OPINIÓN. ¿Me quieren oír? Por Dardo Gómez
Periodista


09/04/15. Opinión. “Ya no se necesita que los fines justifiquen a los medios. Ahora los medios de comunicación justifican los fines”. El periodista Dardo Gómez recuerda esta cita de Eduardo Galeano en su último artículo en EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com en el que analiza cómo siete diarios europeos han lanzado una cruzada para colonizar nuestras culturas. Es la Alianza de Periódicos Europeos Líderes, LENA...

...por sus siglas en inglés.

LENA: una alianza perversa contra los europeos

SIETE diarios europeos anunciaron en la semana del 9 de marzo pasado que han creado, entre ellos, la Leading European Newspaper Alliance (LENA) o Alianza de Periódicos Europeos Líderes.

LOS “líderes” fundadores de esta alianza son Die Welt, de Alemania; La Repubblica, de Italia; Le Figaro, de Francia; Le Soir, de Bélgica; Tages-Anzeiger y Tribune de Genève de la Suiza alemana y francófona, respectivamente, y El País, de España. Precisamente un hombre del Grupo Prisa, Javier Moreno, -exdirector de CincoDías y de El País-, será el responsable de este proyecto en su lanzamiento.

SEGÚN manifiestan, impulsarán proyectos conjuntos para elevar la calidad del periodismo europeo; una exposición de intenciones vacía, pero que ha entusiasmado a algún bien intencionado.

A éstos, recomiendo que indaguen un poco en qué significa, en la práctica, el anunciado “intercambio de periodistas y otros empleados, para que puedan ampliar su experiencia y sus conocimientos”; así como su “intercambio de contenidos editoriales”.

LOS miembros de la alianza anuncian que aportarán “artículos escogidos a una plataforma conjunta” donde los socios de la misma podrán seleccionar para publicar aquellos que puedan interesar más a sus lectores.

ADEMÁS, avanzan que “se encargarán entrevistas, reportajes y artículos de opinión a expertos, académicos y personajes de prestigio en diferentes disciplinas para la publicación simultánea en todos los medios del grupo”.

CREO que no hace falta ser muy listo para deducir, casi sin riesgo de error, cómo se escogerán esas plumas “de prestigio” y de que pie ellas habrán de cojear.

ES que los aliancistas terminan alardeando, sin pudor, de sus intenciones de ejercer de lobby dominante y adelantan que la LENA “buscará consolidar una opinión pública europea, teniendo en cuenta que sus promotores comparten una serie de valores respecto a la importancia del periodismo en la estructuración de sociedades abiertas y democráticas sosteniendo un mensaje de progreso económico y de justicia social”.

De qué valores hablan

ES que los dueños de estos siete medios, tanto los conservadores como Le Figaro o Die Welt como los supuestamente progresistas, tal que El País o La Repubblica, comparten la intención de orientar en determinado sentido la opinión pública de los europeos.

LO hacen dejando de lado sus supuestos alineamientos diarios para potenciar esos otros “valores” que dicen compartir respecto a la estructuración de la sociedad europea y que, por lo que se ve, están por encima de los planteos ideológicos al uso.

TOTAL, que han decidido imponer esos “valores” suyos a la ciudadanía europea y no dudan en manifestar que se pondrán a la tarea de esa colonización cultural e ideológica de los pueblos europeos; además, dicen que lo harán al más puro estilo de la dominación clásica de los medios concentrados.

ALGO que viene siendo denunciado y condenado por las autoridades europeas desde hace varios años, mientras nuestros gobernantes hacen como si oyeran llover.


HABRÍA
que recordarle al señor Javier Moreno y a sus colegas de alianza que el “Código Europeo de Deontología del Periodismo”, aprobado por el Consejo de Europa, dice claramente en su artículo 19 que los medios de comunicación no representan a la opinión pública ni pueden “sustituir las funciones propias de los poderes o entes públicos o de las instituciones de carácter educativo o cultural como la escuela”.

SEÑALA a continuación el documento del CE que, si lo hicieran, eso nos llevaría “a convertir a los medios de comunicación y al periodismo en poderes o contrapoderes (mediocracia) sin que al propio tiempo estén dotados de la representaciónde los ciudadanos o estén sujetos a los controles democráticos propios de los poderespúblicos, o posean la especialización de las instituciones culturales o educativascorrespondientes”.

ESTO fue escrito por los parlamentarios del CE hace ahora veintidós años, pero su texto ya exponía con claridad el riesgo que para las democracias y para las libertades de los pueblos representan pretensiones como las de esta nueva alianza de los tiburones de la prensa europea.

La garantía de calidad que ofrecen

PARA el analista francés Patrick Eveno, especialista en historia de la prensa, la nueva alianza mediática "es sobre todo una operación de imagen; una forma de mostrar el poderío de la prensa diaria destinada a las élites".

MIENTRAS que Le Monde, uno de los medios que ha declinado la invitación de integrarse a la LENA -al igual que The Guardian-, ha expresado a través de Louis Dreyfus, presidente de su directorio, que "tras analizarlo con los accionistas y la dirección de la redacción, hemos decidido no participar, ya que consideramos que lo que nos han propuesto es un poco artificial y sin duda, insuficiente".

