Por Fernando Rivas, director de EL OBSERVADOR

22/05/07 MÁLAGA. Fui a Pamporovo y allí no estaba Unicaja… podía haber estado perfectamente porque Pamporovo es un minúsculo pueblecito enclavado (y nunca mejor dicho…) en las montañas del sureste de Bulgaria en el que la especulación ya ha grabado a fuego una pista de esquí entre un bosque de los pinos más gordos que he visto en mi vida… pero, bueno, la verdad es que allí no estaba Unicaja…

Por Fernando Rivas, director de EL OBSERVADOR

22/05/07 MÁLAGA. Fui a Pamporovo y allí no estaba Unicaja… podía haber estado perfectamente porque Pamporovo es un minúsculo pueblecito enclavado (y nunca mejor dicho…) en las montañas del sureste de Bulgaria en el que la especulación ya ha grabado a fuego una pista de esquí entre un bosque de los pinos más gordos que he visto en mi vida… pero, bueno, la verdad es que allí no estaba Unicaja... y entre ir y venir, uno, yo, vamos, que es más flojo que un muelle de guita, ha echado su tiempo… (“en mientras, no escribo de Unicaja en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com, como decía el señor Fernández Rostro Noriega que era lo mejor”… meditaba yo en ese país extranjero… (según dicen lo son todos menos España)… y así pasó el tiempo… y volví (por cojones y por avión…) a Málaga… y seguí pensando en lo que me había dicho el señor secretario general de Unicaja… “No nos interesa a ninguno de los dos que escribas sobre Unicaja”…)… y bueno, así estaba… en el que sí, que sí no, que si lo hago, que si qué barbaridad… cuando me llama el Garganta unicajil… eso, el que trabaja en la empresa recaudadora para ambas dos partes dos y me dice: “Ya sé que comiste con Noriega el mes pasado… aquí también se sabe… el te dijo que no iba de parte de Unicaja y que no escribieras sobre Unicaja… ¿pero a que te lo dijo con un tono que parecía que el que le pedías un favor e incluso dinero eras tú?... según me dicen aquí, no tiene el más mínimo interés en que dejes de escribir de Unicaja y de su santo varón Wonderbraulio… incluso creo que le interesa mucho que sigas escribiendo… ya te cuento… ahora me llaman…”… y me quedé de piedra... vamos, que no sé qué hacer… y por eso escribo esto:... ¡coño!, Sr. Rostro Noriega, explíqueme otra vez ¡por qué razón no nos interesa a ninguno de los dos que escriba de Unicaja!…

HACE unos dos meses un señor intermediario… (ya saben ustedes como son estas cosas…)… me dijo que el señor secretario general de la entidad financiera que mejor paga a sus directivos (en proporción, oigan, en proporción, no tengan mala idea, caramba…) tenía interés en comer conmigo… “para nada, claro”… (no para nada claro, sino para nada, claro… ¿eh?...)… pues para nada… Quedamos a comer y comimos… El señor Noriega en las distancias cortas es… ¿cómo les diría yo…?... es… es… es como en las distancias largas, ¿vale?... así… alguien compacto como un kilo de carbón negro… y no es porque sea asturiano, no, sino por que es así… compacto… (petiso, dicen los argentinos…)… bueno, pues eso… estuve comiendo con él más de dos horas… (con descansos, como en el baloncesto… del que fue baranda un tiempo… ¿se acuerdan lo chulito que era y las decisiones que tomaba?... pues miren la hemeroteca, coñe…)… y siempre tuve la sensación de que si me estaba regañando tanto y con tantos malos modos era porque yo me lo merecía, claro… y si él decía que no nos interesaba que yo siguiera escribiendo de Unicaja, pues tendría toda la razón del mundo… porque para eso él tiene muchos estudios y yo no, ¿no?... no pidió nada, no sugirió nada, pero me dijo 36 veces esta frase que yo ya he escrito 7 : “No nos interesa a ninguno que sigas escribiendo de Unicaja”…

YO he estado un mes y medio sin escribir de Unicaja, y ahora me entero por nuestro querido y común Garganta que Rostro Noriega le está haciendo la cama al gran Wonderbraulio Medel… baranda en grado sumo de la entidad financiera… hombre de gran visión bancaria europea… paneuropea si escuchas a más de uno y de dos… y que la cosa ahí dentro se mueve… se mueve mucho… o quieren… “¿Cómo…?”… “¿A quién…?”… “¿Noriega dices…?”… “No puede ser…”… “No me lo creo…”… “Pero si él…”… “¿Un hijo…?”… “¿De quién…?”… “¿De quién no, de…?”… “¡Ah!...”… la verdad es que todo parece más oscuro desde dentro de un pelota de carbón negro que desde fuera… (esto es un auténtica gilipollez, pero es cierto…).. y ahora, que la frase que tantas veces me repitió el buen hombre ha perdido para mi todo su sentido,… tal vez pueda creerme… (vamos, que