Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía

Coordinador del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía

El fraude del turismo sostenible
CUANDO en el año 2003 se aprobó la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible, nuestra comunidad estaba nutriéndose de una burbuja creciente que estaba desparramando viviendas hasta en los lugares más inverosímiles de nuestra región, como son las montañas de comarcas tan abruptas como la Axarquía. En medio de este festín de crecimiento de nuestro PIB, se admitía hasta un discurso políticamente correcto sobre los límites del desarrollo. Eso sí, sin ponerle ninguna traba al desarrollo, que se consagra como un derecho equiparable al otro derecho, el de un medio ambiente sano. En efecto, en el texto de este documento figura esta frase: “Proteger el medio ambiente no implica que sea preciso limitar el crecimiento o el consumo. Proteger el medio ambiente implica cambiar las pautas de crecimiento y de consumo, teniendo como objetivo satisfacer la demanda de bienes y servicios necesarios para mantener y mejorar la calidad de vida con un uso menos intensivo de los recursos y energía y, considerando la conservación del medio ambiente un activo a valorizar”.
SON palabras destinadas a tranquilizar a los sectores empresariales ultraliberales, que alertaban desde hace tiempo sobre las trampas de la sostenibilidad, sobre lo incongruente que es que en un escenario de economía liberal (mercado libre) se pongan las ruedas de molino que supone la sostenibilidad. Un mercado libre o es totalmente libre o no lo es. Los redactores de la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible lo tenían claro y pusieron esta desafortunada frase en la que aparecen dos términos opuestos a los criterios de sostenibilidad: crecimiento y consumo (sin límites).
DE todos modos, la mencionada Estrategia abunda en gran cantidad de principios que objetivamente sí están en la línea de la sostenibilidad. Por ejemplo: “...Y que se traduce en impulsar la creación de una sociedad en la que los coches no contaminen, los residuos se reciclen o eliminen sin riesgos, las fuentes de energía y las tecnologías no provoquen el calentamiento del planeta, los productos fabricados no propaguen sustancias químicas peligrosas en el medio ambiente los productos fabricados no propaguen sustancias químicas peligrosas en el medio ambiente y en el que las empresas y las actividades turísticas, agrarias y de construcción se planifiquen de manera que protejan la biodiversidad, los hábitats y los paisajes”.
NÓTESE que la frase señalada representa un principio que va en dirección opuesta a lo que estaba sucediendo en ese momento en muchos paisajes andaluces, incluido el de la Axarquía, con pleno conocimiento por parte de las instituciones (Ayuntamientos, Consejería de Obras Públicas, etc.)
BAJO el paraguas de la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible y el Plan de Turismo Sostenible de la comunidad autónoma andaluza, apareció en el 2006 (cénit de la burbuja inmobiliaria y de la euforia capitalista) la Orden que regula la Estrategia de Turismo Sostenible (Orden de 9 de noviembre del 2006, BOJA nº 239 de 13 de diciembre), firmada por el entonces consejero Paulino Plata.
ESTA Orden sentaba las bases de la posible subvención de iniciativas públicas y/o privadas sobre productos turísticos de calidad que no dañaran el medio ambiente. Todo su articulado pretende no contradecir la Estrategia Andaluza de Sostenibilidad y ser políticamente correcto, pero justamente en su primer artículo mete la pata: “Artículo 1. Objeto. 1. La presente Orden tiene por objeto establecer las normas reguladoras de la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía como instrumento de desarrollo destinado a favorecer un crecimiento turístico sostenible en la Comunidad Autónoma”.

DE nuevo se le ven las orejas al lobo. Aparece el término “crecimiento” y lo intenta corregir con el adjetivo “sostenible”, cuando es de Catón que el crecimiento jamás puede ser sostenible, por definición. Si se pretende que algo crezca sin cesar, nada (ni por mor de la sostenibilidad) puede detenerlo, porque entonces se estancaría o lo que es peor: decrecería. Parece una sutileza pero éste es el problema del discurso políticamente correcto de la sostenibilidad, que se sinonimiza a crecimiento con algunos retoques florísticos de ambientalismo, para quedar bien.
UNA de las líneas que trazaba la mencionada Orden sobre Estrategia de Turismo Sostenible en Andalucía es la de las Iniciativas de Turismo Sostenible, para la que posteriormente se hacían convocatorias anuales para solicitar subvenciones más o menos cuantiosas con fondos públicos.
