“El proceso de desalación añade un plus muy importante a la huella de carbono que ya existe hoy en el sector agrícola de la Axarquía, principalmente por el bombeo de agua”

OPINIÓN. El buen ciudadano. Por Rafael Yus Ramos
Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía

30/10/23. Opinión. El coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), Rafael Yus, escribe en su colaboración para EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com sobre el cultivo de aguacates en la Axarquía: “La importancia de disminuir la huella de carbono es que desde hace decenios se sabe que los gases producidos por la combustión de derivados del petróleo, no sólo el CO2, sino también...

...otros gases, que se denominan GEI (gases de efecto invernadero) son responsables del cambio climático por el efecto invernadero que producen estos gases en la atmósfera, al dificultar la evacuación natural del calor producido por la radiación solar”.

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Nuevos datos refrendan la tesis de que el cultivo de aguacates en la Axarquía no es ecológico (3). Más sobre la huella de carbono

La huella de carbono es un concepto que va cobrando cada vez más importancia en tiempos de transición ecológica y energética, desde el mundo alimentado con combustibles fósiles (como todavía es el presente) a un mundo regido por energías alternativas. En estos tiempos de transición es importante valorar en qué medida una actividad determinada se realiza con alguna intervención que disminuya el consumo de energía fósil. Dado que el uso de la energía fósil se realiza mediante una combustión, cuyo resultado final, además de liberar energía, aparecen productos como el dióxido de carbono (CO2), la magnitud de la energía fósil utilizada se simboliza con lo que se denomina huella de carbono. De este modo, una actividad es tanto más ecológica, en el sentido energético, cuanto más baja sea su huella de carbono. La importancia de disminuir la huella de carbono es que desde hace decenios se sabe que los gases producidos por la combustión de derivados del petróleo, no sólo el CO2, sino también otros gases, que se denominan GEI (gases de efecto invernadero) son responsables del cambio climático por el efecto invernadero que producen estos gases en la atmósfera, al dificultar la evacuación natural del calor producido por la radiación solar (Fig.1). Por lo tanto, la huella de carbono es una declaración de la cantidad de emisiones de GEI, y por tanto es un índice del grado de sostenibilidad de una actividad, en los tiempos en que vivimos.

La huella de carbono del sector aguacatero

Puede parecer que un sector eminentemente agrícola como el cultivo de aguacates sea candidato a tener una determinada huella de carbono, pero lo cierto es que la tiene y en cantidad significativa como para ser considerada como una variable a tener en cuenta a la hora de evaluar la sostenibilidad del sistema. Para su análisis debemos considerar las cinco etapas de que consta todo el ciclo que lleva esta actividad (Fig.1):

M: Energía empleada por maquinaria pesada en la preparación del terreno para los movimientos de tierra previos a la puesta en cultivo

C: Energía empleada para el cultivo, como la necesaria para suministrar agua de riego. Aquí distinguiríamos dos subtipos:
-Aguas convencionales, como el bombeo (B) en cultivos bajos (B1) o altos (B2)
-Aguas no convencionales, sea regenerada en EDAR (R) o desalada en IDAM (D)

R: Energía necesaria para la eliminación de residuos (dependiendo del tipo de tratamiento)

E: Energía necesaria para el proceso de envasado de los aguacates para su comercialización

T: Energía necesaria para transportar el aguacate a los mercados, difiriendo si estos mercados son cercanos (nacionales) o lejanos (centroeuropeos).


De este modo, se puede observar gráficamente que el sistema de producción de aguacates en la Axarquía es altamente consumidor de energías fósiles, y por tanto con una huella de carbono nada despreciable. No disponemos de cifras concretas pero damos algunas que, al menos pueden permitir intuir la envergadura del problema.

Fase de puesta en cultivo (M). Es la fase inicial, no permanente, pero si de importante gasto energético que llamamos M, ya que es cuando el propietario contrata a un maquinista para que realice un movimiento de tierras descomunal (nunca antes visto en esta comarca). Como referencia, consideremos que una retroexcavadora modesta, de 320D, tiene un consumo que oscila entre los 6,5-12,5 l/hora y los 12,5-18,5 l/hora de combustible, consumo variable según el tamaño y pendiente de la parcela. En esta fase se han visto máquinas trabajando mañanas y tardes durante al menos un mes, o más si son parcelas grandes.

Fase de riego de cultivo (C). Es la fase más constante pues se dedica al mantenimiento de los cultivos, empleando agua azul de diversas fuentes.

a.-Aguas convencionales. La fuente clásica de riego es la de acuíferos detríticos de los principales ríos. Para acceder a este agua siempre se ha tenido que recurrir a bombeos en pozos de las vegas, con el consiguiente gasto energético (B1). Tras la construcción del Embalse de la Viñuela, se creó un plan de regadío llamado...

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