La destrucción de la Cueva con la desaparición de los únicos puntos de agua subterránea conocidos en la zona que se aprecian en las fotografías publicadas, afectaría de forma directa al grado de humedad de la cercana cueva Navarro IV, lo que conduciría a la descalcificación de sus paredes y a que se fuese “descascarillando” la capa superficial de la roca con la desaparición de las pinturas

La importancia geomorfológica de la nueva cueva que se aprecia en las imágenes es evidente, aunque el informe elaborado por la empresa Arqueotectura no entre expresamente en ello por cuanto que se ciñe a valorar exclusivamente la existencia o no de restos arqueológicos o de presencia humana prehistórica, solo lo que le han ‘encargado’

OPINIÓN. Por Fernando Rivas
Editor de EL OBSERVADOR

23/11/21. 
Opinión. Medioambiente. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La importancia geomorfológica de la Cueva de la Maravilla Blanca, aparecida en terrenos de la explotación minera de la cantera de la cementera de La Araña, que se refleja en las fotografías del informe que esta revista público (AQUÍ) en primicia y que ya fue entregado por Heidelberg Cement Hispania a...

...la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en Málaga, Carmen Casero, ya obra en poder tanto de la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga como de los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil, que están investigando el caso, la importancia geomorfológica de la cueva, repetimos, es bastante evidente, aunque el citado informe elaborado por la empresa Arqueotectura no entre expresamente en ello por cuanto que se ciñe a valorar exclusivamente la existencia o no de restos arqueológicos o de presencia humana prehistórica, que es para lo que, evidentemente, la han ‘contratado’.

Y en este sentido, dicho informe dice ser concluyente (aunque no olvidemos que el informe “es de parte”, es decir encargado directa y privadamente por la cementera a una empresa escogida por ésta) sobre que no existe patrimonio arqueológico en su interior y por tanto no tendría razón de ser su protección por razones históricas.

En las siguientes fotografías también inéditas que hoy publicamos en EL OBSERVADOR en primicia, se pueden apreciar perfectamente unas características geológicas importantísimas y de un valor innegable para la conservación y estudio por especialistas en esta materia que permitan profundizar en el conocimiento hidrogeológico del karst de La Araña.


Según los expertos consultados, esta Cueva de la Maravilla Blanca es un perfecto ejemplo de cueva hipogénica, una joya silenciosa del mundo subterráneo, ya que presenta un origen distinto al que tradicionalmente asignamos a las cuevas (en las que el agua se va filtrando desde la superficie y se erosiona hacia abajo); en este caso, las cavidades se van llenando desde abajo, quedan inundadas y así permanecen durante miles de años; de manera que los procesos erosivos, las texturas y las formas son distintas y curiosas, con sugerentes abombamientos con forma de nubes, perfiles de hojas o enrejados, con canales y conos emergiendo desde el suelo.


Estas cuevas hipogénicas, no suelen manifestarse en superficie, no hay una abertura que avise de su presencia, por lo que son muy difíciles de detectar a pesar de ser, algunas de ellas, bastante extensas y largas. Su descubrimiento suele deberse a un hundimiento circunstancial del terreno, bien por causas naturales o por la acción del hombre, en este caso de la Cueva de la Maravilla Blanca por las explosiones de la dinamita y los trabajos de las excavadoras de la cementera.

Las cuevas hipogénicas suponen un pequeño porcentaje del total de las cuevas conocidas en el mundo, entre un 7 y un 10%; son, por tanto, una rareza que por su importancia se debe conservar como patrimonio geológico natural.


Pero de forma indirecta sí que es imprescindible e importante la preservación de la Cueva de la Maravilla Blanca para la conservación de las pinturas rupestres existentes en la cercana Cueva de Navarro IV declaradas como BIC por la Junta de Andalucía, y ello es por la presencia de los únicos puntos de agua subterránea conocidos en la zona que se aprecian con perfecta claridad y magnitud en las fotografías publicadas.

Por la orientación de las galerías de la Maravilla Blanca según hipótesis de su trazado en base a datos del informe topográfico de Arqueotectura que ya publicamos en EL OBSERVADOR hace unos días (AQUÍ), ya que el informe sigue siendo “secreto” y no han podido acceder ni científicos independientes, ni los técnicos de la Federación Andaluza de Espeleología ni los concejales de IU y PSOE en el Ayuntamiento de Málaga a pesar de haberlo solicitado reiteradamente, la influencia que dichos flujos de agua han de tener sobre la climatología de la cueva Navarro IV es determinante para la salvaguardia de sus pinturas.


La destrucción de la Cueva de la Maravilla Blanca con la consiguiente desaparición de esa masa hídrica afectaría de forma directa y trascendental en el grado de humedad ambiental de la cercana Navarro IV lo que conduciría a la futura descalcificación de sus paredes y por tanto a su degradación física, lo que llevaría aparejado se fuese “descascarillando” la capa superficial de la roca con la desaparición de las pinturas.

Es decir, la pérdida de humedad relativa en el interior de Navarro IV producirá unas modificaciones físicas y químicas de las propiedades intrínsecas de la roca de sus paredes que ocasionará la pérdida de sus capacidades funcionales con una descamación o desprendimiento en forma de escamas o pilas de escamas de la roca paralelamente a la superficie de la misma, en unos espesores milimétricos inicialmente, que aun siendo despreciables en comparación con la dimensión total de su superficie, conlleva la pérdida de la lámina superficial y por ende del soporte en el que están asentadas las pinturas.

Signos ovales en Cueva Navarro IV (Calcos: J. L. Sanchidrián - Cueva Navarro - Salamanca 1981)

La práctica totalidad de los procesos y formas de deterioro existentes en las cuevas guardan una relación directa con variaciones en la humedad, ya sea derivada de cambios en la tasa de infiltración o la temperatura o por procesos de condensación/evaporación de la humedad ambiental, por lo que la destrucción de la Cueva de la Maravilla Blanca y su influencia de aportación hídrica a Navarro IV traerá como consecuencia a medio, e incluso corto plazo, la pérdida absoluta de todas ellas.


“Es por ello, que si no se quiere estar abocados a la pérdida patrimonial de los más de cuarenta grupos de pinturas rupestres que conforman una parte importantísima de este BIC, se garantice la conservación de la Cueva de la Maravilla Blanca, pues en caso contrario las muestras de arte rupestre paleolítico allí existente, donde sobre las numerosas y variadas representaciones de signos destacan unas figuras de bóvidos, algo extraordinario en este tipo de santuarios prehistóricos”, resumen los expertos.

Comparativa pintura Bóvido en Cueva Navarro IV con los de las Cuevas de Nerja y de La Pileta (Calcos: J.L.Sanchidrián - Cueva Navarro - Salamanca 1981)

La Delegada Casero ha de asumir su responsabilidad en la defensa del patrimonio prehistórico malagueño y no traspasar la cuestión a la Delegación de Medio Ambiente ciñéndose exclusivamente a un tema geológico de más difícil valoración en su protección, por cuanto que si permite que se dinamite la Cueva de la Maravilla Blanca destruyendo con ello el flujo hídrico que mantiene el endokarst de La Araña por todo su interior, las pinturas de Navarro IV se verían completamente amenazadas en su conservación.


(Continuará)

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