DICHA línea es definida en la Orden como: “El conjunto de medidas dinamizadoras y participadas de fomento, dirigidas a espacios con un importante potencial turístico que cuentan con recursos patrimoniales naturales o culturales de interés”. La orden establecía los criterios de prioridad en la selección de proyectos y contemplaba la figura del Promotor, señalando a las Mancomunidades como entidades especialmente idóneas.
BAJO esta Orden, en el año 2009, dentro del Plan de Acción 2009-2013, la Mancomunidad de Municipios de la Costa Oriental-Axarquía seleccionó un nuevo producto turístico denominado “Camino de Cornisa de Los Montes”, que fue aprobado por la Junta de Andalucía, con la máxima prioridad y con una importante subvención económica. Sirva este caso para testimoniar el alcance y fiabilidad que tienen las bienintencionadas palabras de turismo sostenible.
El camino de cornisa de las viviendas ilegales
RECIENTEMENTE han finalizado las obras destinadas a la creación del producto turístico “Camino de Cornisa de los Montes de Málaga”, sendero de 5,6 kilómetros situado a 650 metros de altura, que discurre por seis municipios de la comarca de la Axarquía, financiadas por los programas de Iniciativas de Turismo Sostenible (Junta de Andalucía), con un montante de 346.500 euros, y por el CEDER de la Axarquía, que aporta 148.500 euros, siendo el coste total 495.000 euros, todo ello supuestamente enmarcado en la Estrategia de Turismo Sostenible.
CUANDO este proyecto fue aprobado por la Mancomunidad de la Costa Oriental y refrendado por la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, GENA-Ecologistas en Acción ya advirtió que este proyecto no reunía las características de sostenibilidad sobre la que se justifica y que se ejecuta en una zona de gran densidad urbanística irregular (viviendas ilegales en suelo no urbanizable) por lo que en la práctica significaría premiar a sus delincuentes con dinero público.
CON motivo de esta denuncia, esta asociación fue citada informalmente por la Delegación Provincial de Turismo para aclarar las intenciones y características del proyecto, aceptando parte de nuestras exigencias de que el proyecto contaría con carril bici, aparcamientos, eliminación de obstáculos para el paisaje y restricción de circulación motorizada.

Catálogo de despropósitos
TRAS la visita de una comisión de esta asociación a las obras recién terminadas, se ha concluido que el mencionado proyecto no reúne las características de un producto de Turismo Sostenible por los siguientes motivos (véase galería de imágenes en esta misma revista):
1. Es una vía pecuaria y no se ha desafectado. Curiosamente no se informa en ninguna parte sobre la naturaleza de esta vía, como un bien de uso público compatible. No se ha recuperado su anchura legal (20,89 m), limitándose al camino rural antiguo (unos 4-5 m), que en algunos puntos incluso dificulta el cruce de dos vehículos
2. No habiéndose desafectado se le ha dado un uso no compatible según el Reglamento de Vías Pecuarias (RVP ) porque de hecho se utiliza para tránsito de vehículos, no solo los residenciales (a los que explícitamente se les autoriza), sino también los demás, porque nada se lo impide.
3. No se ha habilitado un carril exclusivo para bicis, como inicialmente se contemplaba, además de que el tratamiento del firme, con una base encostrada sobre la que hay un granulado suelto, supone un serio peligro para los ciclistas, no siendo recomendable su uso para estos vehículos.
4. Aunque es correcto que se indique la prohibición del paso de vehículos, no lo es el hecho de que no se haya habilitado un aparcamiento al comienzo y al final del carril. Se supone que el carril va destinado a peatones y ciclistas. Previsiblemente éstos no vienen andando o en bici desde sus localidades hasta este lugar, sino que vendrán con sus vehículos, pero no tienen dónde aparcarlos, con lo que se reduce drásticamente las oportunidades para que este lugar sea visitado por turistas. El único uso que se garantiza es el de los residentes, a los que se les ha hecho el gratuito favor de hacerles un acceso de lujo.
5. El firme utilizado no ha sido zahorra compactada, sino cementada sin fraguar, pero que fragua cuando caen las primeras gotas de lluvia. Actualmente ha formado una costra dura que tiene la misma consistencia que un hormigonado.
