“Medidas como la reducción de la superficie de regadío, o el uso de portainjertos menos existentes de agua permitirían una importante reducción de la huella de escasez de agua”
OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus Ramos
Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía
23/10/23. Opinión. El coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), Rafael Yus, escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el cultivo de aguacates en la Axarquía: “España casi duplicó la producción de aguacates, desde 43.000 toneladas en el año 1990 a 81.000 toneladas en el año 2015, pero altamente significativas por sus efectos locales,...
...relativamente importantes, como sucede en la Axarquía, exportando sus escasos recursos hídricos de agua azul a países ricos en agua como Francia, Alemania, Holanda, Países Bajos, Bélgica, Finlandia, Dinamarca y Austria”.
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Nuevos datos refrendan la tesis de que el cultivo de aguacates en la Axarquía no es ecológico (2). Sobre el agua virtual y la escasez de agua azul
En un capítulo anterior abundábamos sobre la huella hídrica del cultivo del aguacate, cuyos valores son tan elevados que, de ningún modo, pueden ser etiquetados como “ecológicos” tal como la mercadotecnia local y europea nos quiere vender este producto. En este nuevo capítulo seguimos con la problemática del agua en este cultivo, ahora monocultivo en la comarca de la Axarquía, pero enfocándolo desde una perspectiva más amplia y geopolítica, al utilizar los conceptos, ya establecidos en la investigación del agua, denominados agua virtual y lo que se ha venido denominando como huella de escasez de agua azul y tomando como referencia la investigación de Sánchez Espejo (2018). Para explicarlo traemos de nuevo el esquema que diferencia los distintos tipos de agua (Fig.1).
El agua virtual alude al agua que contiene el fruto que se ha producido mediante riego, que suele ser agua azul (de escorrentía o subterránea). En el caso del aguacate, el 67,90% de su contenido material es agua. De este modo, si la Axarquía produce cada año 46.000 toneladas de aguacates, de las que el 80% (36.800) se exporta a Centroeuropa, significa que exportamos 25.760 toneladas de aguacates, que contienen 25.760.000 litros de agua virtual, en gran parte tipo agua azul. Lo relevante de este concepto es el hecho de que una parte importante del agua que hay en un país deficitario en agua se exporta, a través del contenido de los frutos, a otros países importadores que, paradójicamente, tienen más agua que el país exportador, como sucede en la Axarquía. Este aspecto ha sido sistemáticamente ignorado a pesar de que el criterio de la FAO es que este intercambio de agua debería hacer justamente al revés: que los países excedentarios de agua exporten a países deficitarios de agua productos que requieren una elevada inversión en agua, y con ello contribuir a un mejor reparto del agua en el mundo. Pero justamente sucede lo contrario, pues además de España, otros países, que son los máximos productores de aguacate en el mundo, como Chile o México, son deficitarios en agua.
La huella de escasez de agua azul (WSF) para el caso del aguacate, es el producto de los kilogramos de aguacate, el volumen de agua azul (BW) consumido mediante riego y el “factor de escasez de agua local”, que varía lógicamente según la agroclimatología local. Este parámetro proporciona una indicación de la impacto potencial que puede tener la producción del aguacate en la escasez de agua azul. El número absoluto está en agua equivalente (H2Oe) en m3, que se piensa que debe tener el mismo impacto en la escasez de agua que 1 m3 de agua extraído de un cuenca hidrográfica sometida a un estrés hídrico medio a nivel mundial. Aunque la WSF no tiene un significado físico, es un indicador para comparar la ubicación y los peligros de los productos ante la escasez de agua, de ahí su relación con el agua virtual del comercio.
De este modo, en la Tabla 1 (en la que se selecciona a solo 6 países con los datos del modelo AWARE de escorrentía media para evaluar la escasez de agua a nivel mundial)se puede observar que países como Australia y Chile son los que tienen mayor huella de escasez de agua, uno de los cuales (Chile) es una de las potencias exportadoras de aguacates del mundo, mientras que China se queda en el último puesto, porque a pesar de tener un factor de escasez de agua elevado, emplea muy poca agua azul. España ocupa un puesto intermedio, con un gasto de agua azul de 204 l/kg de aguacate, pero con un factor de escasez de agua de los más elevados (79,13), dando lugar a una huella de escasez de agua de 16,143 m3 H2Oe/kg. Se da entonces el caso paradójico de que México, el mayor exportador del mundo de aguacates, tiene una huella de escasez de agua mucho más baja que España, por tener un menor factor de escasez de agua respecto a España.
Un problema mundial
El foro económico mundial (2014) ha establecido la crisis del agua como un importante riesgo global que amenaza la sostenibilidad futura, donde la disponibilidad de recursos hídricos es uno de los principales desafíos. El Programa de Evaluación del Agua en el Mundo (2012) estimó que alrededor de 700 millones de personas sufren de escasez de agua y si no se toman medidas, se anticipa que la cifra se duplicará al menos para 2025. Por lo tanto, es importante considerar las prácticas actuales y factores que afectan el uso del agua y abordar cualquier problema identificado. La escasez de agua está empeorando en menos tiempo debido a muchas actividades diferentes, incluido el crecimiento demográfico, el cambio climático y el desarrollo económico, que añade más presión sobre la disponibilidad mundial de agua. Se espera que el crecimiento demográfico supere los 9 mil millones en 2050 y ello supone también un crecimiento del 60% en la demanda de alimentos. Para ponerse al día con el aumento demanda de alimentos, se ha ejercido presión sobre el sistema de riego, que muchos los países emplean para la producción de alimentos, de tal suerte que la tierra irrigada ha aumentado desde 47,3 millones de hectáreas en 1930 a 254 millones de hectáreas en 1995. De hecho, como muestra el mapa de la Fig.2 algunas de las cuencas fluviales en varios países productores de cultivos del mundo experimenta escasez de agua. Esto demuestra que la demanda de riego aumenta la escasez de agua en muchas regiones, ya que disminuye el agua azul disponible para fines domésticos y otros fines industriales. Entre los países afectados por esta tendencia se encuentran los principales productores de un cultivo altamente exigente de agua, como la región andaluza de España, que se considera una región con una escasez de agua de más del 40%...
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