“De todos los problemas ambientales que generan las desaladoras destaca, muy por encima de los demás, el impacto de la salmuera, ese agua cargada de gran contenido de sales, que vierten estas instalaciones, tras el proceso de desalación del agua marina”
OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus Ramos
Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía GENA
09/05/22. Opinión. El coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción), Rafael Yus, escribe sobre la desalación para uso agrícola, en esta ocasión sobre el impacto de la salmuera: “La descarga de desechos de salmuera como parte del proceso de desalación marina ha demostrado producir impactos (a corto plazo) y crónicos (a largo plazo) en el medio marino costero. Los desechos de...
...salmuera, al ser más densos que el ambiente receptor, se hunden y fluyen como un penacho salino en el fondo del mar”. Informa EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.
Agua infinita y a bajo precio. El mito de las desaladoras (3). El impacto de las salmueras en el medio marino
De todos los problemas ambientales que generan las desaladoras destaca, muy por encima de los demás, el impacto de la salmuera, ese agua cargada de gran contenido de sales, que vierten estas instalaciones, tras el proceso de desalación del agua marina. La salinidad de este vertido es variable, dependiendo del origen de la captación (marina o salobre). En el caso de desaladoras de agua de mar, la salmuera es significativamente superior a la salinidad media a la que se encuentran los organismos que componen los hábitats y biocenosis de los ecosistemas marinos costeros mediterráneos (37-38‰). Las comunidades bentónicas suelen ser estenohalinas, es decir están adaptadas a un ambiente marino de salinidad casi constante, por lo que la susceptibilidad de dichas comunidades al incremento de la salinidad causado por un vertido de estas características (y, por tanto, su impacto ambiental) es esperable que sea elevado. Esta circunstancia, junto con la creciente tendencia de las provincias del litoral mediterráneo de previsión de construir un considerable número de plantas de este tipo, buscando el ansiado mito del agua infinita y a bajo precio, ha suscitado un lógico temor, tanto en instancias científicas como conservacionistas, de que esta tendencia vaya produciendo paralelamente un impacto brutal sobre los ecosistemas marinos, especialmente los bentónicos (fijos en el sustrato), que reciban directamente este tipo de vertidos hipersalinos. Las primeras desaladoras se hicieron desdeñando este impacto ambiental, por falta de conocimientos científicos que mostraran los efectos reales de estos vertidos. Pero hoy día la situación ha cambiado drásticamente, pues se cuenta por centenares los estudios científicos que certifican el impacto ambiental del vertido de salmueras sobre ecosistemas bentónicos marinos. En efecto, una breve incursión sobre el tema nos revela un primer catálogo de organismos en los que se han detectado problemas de supervivencia ante los vertidos de salmuera (Tabla 1). Como se puede observar, y aún siendo una lista restringida, pues la finalidad de estos estudios era hacer comprobaciones con especies concretas, el abanico de especies afectadas es amplio y variado, incluyendo no sólo a las praderas de Posidonia oceanica cuyo impacto ha sido famoso por tratarse de una especie protegida del Mediterráneo, sino a algas del grupo de las Caulerpa sp., también a los microbios que viven en el fondo del mar, de gran importancia en los procesos biológicos del ciclo de las materias, también a animales, con una lista de hasta 30 especies de diferentes grupos (Gusanos, Moluscos, Artrópodos, Equinodermos) y vertebrados, por ahora solo Peces, hasta 18 especies, algunas de ellas especies de pesquerías, finalmente convirtiendo el impacto ambiental en un impacto social y económico.
No se debe perder de vista que los impactos que afectan a una determinada especie, finalmente repercuten en otras especies asociadas a ellas, pues en los ecosistemas, unas especies dependen de otras para su supervivencia. Por ello, en realidad hay que prestar atención al daño que se hace a los ecosistemas marinos, de los que, los más afectados por las salmueras son los reseñados en la Tabla 2. Esto es especialmente importante en aquellas especies que, por su desarrollo se conocen como constructoras de hábitats. Por ejemplo, el daño que se hace a las praderas de fanerógamas marinas como Posidonia oceanica o la equivalente ecológica menos amenazada, Zostera noltii, no reside únicamente en estas especies sino en la gran comunidad que viven asociada a ellas, entre las que se cuenta multitud de algas, bacterias, fitoplancton, zooplancton, larvas y adultos de multitud de especies de invertebrados, alevines de peces, y peces, algunos tan emblemáticos como el caballito de mar (Hippocampus hippocampus), algunas de las cuales están protegidas por la legislación española.
Los efectos en comunidades bentónicas marinas
Dejando a un lado, el muy bien estudiado efecto dañino de las salmueras sobre la fanerógama Posidonia marina (véase siguiente capítulo), no hay que olvidar la presencia de otras comunidades biológicas cuya contribución a la biodiversidad y al funcionamiento del ecosistema marino costero es igualmente relevante y, por tanto, deben ser también tenidas en cuenta a la hora de diseñar estrategias de ubicación de las plantas desaladoras. Muchas de estas comunidades se basan también en unas pocas especies constructoras de hábitat, sobre las que se instalan biocenosis de elevada diversidad biológica; estas especies son también altamente sensibles al deterioro de la calidad del medio y pueden ser igualmente vulnerables al impacto de los vertidos hipersalinos. Lamentablemente, poco se conoce sobre la tolerancia de estas comunidades al incremento de la salinidad. Algunas ocupan zonas infralitorales más someras, donde aparecen de forma aislada o mezcladas formando mosaicos muy heterogéneos que sirven de refugio y alimento a juveniles y adultos de numerosas especies animales. Otras se encuentran en zonas profundas circalitorales, más allá de los límites profundos de las praderas de Posidonia oceanica (25-30 m). Son, por tanto, receptores de los impactos de los vertidos de salmuera, tanto de aquellos realizados desde la línea de costa como los realizados en zonas profundas a través de emisarios submarinos para evitar las praderas de Posidonia. La mayor parte de estas biocenosis se encuentran también incluidas en las listas de hábitat y especies cuya conservación es prioritaria (Directiva de Hábitat, Convenio de Barcelona, etc.), aunque su distribución geográfica se encuentra bastante menos estudiada que en el caso de las praderas de Posidonia oceanica.
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