6. El RVP no contempla como compatible el asfaltado de una vía pecuaria. Por otra parte, el POT de la Axarquía establece como norma no modificar las características estructurales de los caminos rurales, más allá del mero mantenimiento. Se ha hormigonado y por tanto contraviene ambas normativas.
7. El camino presenta una señal que indica claramente la prohibición del paso de vehículos no residentes y restringe la velocidad a 20 km/h. Sin embargo, hemos comprobado y algunos vecinos del lugar nos lo han corroborado, que este camino es más usado por no residentes en la zona, por multitud de vehículos que utilizan esta carretera para cortar camino y lo hacen a gran velocidad, porque el firme ahora sí lo permite.
8. Una simple señal de tráfico autorizando el paso de vehículos a solo los residentes no es suficiente medida para impedir que se consolide este camino como una carretera para acortar camino. Haría falta disponer de algún mecanismo que impida el paso salvo a los residentes para que se cumpla esta prohibición.
9. La existencia de vallas y setos de viviendas particulares a ambos lados a del camino afea el paisaje e impide su contemplación, restringiéndolo la contemplación del paisaje únicamente en las áreas recreativas.
10. En las áreas recreativas se ha colocado una cartelería explicativa del paisaje a nivel de los ojos del espectador, lo que le impide visualizar el paisaje al tiempo que lee el cartel. Para este cometido en todas las balconadas paisajísticas este cartel se coloca a un nivel inferior para no obstaculizar la vista del visitante.
11. El cartel de la segunda balconada (que mira a Macharaviaya) está mal colocado y desorienta al lector, puesto que sitúa los pueblos en sentido justamente contrario a lo que se contempla.
12. Aunque algunas especies escogidas para la jardinería, como los cantuesos, romeros, tomillos, etc. son adecuados, otras especies, como la palmera washingtonia se deberían haber sustituido por palmitos.
13. Falta mantenimiento de las áreas ajardinadas. Muchas especies se han secado por falta de riegos, como es el caso de las encinas. Tampoco se retiran las plantas adventicias, que impiden el correcto crecimiento de las plantas de jardín escogidas.
14. Ausencia prácticamente total de forestación arbórea a ambos lados del carril. Tan solo un par de puntos presentan plantones de almendros, demasiado densos y mal cuidados.
15. Ausencia total de papeleras y contenedores en las áreas recreativas, hecho que convertirá estas áreas en auténticos basureros. No responde a uno de los principios de turismo sostenible.
16. La cornisa no merece ser denominada “paisajística” puesto que lo que provoca es un fuerte impacto visual, ya que el material utilizado (zahorra de granito de mármol) es muy blanco, contrario al ocre del terrizo tradicional, notándose incluso a gran distancia.
17. El camino no sólo ha servido para mejorar los accesos a viviendas particulares ilegales en el campo (hemos contado más de 112 accesos a viviendas a ambos lados del camino), sino que en muchos casos “de paso”, se ha mejorado la entrada a los carriles particulares, a los que también se le ha hecho el mismo tratamiento. En definitiva se han revalorizado con esta infraestructura y se les ha regalado materia prima para la especulación urbanística.
18. Por otra parte, las virtudes de este carril han abierto las expectativas de construcción de nuevas viviendas ilegales. De hecho, a partir del anuncio de construcción del camino se han iniciado 8 viviendas nuevas y se han abierto 8 nuevas explanaciones destinadas a la venta para la autoconstrucción de nuevas residencias.

Resucitar al muerto de la construcción
LOS datos obtenidos mediante análisis de ortofotografías nos demuestran por qué este carril ha abierto tantas expectativas para los municipios implicados. Hasta el año 1991 ya se habían construido 126 viviendas de 6 municipios, la mayoría cortijos y aperos tradicionales. En años sucesivos se advierte una tendencia creciente a la construcción a ambos lados del carril, que alcanza su cenit en la burbuja inmobiliaria, con un saldo total de 112 viviendas de nueva construcción (Tabla I) en el año 2007, un ritmo de crecimiento urbanístico frenético que ha igualado en tan solo 20 años tantas viviendas como las construidas en los veinte siglos de ocupación humana de la zona. De este modo, entre las históricas y las actuales hacen un total de 238 viviendas. A estas se van añadiendo, ya a un ritmo más lento por el estallido de la burbuja, algunas casas más, estando actualmente en construcción unas 8 viviendas y en fase de explanación otras 8 viviendas. Se advierte claramente que la intención de este carril es resucitar el muerto de la construcción.
