OPINIÓN. Por Fernando Rivas
Editor de EL OBSERVADOR

20/12/21.
 Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. La falta de vergüenza es contagiosa. Sobre todo en Málaga, ciudad fenicia per se. Maestra en el comerciar consigo misma hasta el bienmesabe. Abierta al regateo y al mercadeo de sus posibilidades sociales, civiles y sobre todo políticas. Porque de políticos va el asunto. Porque...

...político es cualquier persona pública que negocia con la voluntad de los ciudadanos para conducirlos a sus posiciones ideológicas resumidas en una muy concreta: “Soy el mejor, el más cojonudo y os lo voy a demostrar”. Más resumen: “Soy el mejor vendiendo humo. Vendiendo la nada… y lo sabes. Y además soy capaz de despertarte hasta una esperanza”…


Todo lo anterior viene a cuento porque los diarios daban el sábado pasado la noticia de que la Junta de Andalucía había anunciado la puesta en marcha de un centro de investigación contra el cáncer en Málaga contando con la Universidad (AQUÍ). Y eso suena cojonudamente. Pero cuando uno lee la letra chica se entera de qué: No hay instalaciones para ubicarlo. No tienen presupuesto alguno para montarlo. No existe calendario para llevarlo a cabo. No está dotado de personal… No saben nada de nada sobre el dichoso centro. Eso sí, todos ellos saben que será “el mejor del mundo”, como mínimo, y que la foto que sale del acto del anuncio de esa nada es también cojonuda.


Y es que si reúnes en una misma foto (de Álvaro Cabrera/ EFE) a una pareja de políticos torpes con algún profesional de prestigio la cosa puede venderse bien. En la foto de hoy se ve al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, estrechando la mano del oncólogo Emilio Alba, que se supone que dirigirá ese centro del que no se sabe nada pero, eso sí, faltaría más, será como mínimo referencia mundial (sí, lo dijeron). En ella también se ve participando en la ceremonia del ‘estrechón’, en lugar preferente y absurdo para poder salir en la foto, al mediocre rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, haciendo también nada, aunque parece estar protegiendo su mayor tesoro en la tierra.

La espléndida foto es en sí misma patética por lo que encierra. Encierra la nada de un apretón de manos vacías ante la vacua mirada de alguien que también ofrece nada. Es el símbolo icónico de las instituciones gobernadas por personajes mediocres. Universidad de Málaga y Junta de Andalucía en este caso. Es el paradigma de su futuro. La utilización del dinero público para… para… para… ni ellos lo saben. Todo lo convierten en un gran mitin de la confusión y la sinvergonzonería para intentar vender patéticamente ‘Ese humo de la nada’.

Que dios los pille confesados o así.

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