“Los individuos se contagian del comportamiento de los demás y se limitan a repetirlo sin cuestionarse nada, puesto que una persona que forma parte de una masa deja de ser independiente, para subordinarse al grupo del que forma parte”
OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus Ramos
Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía
03/10/22. Opinión. El coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), Rafael Yus, escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre los macrofestivales de música: “Un macrofestival de música no solo es ver al artista, sino toda la experiencia que conlleva estar en él, donde se juega la interacción con el entorno, los artistas, la música, entre otras cosas...
...Además del ambiente que se va creando”.
Turismo de macrofestivales: catarsis colectiva con impacto ambiental (1). Las raíces de la afición
La existencia de macrofestivales de música, especialmente durante la etapa estival, ya era conocida hace años, y de hecho no ha hecho más que aumentar cada año, especialmente este verano del 2022, en el que la proliferación de macrofestivales en vivo ha alcanzado su mayor récord. Hemos sido testigos de uno en particular, el llamado Weekend Beach, que ya lleva varios años desarrollándose en las llanuras litorales de Torre del Mar. El fenómeno de los festivales siempre nos parecía propio de otros lugares, especialmente en Estados Unidos, donde posiblemente se creó este producto comercial. Pero ya llevamos varios años padeciendo la versión veleña de este tipo de espectáculos y ello nos mueve a realizar una reflexión sobre la naturaleza de estos eventos, las causas de su éxito y, especialmente, su impacto ambiental.
El público de los macrofestivales
Una característica notable de los macrofestivales en vivo es la enorme afluencia de público, según la encuesta de Aspani (2020) mayoritariamente joven, el grueso entre 21 y 30 años, dos veces más mujeres que hombres, de un nivel socioeconómico medio a alto, formación universitaria, que en estos eventos valora el buen ambiente, la calidad de los artistas y el precio para decidir su asistencia, valorando la música en vivo muy por encima de la música en línea, y especialmente la posibilidad de una interacción con otras personas.
Todo ello nos muestra un segmento social que acude a estos macrofestivales no sólo para escuchar música sino a muchas otras cosas, pues los conciertos y macrofestivales juntan varias experiencias o actividades en una sola, haciendolas memorables. Estas personas indican que un macrofestival de música no solo es ver al artista, sino toda la experiencia que conlleva estar en él, donde se juega la interacción con el entorno, los artistas, la música, entre otras cosas. Además del ambiente que se va creando. No es la música el único atractivo que se busca en estos eventos, sino muchas otras vivencias que no encuentran por otros medios que transmitan la música, como la televisión o el ordenador, algo que se puso de manifiesto en el fracaso de los macrofestivales virtuales que se generaron durante la pandemia del Covid-19. Posiblemente ahí esté la explicación de la fortísima adhesión de la población hacia los primeros macrofestivales tras el periodo de confinamiento de esta pandemia.
Estos resultados se confirman con otras encuestas en otros lugares del mundo, como la de Rudolph (2020), en especial ese componente social, según la cual el 67% de los asistentes asisten con la expectativa de hacer nuevos amigos, expectativas que al final se cumplen (66%), a pesar de que con frecuencia acuden a estos macrofestivales ya emparejados (74%), y prácticamente la totalidad de los asistentes consideraba que al final se sentían como parte de una comunidad. Pero este autor encontró un nuevo aspecto, pues según sus observaciones, a través de la música como lenguaje global los mega macrofestivales de música se convierten en “naciones”, a medida que las poblaciones comienzan a formar sus identidades en torno a estas fiestas. Así como una nación es una población con territorio, costumbres y cultura compartidas, el macrofestival es algo más que un lugar para escuchar la música, participando en la cultura festiva toda una serie de elementos como espectáculos de comediantes, películas, sesiones de yoga, carreras, carpas informativas, etc. vendedores de comida, etc. Los estilos de ropa comunes también son adiciones a esa cultura, con tops de trajes de baño y las riñoneras, por ejemplo. Las oportunidades para la construcción de la comunidad se brindan a través de eventos como escrituras en el muro "Antes de morir", todas estas cosas crear un sentido de comunidad y crear una “nación”.