DE este modo se entiende el interés de los ayuntamientos implicados por aprobar un proyecto que daría respuesta a demandas de vecinos de mejora de accesos a sus viviendas. Una oportunidad para revalidar votos que fue aprovechada en los últimos comicios electorales (elecciones municipales), especialmente el municipio de Macharaviaya, que logró meter en el mismo proyecto un vial de acceso a Benaque con el mismo tratamiento, casi una carretera de lujo, supuestamente destinada a activar el turismo, que en este municipio es meramente residencial diseminado, y por tanto no turístico e insostenible ambiental, económica y socialmente.
Conclusión: un fiasco y un fraude
COMO nos temíamos, cuando denunciamos este proyecto en el momento en que fue aprobado en la Mancomunidad de la Costa Oriental, el proyecto de “Camino de Cornisa de los Montes”, cuyo coste alcanzó los 495.000 euros, ha sido un enorme fiasco, a un precio que no se corresponde con la sencillez de lo actuado. El proyecto se ha limitado a mejorar el camino para hacerlo más transitable para los residentes de la zona, premiándoles así por haber tenido la osadía de construirse viviendas en suelo no urbanizable. Para un camino con fines turísticos, en el que solo se puede acceder andando o en bici, no hacía falta hormigonarlo, y no solo se ha hormigonado sino que no ha delimitado un carril para bicis que les dé seguridad frente al tránsito continuo de vehículos que es para lo que finalmente ha quedado este camino.
DE este modo, la obra no solamente no es “sostenible”, puesto que de hecho ha urbanizado el medio rural y con ello estimula la construcción ilegal de viviendas y consolida las existentes, sino que tampoco cumple en su totalidad el calificativo de paisajística, puesto que el paisaje que se divisa, excepto en las escasas balconadas habilitadas, es un amasijo de viviendas, a cual más horrorosa, quedando el paisaje tapado por sus respectivas vallas y setos. Se ha dilapidado una importante cantidad de dinero público para una actuación de Turismo Sostenible que ni es para turistas ni tampoco es sostenible. Se ha perdido así no sólo medio millón de euros sino también la oportunidad de gozar del primer Camino Verde de la comarca.
Alternativas
A pesar de que el daño ya es prácticamente irreversible, GENA-Ecologistas en Acción ha solicitado a la Consejería de Turismo que se reelabore este proyecto, para que pueda ser calificado como de Turismo Sostenible, lo cual implicaría:
1. Picar todo el carril para ablandarlo y echarle encima tierra o zahorra de pizarra, para que tome el color del territorio y disminuya el impacto visual.
2. Ejercer la disciplina urbanística. Incoar expedientes de demolición a todas las viviendas de su entorno y ejecutar las que se demuestre su ilegalidad. Impedir nuevas construcciones y accesos
3. Recuperar la anchura legal de la vía pecuaria, eliminando los muros, setos, etc. de las viviendas a ambos lados.
4. Construir un carril bici de 2,5 m y el resto para peatones y tránsito de vehículos exclusiva-mente para residentes, para lo que habrá que obstaculizar el paso de otros vehículos.
5. Construir un aparcamiento en cada extremo del carril donde aparezca un cartel informando sobre el producto y las normas de comportamiento en este espacio. También se puede poner un tablón para que los pueblos anuncien sus productos (hoteles, restaurantes, etc.). Aquí también podría establecerse, sin infraestructuras nuevas, un negocio de alquiler de bicicletas.
6. Poner papeleras y contenedores en todas las áreas recreativas y recogerlas periódicamente.
7. Despejar todo obstáculo para la contemplación del paisaje: eliminar vallas y estructuras situadas a ambos lados del camino.
8. Encargar a los ayuntamientos implicados o a la Mancomunidad el mantenimiento de la estructura, tanto la jardinería como el firme y los residuos sólidos.
9. Utilizar especies autóctonas y poner letreros para que hagan funciones de jardines botánicos.
10. Mejorar la información de la cartelería, situándola más baja, para que no obstaculice la visión del paisaje mientras se lee, e indicando más elementos, como el paisaje lejano (por ejemplo, la sierra de Tejeda y sus topónimos), los tipos de cultivos típicos, aves más corrientes, etc.
11. Sería interesante disponer de al menos un punto de agua, aunque no sea potable, en todo el recorrido.
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