Asco. Publicó ayer en el medio de Vocento un panfleto franquista y neoimperialista repugnante, con el intelectual y profundo argumento del PP de que no se puede celebrar la muerte del asesino dictador porque murió en la cama (?)

Aberración y mentira. Recio: “La ciudadanía de la época por desgracia no estaba en esas cosas, es más, las imágenes demuestran un apoyo al dictador cuando salía a la calle y que no tiene por cierto a día de hoy el actual presidente del Gobierno”

OPINIÓN. 
Salud y alegría. Por Fernando Rivas
Editor de EL OBSERVADOR

13/01/25. 
Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Javier Recio, subdirector de Sur, el decano de los diarios de derecha extrema que se editan en Málaga (donde cada vez hay más, de nueva creación o reconvertidos), publicó ayer domingo un libelo en el medio que subdirige, exaltando que “Franco ganó todas las batallas”, incluida la que mantuvo durante toda su vida firmando sentencias de muerte contra demócratas...

...y demás rojos antiespañoles.

El diario Sur, con estos artículos, se convierte en el lodazal gorrinero en el que chapotean a gusto todas las administraciones del Partido Popular (Junta, Diputación y Ayuntamiento de Málaga), que actualmente mantienen económicamente con sus actos políticos y encargos publicitarios a este medio, que dejó hace tiempo de llevar suficiente publicidad para subsistir. Hay que pagar para poder seguir viviendo.


Asco

Es bastante asqueroso y vomitivo lo que publica Recio en el medio de Vocento. Un completo panfleto franquista y neoimperialista, con redacción de escuela de párvulos, en el que quiere justificar el profundo, por intelectual, argumento del PP de que no se puede celebrar la muerte del asesino dictador porque murió en la cama (?). Y hay que rechazar este planteamiento no porque sea una infantil idiotez, sino porque es un insulto a la vida de las miles de víctimas de este asesino fascista llamado Franco.



Javier Recio escribe aberraciones y mentiras a partes iguales que no son cuestión de perder el tiempo rebatiendo, lo mejor es leer su artículo completo, que figura al final de este apunte. A los que vivimos aquellos tiempos se nos ponen los pelos de punta cuando leemos, escrito por el supuesto subdirector de un medio de cabecera, como el diario Sur,  que “La ciudadanía de la época por desgracia no estaba en esas cosas, es más, las imágenes demuestran un apoyo al dictador cuando salía a la calle y que no tiene por cierto a día de hoy el actual presidente del Gobierno”.

Franco moría en noviembre de 1975 entre el cariño de miles, miles y miles de… lo que fueran aquellos seguidores de la calle, tras firmar sus últimas sentencias de muerte en septiembre de aquel mismo año de 1975. Llegó con la muerte, se mantuvo en ella y murió abrazando la ajena, fiel siempre patéticamente a su adorado himno legionario.


Artículo de Javier Recio

A continuación puede leerse íntegramente el deleznable artículo de Javier Recio, subdirector de Sur, de la empresa Vocento, cuya cabecera de bandera es el diario Abc.


"¡Viva la muerte de Franco!"…

“Resulta raro eso de celebrar la muerte de alguien, por muy dictador que haya sido. Sin duda hubiera sido otro cantar si Franco hubiera sido derrotado en vida y no por una tromboflebitis en el Hospital de La Paz. Si el pueblo, en definitiva, hubiera sido quien lo hubiera destronado del Palacio de El Pardo. Pero por mucho que quieran empeñarse, Franco ganó todas las batallas y no hay que olvidar las miles y miles de personas que acudieron al entonces Palacio de Oriente para darle el último adiós. Los países que tienen respeto por si mismo suelen celebrar sus victorias y España, que ha sido uno de los mayores imperios que han existido a lo largo de la historia, tiene bastantes hechos que festejar. Sólo se celebra el día de la Hispanidad, que conmemora el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492, pero sin embargo ha caído en el olvido el 2 de enero de ese mismo año, cuando los Reyes Católicos ganaron Granada poniendo fin a ocho siglos de ocupación musulmana en la península. No sólo no se celebra esa fecha, salvo en la ciudad andaluza, sino que cada vez hay más españoles que sienten vergüenza por eso, como por su hegemonía durante cinco siglos en América. Hemos olvidado parte de nuestra historia o al menos no hacemos suficiente alarde de ella. Hay una fecha que seguramente los estudiantes de hoy ni la conocen y que supuso un freno a la expansión del imperio otomano consolidando de esa manera el modo de vida occidental que ha llegado a nuestros días. Me refiero a 1571, con la batalla de Lepanto, donde los barcos comandados por Juan de Austria consiguieron una gran victoria ante los turcos. De eso poco se habla. También hay grandes gestas como fue la defensa de Cartagena, donde Blas de Lezo consiguió librarse del asedio británico en 1741 pese a que tenía bastantes menos hombres que los ingleses. De eso poco se habla. Mucha gente quizá no sabrá que España llegó a dominar una séptima parte del mundo, algo que ninguna otra potencia ha conseguido. Pero de eso poco se habla, parece que nos da vergüenza. También hemos tenido sonadas derrotas, como la que sufrió la Armada Invencible en 1588 o el llamado desastre del 98 cuando se perdió la influencia en el mundo con la caída de Cuba y Filipinas. De eso es normal que no se hable, porque no hay que celebrar las derrotas. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha sacado de la manga un año de celebraciones para festejar una muerte natural, la del dictador Franco. Y lo hace además mintiendo, como si la democracia hubiera nacido de manera automática tras el fallecimiento de Franco, algo que no ocurrió hasta un año más tarde con la aprobación la Ley de la Reforma Política que daba paso a la democracia y que no hay que olvidar que fue propiciada por las Cortes... franquistas. Esa es la historia real y no cómo se quiere pintar. Sánchez presenta la muerte de Franco como una victoria social y no fue así. La ciudadanía de la época por desgracia no estaba en esas cosas, es más, las imágenes demuestran un apoyo al dictador cuando salía a la calle y que no tiene por cierto a día de hoy el actual presidente del Gobierno, que recibe abucheos cada vez que pisa la calle. Sánchez quiere meter el miedo en el cuerpo, pues asegura que la dictadura puede volver a España y que hay que defender la democracia. Lleva razón en eso, hay que defender que en este país haya división de poderes, que los jueces puedan procesar a la mujer de un presidente del Gobierno sin que sean increpados por el Ejecutivo o que se lleve a juicio a un fiscal general del Estado si se extralimita o que se pueda enjuiciar la presunta corrupción de exministros o que se critique que el tufo político y partidista del Tribunal Constitucional o que todos seamos iguales ante ley y que nadie se la salte por interés político vía amnistía. Eso es lo que hay que celebrar y por lo que hay luchar. En la pantomima de carácter claramente partidista celebrada el martes sólo faltó que Sánchez hubiera cerrado el acto con un "¡Viva la muerte de Francol", aunque eso hubiera sonado al lamentable berrido de Millán Astray...”.


Salud y alegría

(Pueden leerse AQUÍ otros artículos de Fernando Rivas).