OPINIÓN. A la salida del túnel. Por Luis Callejón
Pte. de la Asociación Emérita de Turismo y Hostelería de Andalucía (ASETHAN)
23/04/14. Opinión. El presidente de la Asociación Emérita de Turismo y Hostelería de Andalucía (ASETHAN), Luis Callejón, analiza en esta nueva columna con EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com cómo los andaluces están o no preocupados por los casos de corrupción conocidos en los últimos tiempos que, a su juicio, “están haciendo a nivel nacional e internacional, que la imagen del “andaluz” empiece a perder prestigio “.
Andalucía y el refranero
CUANDO viajo por el mundo, unas veces por imperativo legal y otras por puro ocio (con deformación profesional), puedo asegurar que constantemente me he cruzado con españoles residentes en los distintos países que he visitado.
EN todas las ocasiones, en mayor o menor medida, siempre me ha dado la impresión del orgullo que transmiten en la mayoría de las veces cuando te dicen que son españoles.
ES cierto que la intensidad del entusiasmo depende de quién, en cada momento, gobierne en España (typicalSpanish).
PERO cuando hago la segunda pregunta: ¿de dónde eres? elevan su apasionamiento ya sin importarles quién gobierna en su autonomía, y contestan: soy asturiano, gallego, navarro, andaluz,…
ESTA aparentemente pequeña observación sobre mi experiencia, debería hacer pensar a los políticos y legisladores, que España “es diferente y única”, que la marca España se refuerza gracias a las autonomías que están cubiertas por nuestra piel de toro.
HASTA hace poco más de un año, yo casi me sentía en un plano superior cuando en la conversación les decía: “pues yo soy andaluz”, porque siempre he llevado dentro de mí ese sentimiento.
DE 2 años a acá, o quizás antes, las noticias aparecidas sobre usos y abusos cometidos en nuestra autonomía por multitud de desaprensivos, están haciendo a nivel nacional e internacional, que la imagen del “andaluz” empiece a perder prestigio, a pesar de los mensajes pagados que algunas emisoras de radio intentan transmitir de nuestras bondades en las que yo creo firmemente pero que también estoy seguro que cuando transitan por un río contaminado, al final nos lleva a estar en el 35% de paro, estar en los últimos puestos de educación, etc, etc, etc, …
HACE 2 semanas, en una tertulia radiofónica en la que se estaba tocando el tema de las presuntas estafas cometidas en Andalucía, un insigne andaluz que además ha representado a España en las Naciones Unidas durante bastantes años, como es el almeriense Inocencio Arias, dijo algo que a mí me causó tristeza.
LO que comentó más o menos, es que él estaba convencido de que a pesar de todo, y de haber superado todas las cotas de presunta corrupción habidas en la historia de España en Andalucía, si se hiciese una encuesta a los andaluces sobre sus preocupaciones, es posible que no aparecieran en las 3 primeras la palabra corrupción.
POR eso ahora sigo diciendo que soy andaluz, pero con un tono de voz mucho más suave a la vista de las malévolas sonrisas que mis interlocutores ponen con comentarios poco agradables como el de un conocido que me dijo: a ti que tanto te gustan los refranes, los andaluces estáis usando en vez de la crítica a los responsables, aquel que dice: “tírame pan y llámame tonto”.
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