OPINIÓN. ¿Me quieren oír? Por Dardo Gómez
Periodista y secretario general de la FeSP

dardo_gomez.jpg09/06/10. Opinión. En esta colaboración, Dardo Gómez explica a los lectores de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com los vericuetos de la merienda organizada el pasado viernes 4 de junio por la Vicepresidencia del Gobierno con los empresarios y dirigentes de los medios de comunicación...

OPINIÓN. ¿Me quieren oír? Por Dardo Gómez
Periodista y secretario general de la FeSP

dardo_gomez.jpg09/06/10. Opinión. En esta colaboración, Dardo Gómez explica a los lectores de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com los vericuetos de la merienda organizada el pasado viernes 4 de junio por la Vicepresidencia del Gobierno con los empresarios y dirigentes de los medios de comunicación, que no arrancó compromiso alguno de los sindicatos, que no tragaron con ese “brindis al sol de buenas promesas”. Tan sólo la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) “firmó esta tomadura de pelo. No me pregunten a mí por qué lo ha hecho. Ellos sabrán…”.

Por sus actos los conoceréis

LA
Vicepresidencia del Gobierno ha montado una merienda para empresarios de medios y arrancado un brindis al sol de buenas promesas; pero no ha conseguido que la Federación Internacional de Periodistas (FIP) se sume al carnaval. Los sindicatos no tragan.fape.jpg

HACE unos meses la vicepresidenta primera del Gobierno manifestó su preocupación por la situación que atraviesan los medios y grupos mediáticos y prometió que, aprovechando la presidencia española de la comunidad europea, propiciaría una cumbre de todos los implicados para buscar soluciones.

PUES bien, esa cita en la cumbre se consumó el pasado viernes 4 de junio con el “Encuentro Europeo de Medios. Los nuevos desafíos”, que se celebró en el Instituto Cervantes de Madrid.

LOS convocados, que al cierre del encuentro firmaron la llamada Declaración de Madrid, fueron la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC), la Asociación Europea de Radios, la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEPP), la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA), la Asociación de Televisiones Comerciales Europeas (ACT) y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

ERA evidente que los organizadores sólo querían dar la palabra a los dueños de los medios, ya que ninguna organización sindical española fue convocada; pero…

Para disimular

SIN duda, alguien pensó que esto era demasiado grosero y que había que disfrazarlo de alguna manera y, exprimiéndose el cráneo, debe haber llegado a la conclusión que convocando a un miembro de la Federación Europea de Periodistas (FEP), que es miembro de la FIP, el expediente quedaba cubierto.

CIERTO es que a esta compañera se le invitó para que se limitara a informar sobre el tema de los derechos de autoría. Lo que hizo de manera impecable.

ALGUNO se preguntará ¿qué pintaba la FAPE allí?; pues bastante poco.

fesp.jpgSEGÚN creo, esta organización aún no se halla asimilada de pleno derecho a la esfera de la patronal. Aunque algún directivo suyo no tiene prejuicios en defender de manera oficial los blasones de la UTECA y afirmar que sigue siendo periodista. Cosas de la fauna ibérica. En toda forma, no estuvieron mal las intervenciones de María Penedo y Fernando González Urbaneja, ambos de la APM; la primera, exigiendo la supresión de los anuncios de contactos de los medios. La publicidad de la prostitución, vamos

PENEDO expuso la doble moral de los editores, que mientras difunden información sobre la explotación femenina por las mafias se nutren de su publicidad, “en la codiciosa búsqueda de ingresos a costa de atentar contra la dignidad de la mujer”. Contundente.

MIENTRAS que el segundo respaldó las palabras de la responsable del programa de derechos de autor de la FIP y se despachó reclamando de forma urgente “la compensación de los derechos de autor de los profesionales de los medios de comunicación”. Claro como el agua.

AHORA, veamos cómo asimilaron estas exigencias los patronos y cómo lo reflejaron en la llamada Declaración de Madrid que se firmó al final de la merienda de jerifaltes empresariales.

Nada de nada

ANTE el primero de los temas los patronos prometen que “promoverán altos estándares éticos en la autorregulación de la publicidad, conciliando la libertad de expresión de los anunciantes y la libertad de publicidad de las empresas”. Bla, bla y de los derechos de los consumidores, ni hablar.

POR las dudas, señalan que “debe evitarse cualquier requisito más estricto a la prensa escrita por constituir una carga adicional claramente discriminatoria frente a las condiciones publicitarias de otros medios de comunicación”.

EN fin, que nada…copyright

EN cuanto a los segundos reclamos el documento señala que “en materia de derechos de propiedad intelectual, los editores y periodistas apostamos por que las autoridades europeas sean firmes frente a terceras partes que utilizan el trabajo de los titulares de derechos sin permiso ni pago, por cuanto esa circunstancia amenaza la producción de contenidos de calidad y la existencia de un periodismo independiente”.

ES decir, más bla bla y menos que nada. No sólo no asumen compromiso alguno, además, quieren hacer creer que los periodistas y los editores tenemos los mismos intereses. Pero hay un claro aviso a navegantes, en el ámbito de la radiodifusión los patronos exigen “una flexibilización de su gestión empresarial, la no imputación de obligaciones excesivas de servicio público, un otorgamiento de las licencias en concursos concesionales por plazos suficientes para garantizar la ejecución de los planes de negocio de las empresas, con la posibilidad de renovación automática de las mismas…”

CASI una provocación cuando lo que se está reclamando desde la ciudadanía es el tratamiento de los medios como entidades socioeconómicas que garanticen, precisamente, su misión de servicio público. Un servicio que les viene obligado por el derecho a la información de la ciudadanía.

La FIP dijo no

LO cierto es que después de un discurso reivindicatorio plausible, la FAPE firmó esta tomadura de pelo. No me pregunten a mí porqué lo ha hecho. Ellos sabrán…

SIN embargo, la FIP se apresuró a desmarcarse de este despropósito y lo hizo poniendo en evidencia al listillo que le había preparado la encerrona de incluirla entre los firmantes sin consultarlos. Seguramente, para hacer creer que los representantes de los periodistas se sumaban a este choteo.

EN medio de este descomunal y peregrino brindis al sol, los representantes de la Federación Internacional de Periodistas (organización sindical, no lo olvidemos) exigieron no aparecer como firmantes de esta merienda brindada por el Gobierno español. Cuestión de dignidad y de coherencia; porque en el Congreso Mundial de Cádiz, celebrado a finales de mayo, habían quedado claras sus posiciones de defensa de los derechos de los periodistas frente a la ofensiva de los grupos mediáticos. La locutora se vio obligada a rectificar ante el público y salvar así el buen criterio y nombre de la FIP.

EL de los otros; ya lo dicen los mandamientos: “Por sus actos, los conoceréis”.