¿De izquierdas? En la candidatura de Efraín Campos figura su suegra (Lorena Sempere) y su hija (Lara Campos), el exconcejal Eduardo Zorrilla y su hermana, el exeurodiputado Manu Pineda y su hijo, José Antonio Carmona junto a su pareja y su cuñado…

También figura en la candidatura Toni Morilla, coordinadora provincial de IU y concejala portavoz en el Ayto de Málaga, pareja de Ernesto Alba, secretario general del PCA; y Amanda Meyer, apellido histórico de IU, pareja de Toni Valero, coordinador de IU en Andalucía y diputado en el Congreso por Sumar, que es el que manda de verdad

OPINIÓN. 
Salud y alegría. Por Fernando Rivas’
Editor de EL OBSERVADOR

31/01/25. 
Opinión. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com. Esta semana se han celebrado en Málaga dos asambleas de Izquierda Unida (la última, ayer jueves) en las que otra vez ha sido motivo de comentario la reciente renovación de la dirección local de la formación política, anunciada tras la 25ª Asamblea Municipal, y celebrada hace dos meses con la elección de Efraín Campos como coordinador local, la cual ha desatado...

...un debate sobre el equilibrio entre la democracia participativa y la preponderancia de redes familiares y laborales en el partido. La votación, que contó con dos candidaturas, culminó con la elección de Campos con un 57% de los votos, frente al 42,4% de la lista liderada por Francisco Guzmán.


Pero más allá de los resultados el proceso ha evidenciado una estructura interna marcada por una compleja red de relaciones familiares, cargos públicos y trabajadores de la organización, lo que ha levantado dudas sobre si esta dirección es un reflejo fiel de la pluralidad de la militancia de Izquierda Unida en Málaga.

Una dirección salpicada por vínculos familiares

Efraín Campos, actual responsable local de Izquierda Unida y ahora coordinador, encabeza una candidatura que incluye a su suegra, Lorena Sempere; su hija, Lara Campos; y otros nombres estrechamente vinculados a la organización. Lorena Sempere es madre de Eva García Sempere (que es la pareja de Efraín Campos), responsable de organización federal de Izquierda Unida y exdiputada, reforzando así una dinámica de influencia familiar en la estructura interna. La otra hija de Lorena, la exconcejala en el Ayto de Málaga por IU, Ana García Sempere, es la pareja de Nico Sguiglia, actual concejal en dicho Consistorio por Podemos. Son las dos raíces de la familia que sostiene un fuerte árbol.


Imagen publicada en EL OBSERVADOR en 2022 sobre las famiglias de IU

Otro de los nombres destacados en esta lista  que ha llegado a la dirección es el de Toni Morillas, actual coordinadora provincial de Izquierda Unida en Málaga y además concejala portavoz en el Ayuntamiento de Málaga; y pareja de Ernesto Alba, que es el secretario general del Partido Comunista de Andalucía (bastante irrelevante, por cierto, este señor en el organigrama IU).


La inclusión de Morillas como número dos de la lista ha generado críticas, ya que ocupa su cargo provincial sin haber pasado por un proceso electoral como es habitual, tras sustituir a Guzmán Ahumada (otro cargo histórico de IU con sueldo permanente, actualmente es técnico del grupo de IU en la Diputación). La vuelta a Málaga de Morillas, después de su etapa en el Ministerio de Igualdad, junto a Amanda Meyer (también de vuelta y en la lista), ha sido interpretada por algunos sectores como un movimiento estratégico para consolidar su influencia tanto a nivel provincial como municipal, pero sobre todo una forma de tener un trabajo bien pagado cuando en Madrid echaron a las dos políticas del Ministerio de Igualdad que dirigía Podemos y se quedaron en el paro. Hicieron de todo para continuar cobrando del erario público.

La lista aprobada también incluye a Eduardo Zorrilla, exconcejal de Málaga, acompañado por su hermana, Inmaculada Zorrilla; al exdiputado europeo Manu Pineda y su hijo, José Carlos Pineda; así como a parejas y familiares de otros militantes, como José Antonio Carmona, pareja de Silvia Moreno y cuñado de J.F. Muñoz, y la mencionada Amanda Meyer, militante e integrante de la lista, quien es además pareja de Toni Valero, actual coordinador andaluz de Izquierda Unida y diputado nacional de Sumar (este es el que manda de verdad en la ‘Famiglia’).


A esta red familiar, clientelar y laboral (un buen trabajo es algo muy difícil de encontrar) se suma la presencia de trabajadores en activo de la organización, como Anabel López y José Antonio Guerrero, junto con antiguos empleados históricos como Conchi Hidalgo, ahora jubilada. Esta combinación de familiares, liberados y personal de la organización ha despertado críticas entre algunos militantes, que ven en esta composición un alejamiento de las bases y de la diversidad que debería caracterizar a una formación de izquierdas.

Un modelo cuestionado por la militancia

El predominio de nombres vinculados por lazos familiares, relaciones laborales o cargos públicos genera una percepción de falta de apertura hacia perfiles nuevos y representativos de la militancia activa. Para algunos sectores críticos, esta dirección se percibe más como una consolidación de estructuras de poder internas que como una apuesta por renovar y ampliar el proyecto político de Izquierda Unida en Málaga.


El hecho de que Toni Morillas, coordinadora provincial, y otros integrantes clave de la lista ocupen cargos sin haber sido votados por la militancia también ha alimentado la percepción de que estas dinámicas refuerzan un modelo de funcionamiento interno que prioriza las relaciones personales y las designaciones frente a los procesos democráticos. En realidad, nada que se pueda asemejar a una política de izquierdas.


De esta manera, Efraín Campos asume el liderazgo en un contexto complicado. A nivel interno, tendrá que lidiar con las tensiones generadas por las críticas a la composición de su equipo y demostrar que puede ser un coordinador que represente a toda la militancia, no solo a un sector específico de la organización.

Por otro lado, Izquierda Unida en Málaga se enfrenta al desafío de recuperar el contacto con las bases y ampliar su capacidad de movilización en un momento clave para la izquierda en España, marcado por los cambios dentro de Sumar y la fragmentación política. Porque parece que IU en Málaga se ha convertido en una empresa de unos pocos en la que por conservar el puesto de trabajo se hace cualquier cosa.