“El conocimiento de los umbrales de tolerancia de Posidonia oceanica, constituye un parámetro importante en esta prevención, pero también lo son los estudios de campo realizados antes, durante y después del vertido”

OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus Ramos
Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía GENA

11/05/22. Opinión. El coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción), Rafael Yus, escribe sobre la desalación para uso agrícola, en esta ocasión sobre el impacto de la salmuera en Posidonia oceanica: “Los resultados obtenidos en estas primeras experiencias ponen en evidencia la elevada sensibilidad de las praderas de Posidonia oceanica a incrementos pequeños de...

...la salinidad del agua causados por los vertidos de salmuera. El margen de actuación es, por tanto, estrecho y, en consecuencia, será necesario extremar precauciones para evitar la degradación de este valioso ecosistema”. Informa EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com.

Agua infinita y a bajo precio. El mito de las desaladoras (4). El impacto de las salmueras en Posidonia oceanica

Aunque los cambios en la salinidad de la columna de agua pueden afectar a los organismos planctónicos (tanto especies planctónicas propiamente dichas como propágulos o estadíos larvarios de especies nectónicas y bentónicas), vamos a centrar nuestra atención sobre las comunidades bentónicas aparentemente más susceptibles al no poder desplazarse o migrar en respuesta a cambios ambientales. Además, precisamente por esta propiedad y su mayor longevidad, son capaces de memorizar los cambios del medio y pueden ser utilizadas como indicadores biológicos de dichos cambios. Las escasas investigaciones realizadas hasta la fecha sobre el efecto del incremento de la salinidad en los ecosistemas marinos costeros se han centrado en las comunidades de fanerógamas marinas y, más concretamente, sobre las praderas submarinas de Posidonia oceanica. Las razones por las que se ha prestado especial atención a esta biocenosis son múltiples. Se trata de una especie endémica del Mediterráneo cuyas praderas ocupan grandes extensiones entre los 0,5 y 30 metros de profundidad; sus beneficios y servicios al ecosistema (elevada producción primaria, control de la calidad del agua, sedimentación, biodiversidad, etc.) han sido ampliamente reconocidos por la comunidad científica internacional7 y la han situado entre las comunidades biológicas de mayor relevancia ecológica para la conservación y gestión del ecosistema marino costero del Mediterráneo. Se encuentran especialmente adaptadas a las condiciones oligotróficas de los ambientes costeros mediterráneos, y sus elevados requerimientos de luz implican el mantenimiento de una alta transparencia de las aguas. Estas y otras circunstancias (por ejemplo reducida capacidad de colonización y, por tanto, escasa o nula habilidad para recuperarse tras una perturbación) explican su elevada sensibilidad a los cambios ambientales originados por la actividad antrópica, 9,10,11 causa principal de la regresión de estas comunidades en el litoral mediterráneo.

Posidonia oceanica es una especie estenohalina, es decir, que no puede vivir en ambientes costeros con grandes fluctuaciones de la salinidad.12 Está ausente tanto en la desembocadura de ríos como en lagunas costeras hipersalinas, lo que indica que su rango de tolerancia a la salinidad no es tan amplio como el observado en otras especies de fanerógamas marinas. Tradicionalmente se ha considerado que la salinidad no es un factor importante en la autoecología de Posidonia oceanica, ya que sus valores suelen ser bastante estables en los ambientes en que esta especie es dominante. Por esta razón los estudios realizados sobre el control de su ciclo productivo, su distribución y supervivencia no han incluido nunca este factor. Este vacío de conocimiento científico, junto con las perspectivas de desarrollo de la desalación y la necesidad de evaluar su impacto ambiental, ha propiciado la puesta en marcha de los primeros proyectos científicos dirigidos a establecer los límites de tolerancia de esta especie a la salinidad y la influencia de este factor en la composición y funcionamiento de este valioso y complejo ecosistema. Este fue precisamente el objetivo de la primera de estas iniciativas, realizada entre los años 2001 y 2003, fruto de una colaboración múltiple entre la sociedad estatal ACSegura, el CEDEX, la Universidad de Barcelona, el CEAB (CSIC), la Universidad de Alicante y el Centro Oceanográfico de Murcia (IEO). Para alcanzar dicho objetivo se plantearon tres niveles de estudio diferentes: 1) experimentos de mesocosmos en laboratorio mediante el estudio de la respuesta de la planta al incremento de la salinidad en acuarios, bajo condiciones ambientales (temperatura y luz) controladas, 2) simulación in situ del incremento de la salinidad mediante la realización de un vertido de salmuera a pequeña escala sobre parcelas experimentales en una pradera de Posidonia oceanica (Fig. 3), y 3) estudio de los efectos de un vertido real de salmuera de una planta desaladora en funcionamiento sobre la pradera. Los detalles de estos trabajos y sus resultados pueden ser consultados en otras publicaciones.3, 13, 14, 15 A continuación se resumen las conclusiones más relevantes tanto desde el punto de vista de la ecología de Posidonia oceanica como de la gestión de los vertidos de salmueras en las costas.


Tal como se esperaba, el límite de tolerancia de Posidonia oceanica a los incrementos de la salinidad es muy bajo. A partir de incrementos de aproximadamente 1 psu por encima de la salinidad media del agua (es decir, a partir de valores medios de 38,4 psu en este caso) se observaron efectos negativos significativos en diferentes descriptores de la estructura de la pradera, la vitalidad de sus tejidos, el crecimiento foliar, el estado fisiológico de las plantas y su supervivencia (Fig. 4). La mortalidad total de la pradera se observó a partir de salinidades de 42 psu, bastante baja comparada con la tolerancia absoluta de otras especies de fanerógamas marinas a la salinidad alta: 70 psu para el caso de Halophila ovalis, 16 72 psu en el caso de Halodule spp y 60 psu en el de Thalassia spp. 12 También se detectaron efectos a corto plazo en algunos componentes faunísticos del ecosistema de Posidonia, como los equinodermos (Paracentrotus lividus) y los misidáceos (Leptomysis posidoniae), a partir de valores de salinidad de 40 psu, siendo la intensidad de estos efectos positivamente correlacionados con la temperatura. Estos y otros grupos faunísticos se encuentran estrechamente relacionados con las praderas y juegan un importante papel trófico bien como herbívoros, detrití- voros o como fuente de alimento para niveles tróficos superiores (depredadores), por lo que la degradación de la pradera por los vertidos de salmuera tiene consecuencias que van más allá de la desaparición de la vegetación bentónica y alcanzan dimensiones ecosistémicas.

Los resultados obtenidos en estas primeras experiencias ponen en evidencia la elevada sensibilidad de las praderas de Posidonia oceanica a incrementos pequeños de la salinidad del agua causados por los vertidos de salmuera. El margen de actuación es, por tanto, estrecho y, en consecuencia, será necesario extremar precauciones para evitar la degradación de este valioso ecosistema a medida que progresa el desarrollo de la desalación en nuestro litoral. La validez de estos resultados reside principalmente en la calidad científica de sus planteamientos y, sobre todo, en la coherencia entre las conclusiones obtenidas por diferentes equipos de especialistas y bajo diferentes tipos de aproximación experimental. Además, los primeros resultados obtenidos en los programas de seguimiento ambiental de las primeras plantas desaladoras en funcionamiento apoyan las conclusiones de los trabajos anteriores. Efectivamente, en algún caso ya se ha detectado una reducción significativa de la vitalidad de Posidonia oceanica en puntos de la pradera en los que la salinidad ha superado el umbral de 38,4 psu con cierta frecuencia.

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