Declaran el concurso desierto y extraña que el supuesto gran lobby no haya sabido crear una UTE legal contado con un asesor y representante de tanto prestigio y conocimiento como Ramón Calderón y un diseñador tan escurridizo como Pepe Seguí

También asombra que el Puerto de Málaga, con su responsable al frente, el avisado Carlos Rubio, haya tardado hasta dos meses en darse cuenta de que las dos UTE que se presentaron al concurso no tienen los papeles en regla

Por Fernando Rivas
Editor de
EL OBSERVADOR

02/02/21.
 Opinión. Sociedad. El supuesto gran grupo empresarial catarí que quiere construir el fallido rascacielos del Puerto de Málaga, no sabe constituir una UTE (Unión Temporal de Empresas que se suele hacer para concurrir a convocatorias públicas) entre dicho grupo y una sociedad balear para presentarse al concurso para construir el puerto deportivo de San Andrés, y le echan para atrás su oferta...

Declaran el concurso desierto, y lo que más extraña entre los técnicos consultados por EL OBSERVADOR es que el supuesto gran lobby empresarial no haya sabido constituir una UTE legal, contando con un asesor y representante de tanto prestigio y extraordinario conocimiento como Ramón Calderón y un diseñador tan avezado en moverse entre las líneas administrativas como el escurridizo Pepe Seguí.

También es asombroso que el Puerto de Málaga con su avisado responsable al frente, Carlos Rubio (PP), haya tardado hasta dos meses en darse cuenta de que las dos UTE que se presentaron al concurso no tienen los papeles en regla, por lo que ha tenido que declarar desierto la competencia pública. El 30 de noviembre pasado fue cuando se cerró el plazo para presentar las ofertas para construir el nuevo puerto deportivo.

Rubio convocará otro concurso para que se puedan presentar los mismos o al menos el escurridizo y ahora también ‘olvidadizo’ o ‘ignorantillo’ gran grupo empresarial catarí, una vez que haya aprendido a constituir la UTE necesaria para concurrir a esta competencia pública.


Concurso

En el artículo del siempre bien informado y gran exégeta del rascacielos del Puerto, Ignacio Lillo, que publica en el medio promotor del edificio, el diario Sur (AQUÍ), se puede leer lo que ha pasado en realidad: “El concurso del puerto deportivo de San Andrés, para dotar a Málaga de una nueva marina en la desembocadura del Guadalmedina, se retrasará al menos tres meses más de lo previsto inicialmente, hasta después del verano. La Abogacía General del Estado ha detectado defectos formales en las dos ofertas presentadas a la hora de constituir las uniones temporales de empresas (Utes). La primera es la de Marina Málaga San SL-Marina de Formentera SA, esto es, el grupo liderado por el fondo catarí Al Alfia, el mismo que promueve la torre para un hotel de gran lujo en el dique de Levante; junto con los gestores de uno de los puertos deportivos de la isla homónima. Y la segunda, la integrada por Formentera Mar SA, Ailana Cubed SL y Port Med Málaga SL, liderada por Nicolás Mayol, conocido empresario de la náutica recreativa y el turismo de las Islas Baleares”.


En la web oficial de propaganda del Puerto, Malagaport.eu, se explica todo pero con la opacidad y oscurantismo con que acostumbra el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio. Es decir, le cuenta al redactor Lillo el por qué declaran desierto la competencia, pero en la web del Puerto no lo ponen. Es curioso y partidista (AQUÍ). Tal vez lo hace por no avergonzar a los concursantes: “La Autoridad Portuaria propondrá en su próximo Consejo de Administración que el concurso para la construcción y gestión de la zona náutico deportiva de San Andrés, cuyo plazo de presentación de ofertas finalizó el pasado mes de noviembre, sea declarado desierto: tras la evaluación de los dos proyectos presentados, la Abogacía General del Estado ha detectado algunos defectos formales en los mismos”.

¿Y estos querían construir el rascacielos del Puerto?

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