NO es sorprendente que se dude de la fiabilidad de un proyecto destinado a promover la “calidad del periodismo” cuando al frente del mismo se pone a quien tiene en su haber la publicación de la falsa foto de Chávez intubado que dio la vuelta al mundo y llenó de ridículo a El País cuando él lo dirigía.

POCO ejemplo de vocación por esa calidad puede ofrecer Javier Moreno, quién lideró algunos de los episodios más oscuros de la historia de El País y que en noviembre de 2012 llevó a cabo un duro ERE, en el que se aplicó a rajatabla la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy que tanto se criticaba desde las propias páginas del diario de Prisa.

UNA regulación por él aplicada que se llevó por delante a profesionales históricos de la mayor solvencia y que, precisamente, deterioró la calidad de ese medio a su penoso nivel actual. ¡Vaya referencia para el proyecto de esta alianza!

Pero, esto no es broma

PAULO Cannabrava Filho analista brasileño y director editorial de “Diálogos del Surayuda a entenderamenazas como las de la LENA: “Con los medios de comunicación, el mayor problema es que la concentración de capital que se da en la economía se refleja en su contenido. Los medios escritos, donde más se ejerce el periodismo, se han vuelto unísonos. El poder económico, principalmente de los bancos, y el gobierno pautan la media y la media pauta la propia media.

LA crítica, cuando es permitida, es en el sentido oportunista de proteger privilegios amenazados, garantizar los espacios conquistados. Ni una sola palabra contra el sistema o contra la dictadura del capital financiero. Esa ausencia crítica contribuye al fortalecimiento del pensamiento único, la alienación y el consumismo.

LA lógica del mercado es la del pueblo transformado en mero consumidor -un dato estadístico para banalizar el lucro- cuando lo que el país requiere es el pueblo creador y productor. Se perdió totalmente el sentido de que comunicación es servicio público, para atender al derecho humano de informar y ser informado, servicio con finalidad social y que, por lo tanto, tiene el deber de contribuir para el fortalecimiento de la soberanía y el desarrollo de las culturas nacionales.

Y nos lo están advirtiendo

LA UNESCO en su estudio presentado el pasado 7 de agosto en la Pontificia Universidad Católica del Perú, refleja la peligrosa tendencia a la concentración de medios y dice que esta, “no actúa en beneficio público sino, por el contrario, de los intereses de grupos de medios más influyentes que buscan  controlar medios más pequeños y disuadir a los que lo intenten, de ingresar al mercado periodístico”.

SEÑALA, también que la concentración de medios conlleva el riesgo de tener menos voces presentes en el debate político, democrático y de desarrollo y recuerda que “Los estándares internacionales certifican que las principales democracias en el mundo regulan la concentración de la propiedad de los medios”. Parece que nosotros no estamos entre ellas.

EL pasado 18 de marzo el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, se refirió a la concentración de la propiedad de los medios como una amenaza para la democracia. “La preocupación por la libertad de expresión está en el corazón de la preocupación por la democracia. Si los seres humanos no tienen la posibilidad de pensar, y al mismo tiempo, expresarlo, hay un vacío. Si no tenemos libertad de expresión, no tenemos partidos políticos, no defendemos nuestros derechos, no participamos, no hay asociación, no hay Estado de Derecho”.

Lo que hay que hacer

Y el mismo Insulza marcaba el camino para evitarlo: “Hay que buscar en los países sistemas permanentemente transparentes de adjudicación de concesiones. Reglas que garanticen procesos transparentes, no discriminatorios, con garantías para todos los que concursen por canales de televisión o por frecuencias de radio, de la forma lo más objetiva posible”.

ASIMISMO, destacó la importancia de proteger el ejercicio comunitario de la libertad de expresión así como la libertad al acceso de la información. “Hay nueve países que ya tienen leyes para la libertad del acceso a la información, y esperamos avanzar mucho más, porque para ejercer la libertad de expresión, los ciudadanos tienen que tener la información”, afirmó.

VARIOS de esos países son los que nuestros “grandes medios” se empeñan cada día en tachar de dictatoriales, populistas y de aplicarles variadas descalificaciones. La razón es que allí les han parado los pies a sus aspiraciones oligopólicas de la información.

NO hay dudas de que esta Alianza de Periódicos Europeos Líderes es un proyecto perverso que atenta contra el futuro de nuestras democracias y la diversidad cultural de nuestros pueblos.

EL discurso monocorde de esta dictadura mediática que se cierne sobre la ciudadanía viene a suplantar, aunque con similares intenciones, a las dictaduras militares de hace algunos decenios.

EN lugar de los tanques y de las bayonetas, ahora, los grandes grupos económicos usan a los conglomerados mediáticos para imponer qué se divulga y qué se silencia e, incluso, convencer de quiénes son nuestros amigos y quiénes deben ser discriminados u odiados por la sociedad europea.

COMO señalara el escritor uruguayo Eduardo Galeno, “Ya no se necesita que los fines justifiquen a los medios. Ahora los medios de comunicación justifican los fines”.

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