OPINIÓN. Comercialmente
hablando. Por Rubén Lirio
Director comercial Yerbabuena Software
21/03/12. Opinión. Ruben Lirio ofrece hoy a los lectores de EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com la crónica de un fracaso (relativo). Una derrota divertida, estimulante y satisfactoria. La experiencia de un atleta “#velocirraptor” que tiene como objetivo correr una media maratón -21 kilómetros y 97 metros- por debajo de una hora y veinte minutos.
Aprendiendo a fracasar
APUNTE 1: Creo que fracasar hace mejor a las
personas.
APUNTE 2: “Una
experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo”. Thomas A. Edison.
APUNTE 3: No poner excusas, es distinto a analizar la realidad.
APUNTE 5: Abuelo, en la próxima lo consigo.
ES que el objetivo era muy alto, es
que hacía mucho viento, es que no cogí el ritmo hasta el kilómetro 2, es que no
he podido entrenar mucho, es que no he calentado bien, es que tenía que perder
más peso, es que había mucha gente… ¿Os suena? Normalmente el fracaso suena así. No paras
hasta que se te seca la boca, y estás tan cansado de buscar excusas que ya no
te quedan fuerzas para analizar objetivamente lo que ha pasado y mejorar.
LA realidad es que tenía un objetivo que era bajar de 1 hora y 20 minutos en la media
maratón celebrada el pasado fin de semana en Málaga, y no lo he
conseguido. Pero la verdad es que hacía tiempo que no disfrutaba tanto
corriendo. Así que no sé si he fracasado.
EL resumen de la carrera por tramos sería el siguiente: En la
salida había mucha gente: algún pisotón, empujones… pero ¿Qué podía esperar?
Estoy en la mejor ‘media’ de España y somos ¡4.000 corredores! Es cierto que
hasta el kilómetro 2 no me puse a tirar a bloque, pero es que tenía la suerte
de cruzarme con los compañeros de la #mareanaranja que iban en dirección
contraria y prefería saludarlos a ponerme a ritmo ¿Por qué? Pues porque me
apetecía y lo bueno que tienen las ‘medias’ es que son largas para recuperar o
perder mucho tiempo.
AÚN así, rápidamente recuperé el tiempo perdido con algunos kilómetros por debajo de 3:50 y conseguí pasar el kilómetro 10 a 38:00, por lo que aunque por encima del tiempo objetivo (37:30) iba entero. Era el momento de arriesgar. La idea era intentar hacer una serie de 6 kilómetros por debajo de 21 minutos. Lo tenía claro, así que tomé un poco de agua y comencé a tirar... Las piernas tardaron en responderme pero poco a poco me sentía más fuerte. Sabía que estaba lejos, pero si quería conseguir el reto por el que había estado entrenando más de 12 semanas, este era el momento. Adelantaba y me adelantaban, pero mantenía el ritmo. El paso por el centro fue muy fugaz, con un grupo de cuatro atletas. Apenas nos mirábamos. Estábamos a lo que estábamos: Bajar de 1hora y 20 minutos.
PERO poco a poco me iba desinflando y aunque pasé por el kilómetro
16 en 1hora y 1 segundo -estaba en marca- notaba como la fuerza se desparramaba
zancada a zancada. Ya eran más los que me adelantaban que los adelantados. Así
que me concentré en buscar el pensamiento positivo ¿Por qué estaba aquí? Y lo
recordé... en parte por mi padre, en parte por mi abuelo José, pero sobre todo
porque amo este deporte.
HABÍAN pasado 2
kilómetros. Ni siquiera me había dado cuenta cuando vi
el kilómetro 18 en 1:09:50. En este momento supe que no lo conseguiría. Solo
tenía que dejarme ir hasta meta, y con suerte cerraría en 1 hora y 25 minutos,
que no es para nada mala marca. Pero en ese momento, me adelantaron dos. Y el
#velocirraptor que @surman1 dice que llevo dentro salió. No sé como lo hice
pero, de nuevo, volvía a estar entero, lleno de fuerzas, y mientras no viera el
crono no iba a parar. Tiré, con todas mis fuerzas, pasé a esos dos y a un grupo
de cuatro. Cada vez estaba mejor, y antes de darme cuenta, estaba entrando en
el estadio. La verdad es que no me quedaban fuerzas pero seguía y seguía. 1
hora 23 minutos y 9 segundos. Y unos 3 kilómetros finales
que me hicieron ser la persona más feliz del mundo.
PERO sigo con un objetivo. Hoy analizo
como conseguirlo: Lo primero es plantearme si bajar de 1:20 está a mi alcance.
Sinceramente pienso que sí. La cuestión es si mi trabajo me lo va a permitir.
Querer buscar un hueco es la clave para encontrarlo.
DESPUÉS, analizar lo que está en mi mano: Un mejor entrenamiento,
quizás un día más a la semana; mejorar la alimentación los días previos; ver si
me puedo colocar un poco más adelante en la salida o apuntarme a algún club de
atletismo para tener un entrenador y gente con la que entrenar. La verdad es
que no lo sé.
ADEMÁS, si fuera fácil, no sería tan divertido
PUEDE acceder AQUÍ al blog personal de Rubén Lirio.
PUEDE leer aquí anteriores colaboraciones de Rubén Lirio
- 08/03/12 Tres trucos para ser emprendedor sin montar una empresa
- 17/02/12 Tres razones por las que merece la pena levantarse por la mañana