La catarsis colectiva
Si juntamos experiencia musical e interacción social como elementos clave para la alta valoración de los macrofestivales en vivo, empezamos a considerar el posible efecto de lo que podríamos llamar catarsis musical colectiva. La catarsis es una palabra de origen griego que en su origen venía a significar “purificación y purga de emociones a través del arte dramático”, y en el diccionario de la lengua, generaliza más al indicar que es una “purificación, liberación o transformación interior suscitadas por una experiencia vital profunda”. En la época del psicoanálisis Freud relacionaba la catarsis personal con la expresión de un trauma reprimido, trayéndolo a la consciencia y, de este modo, liberándolo de forma permanente. De este modo, la catarsis social sería la expresión colectiva de emociones extremas cuando se reúnen grupos de personas, algo que muchos hemos tenido ocasión de experimentar cuando hemos ido a un espectáculo de masas como un partido de fútbol. Como veremos, esto no difiere mucho de lo que ocurre en un macrofestival en vivo. De hecho, el dicho español de “la música amansa las fieras” tiene su raíz en la llamada “música dórica” de Pitágoras, que usaba para aplacar la ira de un hombre enfurecido. Él distinguía entre la “música jónica”, que transmite alegría o grandeza, y la “música dórica”, que aplaca las emociones, y por tanto tiene la virtud de aplacar o sanar el alma enferma.
Pero la catarsis colectiva va más allá de la experiencia personal, es un fenómeno que ocurre en las multitudes de personas que coinciden en un espacio y tiempo determinado. Es lo que se conoce como masa, que alude a las muchedumbres, donde los individuos se contagian del comportamiento de los demás y se limitan a repetirlo sin cuestionarse nada, puesto que una persona que forma parte de una masa deja de ser independiente, para subordinarse al grupo del que forma parte. La masa es siempre intelectualmente inferior al hombre aislado, pero, desde el punto de vista de los sentimientos y de los actos que los sentimientos provocan, puede, según las circunstancias, ser mejor o peor. Todo depende del modo en que sea sugestionada. En la masa una persona se comporta como un “alma colectiva” en la cual sienten, piensan y actúan de forma totalmente diferente a la que sentirían, pensarían y actuarían de manera individual. No es lo mismo actuar en un grupo que realizar una tarea de forma aislada. Pero una masa no siempre la forma una muchedumbre creada por una circunstancia común, como el metro o la playa. Para que los seres humanos formen una masa o grupo colectivo tiene que haber algo que los una a todos más allá de una circunstancia común, sino algo que se comparte más a nivel emocional. En esta situación, desaparecen las virtudes de y peculiaridad, de cada persona, haciendo que “lo heterogéneo se hunda en lo homogéneo”, de modo que el Yo deja de existir para crear un Nosotros.
Una muchedumbre se convierte en masa cuando aparece un sentimiento colectivo de poder invencible, el contagio de sentimientos y forma de actuar, la búsqueda o necesidad de supervivencia. Pero el elemento más determinante es la sugestionabilidad, según la cual el ser humano se contagia y pasa a ser hipnotizado por las acciones de los otros. Con lo cual, adapta características diferentes que ejerce de forma aislada. No tiene conciencia de sus actos porque se ha dejado contagiar por la masa. La masa es impulsiva, voluble y excitable, ya que aparece un sentimiento de omnipotencia y el ciudadano ya no ve nada imposible. Hay que tener en cuenta que la sociedad en masa presenta características negativas como son: la impulsividad; inconsciencia; falta de perseverancia; influenciable y crédula; acrítica; voluble; intolerante; sentimientos simples y exaltados. En la masa predomina una falsa ilusión sobre lo real.
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