) y los medios de comunicación. Un abogado rebelde y antiestablishment, un Sam Rockwell perfecto, como es costumbre, pone las cosas en su sitio.